Género: Narrativa
Traducción: Rumi Sato
SINOPSIS:
“Hasta la idea de mi propia muerte me hacía estremecer con un placer desconocido. Tenía la sensación de poseer todo”. Koo-chan, el joven narrador de Confesiones de una máscara, es un alma atormentada por una sensibilidad turbadora que va creciendo con el estigma de saberse diferente a los demás. De aspecto débil y enfermizo, solitario y taciturno, de extracción menos favorecida que sus compañeros, irá descubriendo sus inclinaciones homosexuales cuando se siente atraído por Omi, un chico de fuerte constitución. Pero, esclavo de lo convencional, no puede aceptar que trasciendan sus diferencias y deseos, por lo que establece una relación con Sonoko, la hermana de su amigo Kasuno, intentando convencerse de que está enamorado de ella. Mientras asume su escaso poder para amar, irán aflorando sus fantasías y su fascinación por la belleza entremezclada con la sangre, la violencia, la muerte..., escenificado en el cuadro de Guido Reni que representa el martirio de San Sebastián. Confesiones de una máscara, traducida por primera vez del japonés, es un clásico de la narrativa moderna. Narrada en primera persona, ha sido considerada como una de las novelas más autobiográficas de Mishima. Polémica en su momento por su temática, fue su primer gran éxito literario que lo catapultó a la fama. Escrita con deslumbrante perspicacia y emotividad, y el culto a la palabra y a la estética que lo caracterizó, Mishima describe el camino de luces y sombras de Koo-chan, quien, para sobrevivir en aquel Japón de los años treinta y cuarenta, debe ocultarse tras una máscara de corrección, convirtiendo su vida en un escenario, en una mascarada en la que confluyen la realidad con las apariencias. “Esperaba la muerte como una dulce esperanza”.
OPINIÓN:
Novela autobiográfica en la que el autor narra sus primeros años de vida (finaliza cuando tiene poco más de veinte años) en la que el tema central es la homosexualidad de su protagonista, circunstancia en torno a la que gira el grueso de la obra, a la que adorna con brevísimas referencias a su infancia enfermiza que han hecho de él un niño-hombre débil y la II Guerra Mundial, período durante el cual trabaja como administrativo en la industria de la aviación.
La novela está escrita de una forma muy limpia, casi musical, y plagada de interesantes reflexiones donde abundan las metáforas. Y es esa calidad literaria lo que hará que vuelva al autor de aquí a un tiempo porque en lo que se refiere estrictamente a esta obra, me ha parecido bastante densa y repetitiva, con dos hechos principales en los que se estanca durante infinidad de páginas: el florecer de sus primeros sentimientos hacia un chico rudo, fuerte, antítesis del autor a nivel intelectual y, posteriormente, el intento de sentirse atraído por una mujer, hermana de un amigo. Esta segunda parte está plagada de sentimientos contradictorios que el autor escenifica haciendo uso de varias voces interiores, unas que tratan de abrirle los ojos a lo que siente en realidad, otras con las que intenta engañarse a sí mismo. Por lo demás, al margen de estos dos episodios, apenas alguna referencia a los trucos que empleaba para no ser descubierto por quienes lo rodeaban (estudia al hombre considerado normal y trata de ponerse siempre en su lugar, adelantándose a lo que otros esperan de él) y el comienzo de la novela, probablemente lo mejor, donde explica lo que siente conforme van aflorando esos sentimientos que tal vez no deberían estar ahí: su atracción por la ropa femenina, las estampas masculinas y el olor a sudor de los soldados.
Pienso que la obra podría haber dado mucho más de sí en caso de no detenerse tanto en su análisis de los sentimientos hacia el chico malo del colegio y la hermana de su amigo, que prácticamente copan toda la obra, si bien es cierto que la escribió con veinticuatro años y poco más podía contar en ese aspecto, pues desviarse hacia la Guerra o la situación socio-cultural del Japón de la época hubiera sido salirse del camino marcado. Además creo que es de agradecer la elegancia con que el autor esquiva el morbo fácil y las escenas de sexo explícito con las que otros autores no hubieran tenido reparo en bombardear páginas que no hubiera sido sino un relleno innecesario.
La novela está escrita de una forma muy limpia, casi musical, y plagada de interesantes reflexiones donde abundan las metáforas. Y es esa calidad literaria lo que hará que vuelva al autor de aquí a un tiempo porque en lo que se refiere estrictamente a esta obra, me ha parecido bastante densa y repetitiva, con dos hechos principales en los que se estanca durante infinidad de páginas: el florecer de sus primeros sentimientos hacia un chico rudo, fuerte, antítesis del autor a nivel intelectual y, posteriormente, el intento de sentirse atraído por una mujer, hermana de un amigo. Esta segunda parte está plagada de sentimientos contradictorios que el autor escenifica haciendo uso de varias voces interiores, unas que tratan de abrirle los ojos a lo que siente en realidad, otras con las que intenta engañarse a sí mismo. Por lo demás, al margen de estos dos episodios, apenas alguna referencia a los trucos que empleaba para no ser descubierto por quienes lo rodeaban (estudia al hombre considerado normal y trata de ponerse siempre en su lugar, adelantándose a lo que otros esperan de él) y el comienzo de la novela, probablemente lo mejor, donde explica lo que siente conforme van aflorando esos sentimientos que tal vez no deberían estar ahí: su atracción por la ropa femenina, las estampas masculinas y el olor a sudor de los soldados.
Pienso que la obra podría haber dado mucho más de sí en caso de no detenerse tanto en su análisis de los sentimientos hacia el chico malo del colegio y la hermana de su amigo, que prácticamente copan toda la obra, si bien es cierto que la escribió con veinticuatro años y poco más podía contar en ese aspecto, pues desviarse hacia la Guerra o la situación socio-cultural del Japón de la época hubiera sido salirse del camino marcado. Además creo que es de agradecer la elegancia con que el autor esquiva el morbo fácil y las escenas de sexo explícito con las que otros autores no hubieran tenido reparo en bombardear páginas que no hubiera sido sino un relleno innecesario.
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