Género: Narrativa
Editorial: Alfaguara
SINOPSIS:
Treinta años atrás, cuando Benjamín Chaparro era prosecretario en un juzgado de instrucción, llegó a su oficina la causa de un homicidio que no pudo olvidar. Ahora, ya jubilado, repasa buena parte de su vida, las instancias de ese caso y sus insospechadas derivaciones, y la historia de un amor secreto que lo mantiene acorralado entre la pasión y el silencio.Una trama policial ambientada en los años sesenta y setenta, en una Argentina que paulatinamente se sumerge en la violencia política y cuyos personajes luchan contra la impunidad, la burocracia del sistema judicial y las miserias propias y ajenas.
Una historia protagonizada por hombres que hicieron de la búsqueda de la verdad un destino; de la memoria, un camino imprescindible, y de la lealtad, un culto que trasciende el tiempo, las distancias y la muerte.
OPINIONES:
Como había leído algún cuento del autor que me dejó con ganas de más y había visto la película-adaptación de esta novela y me había gustado mucho, me animé con el libro. La verdad es que no me defraudó, y eso que es difícil ya teniendo la imagen de la película en mente. La historia es buenísima y el texto se disfruta sin perder en ningún momento el interés, sobre todo los capítulos que cuentan la historia del amor oculto del narrador por su ex-compañera de trabajo. Además, aunque tiene un final tan sorprendente como el de la película, para mi gusto este es más creíble y lo prefiero. La recomiendo, por supuesto.
Como curiosidad agrego que el título original del libro es "La pregunta de sus ojos" pero al parecer, después de la película, la editorial lo cambió.
Silvina Romano
Esta novela es preciosa. Me ha deparado un fin de semana entretenido. Voy a referirme sólo al libro y no a su tan laureada adaptación al cine. Es un policial sin serlo, ¿a qué me refiero? a que no se hace hincapié en la acción o en los entreveros del caso tanto como en el complejo mundo interno de los personajes, por cierto muy bien construidos. Los saltos temporales y de narrador son correctos, porque dan la idea de todo lo que ha transcurrido en treinta años y las consecuencias del nudo central de la trama: el asesinato de Liliana Colotto de Morales y el descubrimiento de la verdad. A destacar: la descripción de una Argentina convulsa, el uso del folclore judicial con tanta fluidez que asombra (me arrancó más de una sonrisa por lo familiar del tema), y el ritmo sobre todo, que hace que uno no pueda despegarse de la lectura hasta concluirla sin perder en estética, y sin ánimos de pomposidad. Un imprescindible.
'La pregunta de sus ojos', ópera prima de Eduardo Sacheri llevada al cine con notable éxito pues fue galardonada con el Oscar 2010, me ha gustado mucho. El libro nos presenta la historia de dos deseos amorosos: el del narrador-escritor que, enamorado de una jueza, ve como los años pasan distraídos en su día día y disueltos entre las sombras del tiempo. Y el segundo, trágico y violento, en donde una historia de amor consumada se interrumpe trágicamente por el asesinato de uno de ellos: la mujer.
Ambas historias se van entrelazando por voluntad del narrador protagonista, Benjamín Chaparro que, jubilado de su cargo de secretario en un juzgado de instrucción, desea hacer realidad el viejo sueño que siempre albergó: ser escritor. Y nada mejor que valerse de una aciaga historia que le tocó vivir treinta años antes y que gira en torno a un asesinato. La puesta en marcha de sus recuerdos llevan al lector a seguir con interés no sólo el desarrollo de la investigación, la casual detención del asesino, su posterior desaparición y sorprendente resolución del conflicto, sino también el laberinto sentimental del narrador del cual busca ávidamente una salida.
Es una buena novela, bien escrita, cuya dosificada historia atrae desde las primeras páginas al lector que no tiene necesidad de volver sobre sus pasos. La interesante trama policial no impide hondas reflexiones sobre el sentido de la vida en la que la amistad, el amor y la venganza a veces condicionan dramáticamente los destinos. Ha sido un placer.
Ana Ballester
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