Páginas

11 de agosto de 2013

“Los perros y los lobos”, de Irène Némirovsky

Los perros y los lobos Irène Némirovsky
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: José Antonio Soriano Marco
Editorial: Salamandra

SINOPSIS:
Publicada por primera vez en 1940 —año en que Irène Némirovsky huyó de París en compañía de su marido y sus dos pequeñas hijas para refugiarse en un pueblo de la Borgoña—, ésta es la última obra que la autora de la magistral "Suite francesa" publicó en vida, dos años antes de su deportación y asesinato en Auschwitz. Teñida de marcados ecos autobiográficos, la novela se construye con retazos de la infancia y del exilio, la crisis de identidad, las historias de amor, todo sujeto a los azarosos caprichos del destino. Ada y Harry Sinner, parientes lejanos, son dos jóvenes judíos procedentes de niveles sociales muy distintos a quienes un recuerdo infantil ha dejado una huella imborrable en sus vidas. Ada abandonó Ucrania poco antes de la revolución bolchevique, se ha casado con su primo Ben y lucha por abrirse camino como pintora. Harry, por su parte, ha contraído matrimonio con una joven francesa, hermosa, rica y católica, y se mueve en el mundo de las altas finanzas. Pero la fascinación que siente al contemplar dos cuadros de Ada en un escaparate lo llevan a recordar el mundo que ambos han dejado atrás.
Con su destreza habitual para el retrato psicológico, Némirovsky delinea con claridad el torbellino de sentimientos de un clásico triángulo amoroso. Al hilo de los apasionados personajes, el relato transporta al lector desde Ucrania hasta el París de los años veinte, y la tensión narrativa crece sin cesar hasta la conclusión del relato.

OPINIONES:
He leído “Los perros y los lobos”, de Irène Némirovsky (en realidad es relectura). Es una novela corta donde Némirovsky narra las vicisitudes de Ada Sinner, una joven judía nacida en un barrio judío pobre, cerca del gueto, en Ucrania, Kiev. Con el tiempo y debido a una serie de circunstancias, su progenitor, enriquecido por haber entrado en contacto con la rama rica de la familia, decide enviarla a Francia con su tía y sus primos, para un mejor porvenir. A lo largo de la obra el lector es testigo de como la Ada niña crece, se hace mujer y su existencia se desenvuelve austera, melancólica, desposeída de raíces. 
Del primer capítulo a la mitad Némirovsky realiza un excelente contraste entre las distintas clases de judíos, ricos, burgueses y pobres. Las descripciones de las distintas formas de vida y concepciones del mundo y de la raza son afiladas, concisas. Igualmente, la construcción y perfil de los personajes es notable, de la forma que nos acostumbró Némirovsky.
A través de los paisajes que Ada pinta de su tierra natal, cuando se encuentra en Francia, me ha transmitido la añoranza que debía sentir la autora por su tierra de Kiev, de la que debió huir por el estallido de la Revolución rusa (me ha recordado a su otra novela "Nieve en otoño"). También me ha hecho percibir la sensación de la no pertenencia a ningún lugar, que se podría relacionar con el hecho de que Némirovsky intentó, en repetidas ocasiones, obtener la nacionalidad francesa y que nunca le concedieron. Otro rasgo biográfico que se observa en esta novela es el vínculo que Irène pudo establecer con su padre, al que adoraba o respetaba de niña, pero del que se fue alejando cuando se enriqueció. De este mismo tema es recomendable leer "David Golder" o "El maestro de almas", ambas retratan la decadencia y sordidez de la sociedad, de los hombres que se aprovechan o sirven de ella para enriquecerse.
En suma, una lectura muy recomendable, especialmente por las primeras 100 páginas.
Dolors Martínez

