Género: Narrativa
Editorial: Maeva
SINOPSIS:
Murcia, Nochebuena de 1968. Julio Alsina, un policía apegado al Licor 43 y al que su mujer dejó por un compañero, debe hacer las guardias todos los días de fiesta. Por eso no es de extrañar que, cuando recibe el aviso de que una mujer se ha arrojado desde el campanario, se alegre ante la perspectiva de participar en un caso de verdad que le permita demostrar su valía. La suicida resulta ser una prostituta de lujo, y Alsina decide tirar de la cuerda y averiguar lo que se esconde detrás de este caso, a pesar de las reticencias de sus superiores.La investigación lo lleva a una localidad, La Tercia, donde Julio conoce a Rosa Gil, una vecina soltera de la Sección Femenina que, a pesar de la primera impresión, logra reavivar viejos sentimientos en él. Juntos se encontrarán con un pueblo consternado por otras desapariciones e incluso con un asesinato. Los lugareños están asustados, el cura hace procesiones de rogativa y un ufólogo investiga por los alrededores. ¿Qué está ocurriendo en ese lugar? ¿Es algo paranormal o hay un asesino que actúa en la zona?
OPINIÓN:
Me ha sorprendido muy gratamente esta novela, pues ya son varias las que llevo del autor, conocido por la saga decimonónica del detective Víctor Ros, y tanto en dicha saga como en otras novelas ambientadas ya en el siglo XX siempre me ha dejado con la sensación de que podía sacarse más jugo de esas historias, podrían narrarse en un tono más crudo y podrían (y deberían) tener más giros y subtramas. Sin embargo algo me decía que aún no había descubierto lo mejor del autor, por lo que continuaba leyendo sus obras que, al menos, son entretenidas hasta que, al fin, he dado con esta novela.En la presente obra, protagonizada por un auténtico antihéroe adicto al Licor 43, abandonado por su mujer y menospreciado por todos, que quema sus días entre su trabajo y una pensión poblada por los más variopintos personajes, Tristante realiza una interesante fotografía coral de la historia reciente de España y recurriendo a un lenguaje más recio de lo usual en él, deteniéndose con lupa en las miserias del ser humano que en otras novelas atravesaba de puntillas, introduce al protagonista en un laberinto de personajes, circunstancias y lugares que serán el marco de su ascenso desde el infierno del alcohol y la desidia hasta la primera línea de fuego, donde vuelve a sentirse alguien. Y alguien poderoso, por añadidura. Por el camino encontraremos falangistas, comunistas, ingenieros americanos, romances, infidelidades, ufólogos, desapariciones, ángeles, superstición y misterio, muchos misterios en un pueblo perdido de la mano de Dios el año en que el hombre llegó a la luna.
Suena interesante, tendré en cuenta al autor de ahora en adelante.
ResponderEliminarHasta pronto.
Su saga del detective Victor Ros, sin ser obras maestras, es muy interesante. Es una versión quizá demasiado moralista de Sherlock Holmes, pero la ambientación (España, siglo XIX) y la complejidad de los asustos a que se enfrentan hacen de sus historias una lectura muy amena.
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