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20 de marzo de 2013

“La tienda de los suicidas”, de Jean Teulé

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Teresa Clavel
Editorial: Bruguera

SINOPSIS:
Novela enormemente divertida, no exenta de humor negro, en la que el lector penetra en la tienda y en la vida de una familia dedicada a la venta de productos (sogas para ahorcarse, venenos de toda índole, armas, etc,) que cualquier suicida deber tener a mano para el momento en que decida abandonar este mundo. La familia se siente orgullosa de su trabajo y su reconocida eficacia profesional, hasta que en su seno nace una nueva criatura: un niño alegre al que entusiasma la risa.Es una novela muy divertida, ágil, bien escrita, con diálogos chispeantes.

OPINIÓN:
Quizá porque no esperaba mucho de él me ha sorprendido gratamente. El argumento parece un despropósito: en un futuro semiapocalíptico, con una sociedad gris y deprimente, la familia Tuvache lleva años al cargo de “La tienda de los suicidas”, expertos en productos que aseguran la muerte a la procesión de almas en pena que entran buscándola. El carácter de los miembros de la familia es acorde a sus tristes y negativos clientes, excepto cuando nace el menor de sus hijos, que es la alegría de la huerta y traerá muchos quebraderos de cabeza a sus padres. Aunque en mi opinión no es “enormemente divertida”, como menciona en la contraportada, sí que me ha parecido ingeniosa y con un toque de humor negro que me ha gustado mucho. Es una novela corta, ligera y entretenida, que se lee en un rato.
Esther Rodríguez


Al principio me ha recordado un poco a “Un trabajo muy sucio” de Christopher Moore, por la temática y el humor negro/absurdo que plaga las páginas. Pero al ir avanzando en la novela esa picardía inicial va cayendo hasta el punto de que yo, sin saber la intención del autor, la considero más bien una novela para un público tirando a adolescente.
No voy a decir que no me ha gustado. El hecho de transcurrir la novela en un futuro absurdo y en una tienda para suicidas dan mucho juego, pero la genialidad a lo Christopher Moore que me esperaba se ha convertido en una historia simplemente entretenida, que no me ha arrancado ninguna carcajada, aunque debo admitir que me ha mantenido una sonrisa permanente durante toda la lectura. En la línea de “Maldito karma”, de Safier.
Una historia amena, de fácil lectura (de esas que llamamos “de desatranque”, buena para hacer de puente entre lecturas de Steinbeck y Houellebecq) y sustentada en humor negro, sí, pero algo light.

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