Género: Novela
Traducción: Antonio Mauri
SINOPSIS:
El director del Daily Beast, lord Cooper, quiere que John Boot, novelista famoso, cubra el conflicto que se esta desarrollando en el país africano de Ismailia. Pero por una cadena de equivocaciones acaba provocando que el puesto del célebre escritor lo ocupe William Boot, un humilde colaborador del diario que escribe una columna semanal sobre historia natural. Este viaje acabará siendo auténticamente surrealista, los corresponsales de guerra están todo el día borrachos, el conflicto no existe, y los periodistas se inventan las noticias con el objetivo de adelantarse a la competencia y mover así a la opinión pública.
OPINIÓN:
OPINIÓN:
Es una novela no muy extensa, en la que se narra las peripecias de William Boot, un hombre joven y, por lo tanto, poco experimentado, que por azares del destino se convierte en el corresponsal extranjero del periódico londinense “Daily Beast”.
Han llegado rumores de que en un remoto país del corazón de África, Ismalia, está a punto de producirse un enfrentamiento, lo más posible una guerra civil. Por este motivo todos los periódicos ingleses y otros medios internacionales se deben apresurar a cubrir los acontecimientos, hay que ir en busca de la noticia.
El periplo de Boot desde que parte de Inglaterra, hasta que llega al país africano y lo que sucede realmente allí, es la mejor parte de la novela. No me he reído a carcajadas, pero me ha mantenido la sonrisa en la cara. Durante esas páginas es evidente el humor al más puro estilo inglés; percances domésticos y situaciones estrambóticas de consecuencias ridículas o desmesuradas. Al mismo tiempo, la situación que vive el protagonista y sus colegas periodistas reflejan con mucha ironía la esencia de la profesión, el alma del sensacionalismo propio de los tabloides informativos ingleses. Incluso en el algún momento se nombra al periodismo como el cuatro poder, lo que me hace suponer que, dentro de la caricatura, de lo esperpéntico, hay cierto calado que conduce a reflexionar sobre el rol del periodismo y si las noticias son lo que parecen, son creación de los periodistas, o ambas cosas.
El final me ha sobrado un poco, pero no por ello es malo, hay ciertos detalles que por ser solamente típicos o referentes a Inglaterra se escaparon de mi entera comprensión.
Es el primer libro que leo del autor, no puedo decir que me haya encantado pero no es un mal acercamiento. Pienso que Waugh es un autor con un estilo firme, que cada fragmento escrito tiene una intencionalidad o significado. Habrá que leer su obra más famosa, “Retorno a Brideshead”, para conocerlo mejor.
Han llegado rumores de que en un remoto país del corazón de África, Ismalia, está a punto de producirse un enfrentamiento, lo más posible una guerra civil. Por este motivo todos los periódicos ingleses y otros medios internacionales se deben apresurar a cubrir los acontecimientos, hay que ir en busca de la noticia.
El periplo de Boot desde que parte de Inglaterra, hasta que llega al país africano y lo que sucede realmente allí, es la mejor parte de la novela. No me he reído a carcajadas, pero me ha mantenido la sonrisa en la cara. Durante esas páginas es evidente el humor al más puro estilo inglés; percances domésticos y situaciones estrambóticas de consecuencias ridículas o desmesuradas. Al mismo tiempo, la situación que vive el protagonista y sus colegas periodistas reflejan con mucha ironía la esencia de la profesión, el alma del sensacionalismo propio de los tabloides informativos ingleses. Incluso en el algún momento se nombra al periodismo como el cuatro poder, lo que me hace suponer que, dentro de la caricatura, de lo esperpéntico, hay cierto calado que conduce a reflexionar sobre el rol del periodismo y si las noticias son lo que parecen, son creación de los periodistas, o ambas cosas.
El final me ha sobrado un poco, pero no por ello es malo, hay ciertos detalles que por ser solamente típicos o referentes a Inglaterra se escaparon de mi entera comprensión.
Es el primer libro que leo del autor, no puedo decir que me haya encantado pero no es un mal acercamiento. Pienso que Waugh es un autor con un estilo firme, que cada fragmento escrito tiene una intencionalidad o significado. Habrá que leer su obra más famosa, “Retorno a Brideshead”, para conocerlo mejor.
Dolors Martínez
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