Género: Narrativa
SINOPSIS:
"Marianela" (1878) pertenece a lo que Galdós llamó
"Novelas de la Primera época" (que comprenden obras como "Doña Perfecta"
y "Gloria"). Partiendo de un caso extraído de un tratado de Psicología
(la recuperación de la visión en un ciego congénito), Galdós creó una de
sus novelas más famosas. La vida trágica de la muchacha Nela, fea y
deforme, enamorada del ciego Pablo a quien sirve de lazarillo, es el
hilo conductor sobre el que se entrelazan tres temas: la ceguera y su
posible cura, la relación sentimental y la situación socioeconómica. La
maestría del escritor canario se demuestra en la articulación narrativa
de las oposiciones principales: belleza física y belleza moral;
industria y agricultura, el hoy y el ayer; cultura y naturaleza. La
relación del ciego con su lazarillo ha quedado como una de las más
bellas surgidas de la pluma de Galdós.
Así
comienza – “Tras el breve crepúsculo vino tranquila y oscura la noche
en cuyo negro seno murieron poco a poco los últimos rumores de la tierra
soñolienta”… La verdad es que no se puede escribir mejor, sin embargo
la novela no se corresponde con ese comienzo sublime. Ya se que criticar
a Galdós es casi un sacrilegio y en mi caso
más, pero la novela me ha parecido tan previsible; los diálogos de
Pablo tan empalagosos y los de Marianela, Nela, Mariquilla, María, Maria
Canela…(¿por qué tantos nombres?) tan repetitivos, que ni los valores
que ensalza, ni la crítica social, tan característica de Galdós, que
rezuma la historia, han conseguido hacerme disfrutar con ella tanto como
lo he hecho con otras novelas del maestro.
Yolanda Castilla Galdos
"¡Ay, Nela de mi corazón, chiquilla idolatrada, si Dios quisiera darme ese don que me falta!… Con él me creería el más feliz de los hombres, yo, que casi lo soy ya sólo con tenerte por amiga y compañera de mi vida. Para que los dos seamos uno solo, me falta muy poco; sólo me falta verte y recrearme en tu belleza, con ese placer de la vista que no puedo comprender aún, pero que concibo de una manera vaga. Tengo la curiosidad del espíritu, pero la de los ojos me falta. Supóngola como una nueva manera del amor que te tengo. Yo estoy lleno de tu belleza; pero hay algo en ella que no me pertenece todavía.
—¿No oyes? —dijo la Nela de improviso, demostrando interés por cosa muy distinta de lo que su amigo decía.
—¿Qué?
—Aquí dentro… ¡La Trascava!… está hablando.
¡Supersticiosa! El agua no habla, querida Nela. ¿Qué lenguaje ha de saber un chorro de agua? Sólo hay dos cosas que hablan, chiquilla mía; esas dos cosas son la lengua y la conciencia.
—Y la Trascava —observó la Nela, palideciendo— es un murmullo, un sí, sí, sí… A ratos oigo la voz de mi madre, que dice clarito: «Hija mía, ¡qué bien se está aquí!».
—Es tu imaginación. También la imaginación habla; me olvidé de decirlo. La mía a veces se pone tan parlanchina, que tengo que mandarla callar. Su voz es chillona, atropellada, inaguantable; así como la de la conciencia es grave, reposada, convincente; y lo que dice no tiene refutación.
—Ahora parece que llora… Se va poquito a poco perdiendo la voz —dijo la Nela, atenta a lo que oía.
De pronto salió por la gruta una ligera ráfaga de aire.
—¿No has notado que ha echado un gran suspiro?… Ahora se vuelve a oír la voz: habla bajo, y me dice al oído muy bajito, muy bajito…
—¿Qué te dice?
—Nada —replicó bruscamente María, después de una pausa—. Tú dices que son tonterías. Tendrás razón".
Fue la lectura elegida para el mes de octubre 2021 en el Club de Lectura de Literatura +1.
Quizá los que propusieron y votaron por esta obra, insistiendo por varios meses, lo hicieron pensando que se trataba de una novela ROMÁNTICA, un cuento color de rosa, una CENICIENTA, con final feliz... pero el cruel REALISMO de la historia los decepcionó ...
Y a mí, que pensé que no iba a participar, pues ya la había leído en dos ocasiones, la belleza de su prosa me cautivó de nuevo ...
Y me he divertido mucho queriendo descifrar sus muchos SIMBOLISMOS: como el de los NOMBRES PROPIOS DE PERSONAS Y LUGARES; la CAVERNA; la CEGUERA; EL NUEVO MUNDO; El 12 DE OCTUBRE; EL PHILLOXERA, etc.
Y aquí estoy, tratando de encontrar LOS MENSAJES de la obra, después de disfrutar su dramática y hermosa prosa española de hace siglo y medio ...
Estos fueron los mensajes que capté:
- Lo que parece no es.
- En la lucha entre lo material y lo espiritual, tiende a ganar lo físico.
- Una dolencia espiritual o emocional puede ocasionar la muerte.
- La autoestima es vital en el destino de un ser humano, incluyendo las relaciones amorosas.
- El amor familiar es la clave de la autoestima.
- La educación es lo más importante para el desarrollo del individuo y para eliminar la pobreza en la sociedad.
- La justicia social es imprescindible para evitar la indigencia.
- Los problemas sociales están soterrados y pueden explotar en cualquier momento.