Ambientada en los primeros años del siglo XX, la autora nos cuenta la vida de Ada Sinner, una niña judía de origen humilde que vive en una ciudad de Ucrania y a la que conocemos desde su más tierna infancia. Un encuentro fortuito hará que conozca a Harry Sinner, un primo lejano que pertenece a la clase social judía más adinerada y al que siempre recordará. Años más tarde Ada se trasladará a París con su familia, donde tendrá lugar el reencuentro con su primo. La personalidad peculiar de Ada nos acompaña a lo largo de toda la novela. "Los perros y los lobos" es una novela con una gran fuerza, que trata muchos temas, el dinero, la marginación, el destino, sentimientos, pasiones... y del alma humana en general. De la primera parte del libro (la vida en la ciudad ucraniana) destacaría las descripciones de las distintas clases sociales y estilo de vida de los judíos. De los libros que he leído de ella, es el que habla más a fondo sobre los judíos y su mundo. Y una vez más se nota la influencia del origen ruso de la autora, sus propias raíces judías y los años que vivió en Francia. Me ha gustado.
Esther Rodríguez

Es la primera novela que leo de esta autora, de quien jamás había visto una crítica o reseña negativa y ahora entiendo por qué. Por una vez, la sinopsis que de toda obra nos brinda su contraportada no extiende cheques que el contenido no puede pagar: realmente la tensión narrativa crece sin cesar hasta la conclusión del relato.
La obra representa una magnífica instantánea del colectivo judío a principios del siglo XX, en la que su autora desgrana no sólo actos, sino también sentimientos e inquietudes, tanto de la clase baja como de los más acaudalados, y juega con maestría la baza que supone el que un mismo apellido sea compartido por ellas (tan iguales pero tan distintos, como los perros y los lobos). En la segunda parte, desarrollada en París, tendremos además un tercer punto de vista, exterior a ellos, que mira con recelo a todo judío que se cruza en su vida, en su camino, sea cual sea su condición social.
Una obra narrada con firmeza, sin rodeos ni divagaciones, que fluye a intenso ritmo (no es extraño que entre un capítulo y el siguiente transcurran dos años) y con unos personajes magistralmente creados por la autora que son de los de mayor potencial con los que me he encontrado, atreviéndome a decir que cada uno de ellos podría tener su novela propia: Israel Sinner, padre de la protagonista e infatigable comerciante que quema su vida tratando de cerrar el siguiente negocio para que nada falte a su hija ni a los familiares de que tenga que hacerse cargo; la tía Rhaissa y su infalible ojo para trepar por una escala social que según ella nunca debió haber bajado; su hija Lilla, tan desafortunada, tan imprudente, tan fácil de engañar; Madame Mimi, tutora que sabe más por lo visto y vivido que por lo estudiado en cualquier libro, la propia protagonista, Ada Sinner, con cuya faceta de artista que busca más saciar el apetito de su alma que el reconocimiento de terceros se podrían escribir cientos de hojas (esta novela encara más su faceta romántica, sus sentimientos hacia el hombre de sus sueños); los Sinner ricos, propietarios de uno de los mayores bancos de Europa, con intereses en todo el mundo y los enfrentamientos internos que toda empresa de tal magnitud conlleva; los Delarcher, franceses de alta alcurnia que unen sus intereses a los Sinner no sin cierto recelo al principio; y el que más me ha gustado con diferencia, Ben Sinner, que encarna a la perfección el ideal del "calavera" que Larra nos describiera en sus artículos.
Ansioso por seguir conociendo el universo de esta autora.

3 comentarios:

  1. Me encanta Nemirovsky. Tomo nota

    ResponderEliminar
  2. A mí también, he leído prácticamente todo lo publicado en español de sus obras. Este libro no es el mejor de ella, pero me ganó por las descripciones sobre los judíos, paisajes y personajes, me encanta su estilo. Bueno, no puedo ser muy imparcial, casi la considero de la familia. :)

    ResponderEliminar
  3. La leí este año y me gustó, como todo lo de esta autora. No sé por qué no hice ninguna mini-reseña... Saludos.

    ResponderEliminar