8 de febrero de 2018

"Tres rosas amarillas", de Raymond Carver

Tres rosas amarillas Raymond Carver
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Jesús Zulaika Goicoechea
Editorial: Anagrama

SINOPSIS: 
Seis magníficos relatos, de uno de los autores más valiosos y significativos de las últimas décadas, que ahondan y, si cabe, perfeccionan su personal universo literario, con un broche de oro final: el relato que da título al volumen, reconstrucción imaginaria de los últimos días de Chéjov, que alcanza cotas de auténtica genialidad. Como en sus libros anteriores, Carver retoma sus temas de siempre: las tribulaciones de la América pobre, los problemas familiares y matrimoniales, la soledad de seres anónimos que consumen existencias grises y anodinas sobrellevando como mejor pueden una vida de perdedores. Pero en "Tres rosas amarillas" lleva su estilo y su fuerza narrativa hasta las últimas consecuencias: una prosa límpida y transparente que bucea en el misterio de la vida; procedimientos descriptivos ajenos a todo sentimentalismo y que plasman profundas emociones humanas; un lenguaje preciso y escueto cuya llaneza da lugar a atmósferas plenas de sentidos y contextos. En resumen, una obra maestra de un autor que ha sido merecidamente llamado "el Chéjov americano".

OPINIÓN:
Siete relatos cortos, 112 páginas en total. Todos tristes, desesperanzados. Fracasos vitales, amorosos, de comunicación. Las mujeres se quejan de su suerte, algunos de los varones ni eso. La conformidad con la desdicha es lo más desolador del libro. Lectura no recomendada en momentos de ánimo bajos.
La atención a los detalles, psicológicos, domésticos, paisajísticos hace creíble lo narrado.
Una madre mudándose de casa siempre. Una fumadora compulsiva. Una mujer que sufre y reprocha al tipo que pasa de todo. La infidelidad. El tipo que mantiene, como si fuese imposible otro comportamiento, a su exmujer, su madre, su hermano, sus hijos adultos... Caballos en la niebla y brumas dentro de las cabezas.
El último relato, sobre los últimos días de Chéjov, se diferencia del tono general, sin dejar de ser tristísimo.
Leo la edición decimotercera, nada menos, de Anagrama; de julio de 2017.

Luis Miguel Sotillo Castro

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