Género: Narrativa
Traducción: Rosa Chacel
SINOPSIS:
"La peste" es una de las novelas más importantes escritas en Francia después de la segunda guerra mundial, y considerada como una obra clásica de la literatura contemporánea. Su contenido trasciende la anécdota: una epidemia de peste en la ciudad de Orán provoca una era de tortura y de muerte en el mundo. La narración describe admirablemente la atmósfera de la ciudad acosada por la peste y el denuedo de los hombres que arriesgan sus vidas para salvarla del atroz bacilo. El libro se ciñe a los hechos en un momento dado; sin embargo, prevalece en él el recuerdo de un universo existente antes y después de tales hechos, un universo rico en vida y dinamismo.
OPINIONES:
Lo leímos en el Club de lectura en octubre de 2016.
Excelente novela. Albert Camus toma al ser humano y lo obliga a convivir con el aislamiento y el temor profundo a la aniquilación total. Podemos ver la evolución del terror en algunos, la codicia, la ceguera de otros (el portero que se negaba a creer que las ratas morían por decenas en su edificio), y también el inverso los seres humanos que se aprovechaban de la situación extrema para sacar provecho personal.
El relato no se concentra en sentimentalismos absurdos ni tampoco en las desventuras físicas de los personajes, no juega demasiado con el asco del lector, es una visión tremendamente objetiva, pero no desprendida ni carente de compromiso. Me ha encantado sobre todo porque abre una puerta a la esperanza, el absurdo de nuestra condición es el comienzo de nuestro engrandecimiento como raza. Lo recomiendo.
Lo leímos en el Club de lectura en octubre de 2016.
Impresionante
novela (sí, me ha gustado y mucho) que adopta forma de crónica y
encierra un ensayo que trata diversos asuntos, siendo el principal, en
mi opinión, la soledad. Y nos plantea el autor un tipo de soledad muy
particular: el aislamiento.
Las puertas de la ciudad se cierran ante la epidemia de peste que la asola, contándose por millares las personas que quedan en su interior. Sin embargo, muestra el autor cómo apenas sentimos la compañía de esos miles de personas cuando la familia, los amigos, aquellos a quienes amamos, en suma, han quedado al otro lado de las murallas, o al mismo lado pero recluidos en edificios en cuarentena. Es una forma de soledad tanto o más dolorosa que la de un ser sin nadie alrededor.
Nos muestra el autor, además, las diversas reacciones que tienen ante la epidemia sus variopintos protagonistas, donde tenemos médicos, funcionarios, autoridades gubernativas, periodistas, clérigos, fugitivos de la justicia, niños y vecinos anónimos que un día dejaron de caminar por la calle envolviendo la ciudad en el más tétrico de los silencios. Rotas las cadenas del afecto por causa del aislamiento veremos a unos ennoblecerse como jamás hubieran pensado que podrían hacerlo y a otros, por el contrario, insensibilizarse hasta el punto de intentar sacar partido de la terrible situación.
Las puertas de la ciudad se cierran ante la epidemia de peste que la asola, contándose por millares las personas que quedan en su interior. Sin embargo, muestra el autor cómo apenas sentimos la compañía de esos miles de personas cuando la familia, los amigos, aquellos a quienes amamos, en suma, han quedado al otro lado de las murallas, o al mismo lado pero recluidos en edificios en cuarentena. Es una forma de soledad tanto o más dolorosa que la de un ser sin nadie alrededor.
Nos muestra el autor, además, las diversas reacciones que tienen ante la epidemia sus variopintos protagonistas, donde tenemos médicos, funcionarios, autoridades gubernativas, periodistas, clérigos, fugitivos de la justicia, niños y vecinos anónimos que un día dejaron de caminar por la calle envolviendo la ciudad en el más tétrico de los silencios. Rotas las cadenas del afecto por causa del aislamiento veremos a unos ennoblecerse como jamás hubieran pensado que podrían hacerlo y a otros, por el contrario, insensibilizarse hasta el punto de intentar sacar partido de la terrible situación.
Excelente novela. Albert Camus toma al ser humano y lo obliga a convivir con el aislamiento y el temor profundo a la aniquilación total. Podemos ver la evolución del terror en algunos, la codicia, la ceguera de otros (el portero que se negaba a creer que las ratas morían por decenas en su edificio), y también el inverso los seres humanos que se aprovechaban de la situación extrema para sacar provecho personal.
El relato no se concentra en sentimentalismos absurdos ni tampoco en las desventuras físicas de los personajes, no juega demasiado con el asco del lector, es una visión tremendamente objetiva, pero no desprendida ni carente de compromiso. Me ha encantado sobre todo porque abre una puerta a la esperanza, el absurdo de nuestra condición es el comienzo de nuestro engrandecimiento como raza. Lo recomiendo.
Me recuerda a Saramago un poquito, ¿verdad? Siempre viendo cómo actúa el ser humano ante determinadas circunstancias.
ResponderEliminarPues la verdad es que, aunque aún no he leído a Saramago (cosa que espero arreglar este año), sí que me venían a la mente imágenes de la adaptación cinematográfica de 'Ensayo sobre la ceguera' :-)
EliminarLa leí hace muchos años y coincido contigo.
ResponderEliminarClásico que tengo pendiente, de hecho lo compré hace no mucho de segunda mano =)
ResponderEliminarBesotes