"Londres después de medianoche", de Augusto Cruz

FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa 
Editorial: Seix Barral

SINOPSIS: 
Mc Kenzie, agente retirado y hombre de confianza del mítico director del FBI J. Edgar Hoover, es contratado por el famoso coleccionista Forrest Ackerman para investigar el paradero de la primera película americana de vampiros, el filme más buscado de la historia. Todo apunta a que la última copia se perdió a finales de los años sesenta; sin embargo, un enigmático joven afirma haber asistido recientemente a una proyección privada.
La leyenda asegura que "Londres después de medianoche" trajo la desgracia a sus actores porque en ella actuaban vampiros reales, que los cines que la exhibieron se incendiaron y que aquellos que la buscan desaparecen. Mc Kenzie, un detective de la vieja escuela, no cree en la maldición y se lanza a la aventura de encontrar la cinta.
Augusto Cruz debuta con una novela llena de suspense basada en uno de los mayores misterios de la historia del cine, una búsqueda legendaria plasmada con una elegancia narrativa poco frecuente. Un asombroso ejercicio de documentación repleto de anécdotas reales y una lectura cautivadora que evoca con brillantez el terror clásico del cine mudo, para los amantes del celuloide y de los buenos libros de misterio.

OPINIÓN:

Ha sido como leer dos novelas. La primera mitad me ha fascinado: una novela negra de lectura muy ágil, con giros y sorpresas prácticamente en cada página, donde el autor crea una atmósfera tenebrosa que por momentos pasa de la novela policíaca a la de terror. Paralelamente, salta en el tiempo a su época como ojo derecho del mítico director del FBI, en una subtrama totalmente distinta pero tan interesante como la principal.
Sin embargo, para mi gusto, la segunda parte se desinfla, pasando casi a ser una novela de aventuras. Habrá lectores a quienes no les importe, pues los giros y las sorpresas se siguen sucediendo, pero me gustó tanto la atmósfera de la primera parte que ésta se me hizo algo pesada.
No obstante debo decir que la novela, además de contar con personajes más que curiosos, está plagada de anécdotas, tanto del mundo del cine como del FBI en tiempos de Hoover, lo que hace aún más placentera la lectura, por lo que al margen de ese cambio de tonalidad que no he terminado de encajar, voy a recomendarla.

Luis Sánchez Martín