Género: Narrativa
Traducción: Lucrecia Moreno
Editorial: Debolsillo
SINOPSIS:
Traducción: Lucrecia Moreno
Editorial: Debolsillo
SINOPSIS:
Una novela dentro de otra novela, un laberíntico edificio narrativo
lleno de lúgubres y clarificadoras meditaciones sobre el fatal impass
entre un hombre y una mujer. "Mi vida como hombre" (1974) es la
novela más devastadora de Philip Roth, llena de reflexiones sobre la
necesidad sexual y la ceguera; una tragedia sin concesiones a la altura
de Strindberg.
OPINIÓN:
OPINIÓN:
Curiosa estructura la de esta novela que, a su vez, es un despliegue de
alter-egos del autor. La obra comienza con dos relatos firmados por
Peter Tarnopol (Roth 1) y protagonizados por Nathan Zuckerman (Roth 2).
En el primero (‘Candor juvenil’), el autor nos brinda un magnífico
ejercicio de saltos drama/comedia para narrar la adolescencia y juventud
de su protagonista, con bastantes referencias a su familia, que sirve
además como introducción al segundo de estos relatos (‘En busca del
desastre’), donde Roth-Tarnopol pone a Roth-Zuckerman de narrador para
contar en primera persona los avatares de su caótico matrimonio, tema
central de la posterior novela (o de la segunda parte, si se quieren
considerar estos relatos parte de la novela).
En la segunda parte, titulada ‘Mi verdadera historia’, Roth-Tarnopol da vueltas (demasiadas, quizás) a su matrimonio con Maureen. Esta parte está plagada de referencias a los dos primeros relatos que, de hecho, el autor (o su alter-ego) utilizan como herramienta para dar fuerza/credibilidad a su postura, enviándoselos para su valoración (para su conocimiento, al menos) a su familia y psicólogo. Permanece la combinación de comedia y drama del segundo relato introductorio, aunque el humor (irreverente y crudo) parece tener más peso. Sin pelos en la lengua y con no pocos pasajes provocativos e incluso escatológicos, nos enfrentamos a una narración muy intensa y concentrada, con violentas peleas, intentos de suicidio y psicoterapia, que dejan sensación de comprender toda una vida cuando en realidad es un espacio temporal de no más de seis-ocho años.
Me ha gustado mucho el tono empleado por el autor, esa mirada ácida (¿y autoparódica?) con que enfrenta situaciones muy crudas y violentas y su provocativo sentido del humor. El punto negativo es su extensión o, mejor dicho, la reiteración, la sensación de que nos habla de lo mismo una y otra vez sin aportar nada nuevo. Podrían arrancarse cien páginas al azar y la novela, en esencia, no variaría demasiado. No obstante, la recomiendo.
En la segunda parte, titulada ‘Mi verdadera historia’, Roth-Tarnopol da vueltas (demasiadas, quizás) a su matrimonio con Maureen. Esta parte está plagada de referencias a los dos primeros relatos que, de hecho, el autor (o su alter-ego) utilizan como herramienta para dar fuerza/credibilidad a su postura, enviándoselos para su valoración (para su conocimiento, al menos) a su familia y psicólogo. Permanece la combinación de comedia y drama del segundo relato introductorio, aunque el humor (irreverente y crudo) parece tener más peso. Sin pelos en la lengua y con no pocos pasajes provocativos e incluso escatológicos, nos enfrentamos a una narración muy intensa y concentrada, con violentas peleas, intentos de suicidio y psicoterapia, que dejan sensación de comprender toda una vida cuando en realidad es un espacio temporal de no más de seis-ocho años.
Me ha gustado mucho el tono empleado por el autor, esa mirada ácida (¿y autoparódica?) con que enfrenta situaciones muy crudas y violentas y su provocativo sentido del humor. El punto negativo es su extensión o, mejor dicho, la reiteración, la sensación de que nos habla de lo mismo una y otra vez sin aportar nada nuevo. Podrían arrancarse cien páginas al azar y la novela, en esencia, no variaría demasiado. No obstante, la recomiendo.
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