- La codicia puede ser un mal tanto del aldeano como del resto de la sociedad.
- El amor y el matrimonio están sujetos a la oferta y la demanda, como la economía.
El personaje de la adolescente enamorada del ciego de quien es lazarilla, bajita y sin atractivos físicos ni amor propio, la imaginativa y "naturalista" Marianela, con quien se ensaña el autor, también es desmedido, adrede para que la trama pudiera ser lo que fue: un ejemplo de que las apariencia engañan, nunca conoceremos los íntimos recovecos de la psiquis humana, que nos da sorpresas enormes ... y de que el dolor mata.
Aunque el argumento, la trama y los personajes de la novela Marianela nos parecen desmesurados, en la vida real suceden casos parecidos con frecuencia.
Esta obra de arte de la Literatura, me ha parecido una tragedia realista disfrazada de historia de amor. Me ha gustado mucho y la recomiendo. Concluyo con este aforismo: “EL ARTE ES MAS GRANDE QUE LA VIDA".
—"¿No hay remedio? —El que mande Dios. —¿Qué mal es éste? —La muerte —vociferó con cierta inquietud delirante, impropia de un médico. —¿Pero qué mal le ha traído la muerte? —La muerte. —No me explico bien. Quiero decir que de qué… —¡De muerte! No sé si pensar que ha muerto de vergüenza, de celos, de despecho, de tristeza, de amor contrariado. ¡Singular patología! No, no sabemos nada… sólo sabemos cosas triviales. —¡Oh!, ¡qué médicos! —Nosotros no sabemos nada. Conocemos algo de la superficie. —¿Esto qué es? —Parece una meningitis fulminante. —¿Y qué es eso? —Cualquier cosa… ¡La muerte! —¿Es posible que se muera una persona sin causa conocida, casi sin enfermedad?… ¿Señor Golfín, qué es esto? —¿Lo sé yo acaso? —¿No es usted médico? —De los ojos, no de las pasiones. —¡De las pasiones! —exclamó hablando con la moribunda—. Y a ti, pobre criatura, ¿qué pasiones te matan?"
Lucila Argüello
De mis primeras lecturas como niña o adolescente y obviamente no pasó desapercibida a mis emociones; Galdós fue el malvado junto con Pablo durante muchos años para mí. ¿Cómo había sido posible que se ensañaran así con una chiquilla que solo tenía amor para dar? Marianela de bebé cayó a una máquina de carbón, era huérfana porque la vida no siempre nos bendice con una buena estrella como por ahí dicen, era una sin nombre porque nunca nadie supo el verdadero, era la Nela por ser hija de la Canela, pero tenía un enorme corazón.
“Hay una virtud que es la más preciosa y la madre de todas: La humildad, una virtud por la cual gozamos extraordinariamente.”
El rostro cenizo por el carbón y los pies descalzos eran invisibles para el mundo. Me pregunto: ¿Con cuántas Nelas nos hemos topado e ignorado?
Iniciamos enmarcando que el suicidio era un pecado mortal y la madre de Nela se suicida; La pobre chiquilla queda marcada de por vida, nadie la volvió a querer, si a eso le añadimos que era inculta y "fea", pues nada bueno podríamos esperar, para buena o mala suerte de Nela, cuando quiso ir a reunirse con su madre, la fortuna -que a saber porque-, se lo impide y la deja al amparo de una familia acomodada para ser la compañía de Pablo, un joven ciego.
El único trabajo de la Nela será ser el lazarillo del joven amo. Pasan los días y la amistad de ellos se va acrecentando hasta convertirse por parte de Nela en un gran y único amor, ella amaba a Pablo porque al no verla la amaba por cómo era, se comprendía que lo más importante para él no eran las apariencias sino el cariño. Pablo hablaba de la belleza a su manera, amaba a Nela por cómo la imaginaba y se jactaba al decir que...
“A veces el que tiene más ojos ve menos.”
Al no poder ver, Pablo hablaba de la belleza interior, esa que es más grande y más noble. Nela, en su ignorancia, era buena, bondadosa y con mucho amor para dar y no le costó mucho amar a Pablo.
Con ayuda de un narrador omnisciente, Galdós nos va dejando entrever las críticas a la sociedad de esa época que juzga sin importarles el decirse religiosos y la desigualdad de clases. (Eso no ha cambiado mucho).
“Rara vez os acercáis a un pobre para saber de su misma boca la causa de su miseria... Ni para observar qué clase de miseria le aqueja, pues hay algunas tan extraordinarias, que no se alivian con la fácil limosna del ochavo... ni tampoco con el mendrugo de pan....”
Pablo, un chico ingenuo que está a punto de recobrar la vista jamás imaginaría lo que su diario vivir con Marianela tendrá cómo final. Su ingenuidad y el no poder ver propició un final digno de Shakespeare.
Benito Pérez Galdós nos interna en un cruce de caminos: ¿Qué es más importante para amar la belleza física o la belleza del alma? ¿Es o no es importante la belleza física para poder amar?
Los paisajes por los que caminan los enamorados son bellamente descritos por la Nela, el lenguaje tan bello que nos regala Galdós, nos hará remontarnos a esos años, a esas lunas y sin más nos hará aterrizar en una realidad hosca y ruin, nuestra chiquilla sufrirá una nueva orfandad: "el desamor".
¿Puede el dolor del alma matar de esta manera?
De manera personal es y será una obra cumbre de la novela romántica.
Blanca Toral
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