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22 de julio de 2013

"Mía es la venganza" de Friedrich Torberg

Mía es la venganza Friedrich Torberg
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Lidia Álvarez Grifoll
Editorial: Sajalín

SINOPSIS:
En una brumosa mañana de noviembre de 1940, un hombre espera en el muelle de Nueva Jersey la llegada de unos amigos procedentes de Europa. En más de una ocasión su mirada se detiene en la figura frágil y encorvada de un extranjero que arrastra inquieto su pierna izquierda por la sala de espera y el muelle. Cuando el hombre le pregunta a quién espera, el extranjero le responde que son muchos, exactamente setenta y cinco, aquellos que deberían llegar. Y sin embargo, nunca llega nadie. Luego, en una larga conversación, el extranjero evoca con todo detalle el estremecedor recuerdo de lo sucedido años atrás en el campo de concentración de Heidenburg, cerca de la frontera holandesa, y el dilema planteado entre los judíos allí encerrados: Abandonar toda resistencia y conceder la venganza a Dios, o morir ejecutando al verdugo. Mía es la venganza, perturbador y lúcido relato publicado por primera vez en 1943 durante el exilio de su autor en Estados Unidos e inédito hasta ahora en español, es considerado la obra maestra de Friedrich Torberg, y una de las primeras narraciones del Holocausto. La presente edición también incluye el relato El regreso del Golem.

OPINIÓN:
Es un relato muy breve que sin embargo no presenta carencias en su planteamiento. A pesar de aquello a lo que estamos acostumbrados en lo que al tratamiento de los campos de concentración se refiere (novelas de trescientas páginas y películas de tres horas) Torberg presenta una historia perfectamente definida en sólo 66 páginas.
El planteamiento difiere de otras obras sobre el tema que he conocido, y dejando a un lado el morbo de las torturas y el trato inhumano al que se sometió a los judíos, se centra en la idea de la disyuntiva a la que se enfrenta dicho pueblo, no sólo durante la II Guerra Mundial, sino desde el comienzo de los tiempos: agachar la cabeza en vida y esperar la venganza de su Dios (“mía es la venganza, yo retribuiré”, dijo el Señor) o levantarse contra el opresor en esta vida. En esas meditaciones el protagonista roza la obsesión con el hecho de que la historia del pueblo judío parece estar escrita, habiéndosele despojado del derecho a decidir.
Me ha gustado mucho en general (lo cual no me pilla por sorpresa pues siempre he sido un apasionado de la II Guerra Mundial) aunque al final del relato debo ponerle dos peros y no pequeños: es confuso y muy difícilmente creíble. Y por confuso no me refiero a final abierto, a lo Paul Auster, sino a que el lector queda, simple y llanamente, sin tener ni idea de lo que está ocurriendo (afortunadamente esta sensación se produce exactamente en la última frase, con la que si el autor pretendía poner la guinda al pastel, en mi humilde opinión se equivocó, por lo que no impide disfrutar del resto del relato). En cuanto a la credibilidad de lo ocurrido, es cierto que en ningún momento se diga que está basado en personajes reales y que existen las llamadas “licencias de escritor”, pero es una pena no haber trabajado un poco más la trama para no dar esa sensación de “final porque llego al número de páginas apalabradas”, que es lo que parece.
El segundo relato, “El regreso del Golem”, que me ha gustado bastante más, es un recorrido en equipo por militantes de las S.S. y judíos voluntarios que no pudieron o no quisieron escapar, con las lógicas e inevitables tensiones entre ambos grupos, por las leyendas judías que inundan la cultura popular de Praga: su cementerio, su sinagoga y, sobre todo y con gran relevancia al final de la historia, el mito del Golem.

1 comentario:

  1. No conocía el libro y también me gusta mucho ese período histórico, así que tomo nota, que además últimamente los relatos breves me están dando muchas alegrías.

    Gracias por la reseña y un saludo.

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