Género: Narrativa, Relatos
Editorial: Random House
Editorial: Random House
SINOPSIS:
Un hombre se queda encerrado en una casa, mientras un escritor se encierra en un estilo. Una mujer ve dobles las botellas y el narrador ve dobles los adjetivos. Un macarra no sabe si a sus vecinos les ha tocado la lotería, pero a él le ha tocado ser un cuento en primera persona. Una inmigrante recibe en su teléfono móvil tres horas de silencio, y el autor pone los puntos suspensivos. También hay un anciano moribundo que quema todos sus libros, una carta que una niña leerá cuando sea adulta, un cuarentón que busca no cometer su crimen, un chaval que se hace un lío con el VHS y un jubilado que, como Alberto Olmos en este libro, consigna sus encuentros con la vida. De amor se habla hacia atrás y de parejas hay dos combates.
Guardar las formas reúne doce maneras de ponerse por escrito, doce situaciones de riesgo donde la soledad, el dinero, la tecnología o la muerte nos inspiran terror, empatía, fascinación o estremecimiento.
El cuento enseña a ceder enseguida la palabra, y este debut de Alberto Olmos en la narrativa breve, debut en el que abundan la indagación y la fiesta, trata sobre todo de dar voz a los otros, de huir de sí.
Un hombre se queda encerrado en una casa, mientras un escritor se encierra en un estilo. Una mujer ve dobles las botellas y el narrador ve dobles los adjetivos. Un macarra no sabe si a sus vecinos les ha tocado la lotería, pero a él le ha tocado ser un cuento en primera persona. Una inmigrante recibe en su teléfono móvil tres horas de silencio, y el autor pone los puntos suspensivos. También hay un anciano moribundo que quema todos sus libros, una carta que una niña leerá cuando sea adulta, un cuarentón que busca no cometer su crimen, un chaval que se hace un lío con el VHS y un jubilado que, como Alberto Olmos en este libro, consigna sus encuentros con la vida. De amor se habla hacia atrás y de parejas hay dos combates.
Guardar las formas reúne doce maneras de ponerse por escrito, doce situaciones de riesgo donde la soledad, el dinero, la tecnología o la muerte nos inspiran terror, empatía, fascinación o estremecimiento.
El cuento enseña a ceder enseguida la palabra, y este debut de Alberto Olmos en la narrativa breve, debut en el que abundan la indagación y la fiesta, trata sobre todo de dar voz a los otros, de huir de sí.
OPINIÓN:
Mientras hay quien no se molesta en
abrir ciertos libros ‘porque son de relatos’ (así de claro lo dicen y
así de a gusto se quedan), yo sigo disfrutando este tipo de Literatura
con mayúscula. No hace mucho fueron ‘Recetas para astronautas’ y ‘El
puente de Brooklyn’, de Basilio Pujante y Henry Miller respectivamente, y
ahora este ‘Guardar las formas’, de Alberto Olmos, a quien no conocía y
me ha dejado más que sorprendido.
La prosa de estos relatos fluye con una musicalidad casi hipnótica, y las tramas, muy originales y nada habituales (véase la sinopsis), flirtean constantemente con lo onírico y el surrealismo, en unos casos cruzando la línea (‘La botella’, ‘La suplantación’ o ‘Los sentidos’) y en otros manteniendo los pies en la realidad, pero con un toque mágico que creo hará las delicias del lector más exigente (‘Carta a una niña de cuatro años’, ‘VHS’, ‘Love performance’ o ‘Todos y cada uno de ellos, lugar y fecha’).
He quedado encantado tras la lectura de este volumen que saqué de la biblioteca y que acabaré adquiriendo, pues es una obra que pide estar en la estantería y ser releída en distintos momentos, de distintas formas.
La prosa de estos relatos fluye con una musicalidad casi hipnótica, y las tramas, muy originales y nada habituales (véase la sinopsis), flirtean constantemente con lo onírico y el surrealismo, en unos casos cruzando la línea (‘La botella’, ‘La suplantación’ o ‘Los sentidos’) y en otros manteniendo los pies en la realidad, pero con un toque mágico que creo hará las delicias del lector más exigente (‘Carta a una niña de cuatro años’, ‘VHS’, ‘Love performance’ o ‘Todos y cada uno de ellos, lugar y fecha’).
He quedado encantado tras la lectura de este volumen que saqué de la biblioteca y que acabaré adquiriendo, pues es una obra que pide estar en la estantería y ser releída en distintos momentos, de distintas formas.
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