Género: Narrativa
Traducción: Alan Pauls
Traducción: Alan Pauls
Editorial: Lumen
SINOPSIS:
«Las mujeres viven más tiempo que los hombres. Quizá sea mejor así que al revés. [...] Los hombres se deprimen con facilidad una vez que pierden a su compañera. Puede que sean más románticos que las mujeres.»
Durante toda su vida, Yukiko vivió con un terrible secreto: la mañana del 9 de agosto de 1945, antes de que se lanzara la bomba sobre Nagasaki, ella mató a su padre. En una carta que le deja a su hija después de morir, confiesa el crimen y revela que tiene un hermanastro. Pronto se descubrirá que no es solo Yukiko quien guardaba secretos inconfesables. Las historias personales se entrelazan con los acontecimientos históricos: la Segunda Guerra Mundial en Japón, los conflictos con Corea, el terremoto de 1923. Las generaciones se suceden mientras emerge un retrato lúcido de una sociedad, la japonesa, llena de contradicciones y vinculada a sus tradiciones.
En el fondo, la naturaleza, presencia constante y discreta, delicada y elegante como la escritura de Aki Shimazaki: el viento que acaricia una mejilla, las nubes en un sofocante cielo de verano, las luciérnagas volando sobre un arroyo, la hierba azul de wasurenagusa, las camelias en el bosque de Nagasaki. Frases cortas de una refinada simplicidad, unas veces delicadamente poéticas, otras sensuales, que afrontan dramas privados y universales y a través de las cuales hasta la historia más oscura termina por resolverse con la ligereza que Shimazaki es capaz de infundirle.
Ganadora del Premio Ringuet de la Academia de las Letras de Quebec, del Premio Literario Canadá-Japón y del Premio Gouverneur-Général.
Durante toda su vida, Yukiko vivió con un terrible secreto: la mañana del 9 de agosto de 1945, antes de que se lanzara la bomba sobre Nagasaki, ella mató a su padre. En una carta que le deja a su hija después de morir, confiesa el crimen y revela que tiene un hermanastro. Pronto se descubrirá que no es solo Yukiko quien guardaba secretos inconfesables. Las historias personales se entrelazan con los acontecimientos históricos: la Segunda Guerra Mundial en Japón, los conflictos con Corea, el terremoto de 1923. Las generaciones se suceden mientras emerge un retrato lúcido de una sociedad, la japonesa, llena de contradicciones y vinculada a sus tradiciones.
En el fondo, la naturaleza, presencia constante y discreta, delicada y elegante como la escritura de Aki Shimazaki: el viento que acaricia una mejilla, las nubes en un sofocante cielo de verano, las luciérnagas volando sobre un arroyo, la hierba azul de wasurenagusa, las camelias en el bosque de Nagasaki. Frases cortas de una refinada simplicidad, unas veces delicadamente poéticas, otras sensuales, que afrontan dramas privados y universales y a través de las cuales hasta la historia más oscura termina por resolverse con la ligereza que Shimazaki es capaz de infundirle.
Ganadora del Premio Ringuet de la Academia de las Letras de Quebec, del Premio Literario Canadá-Japón y del Premio Gouverneur-Général.
OPINIÓN:
Es una obra que me apetecía mucho leer y no me ha defraudado. Desde hace un tiempo que leo literatura japonesa y tenía curiosidad por este título que, ya de entrada, promete.Tras el título, “El quinteto de Nagasaki”, hay cinco historias personales entrelazadas, cuyos protagonistas cargan con sendos secretos y circunstancias atroces, y Nagasaki es el lugar donde el vinculo alcanza el cenit, muy significativo como se comprueba a lo largo de las páginas.
Particularmente, me gustan mucho los autores nipones Ryunosuke Akutagawa y Yasunari Kawabata, Aki Shimazaki es una autora contemporánea, vivieron momentos históricos distintos, pero guardan en común la sensibilidad ante los acontecimientos y el lirismo de la prosa que se funde en el paisaje. En el caso de la obra de Shimazaki me han parecido muy bellas las alusiones frecuentes a ciertas flores que revisten de simbolismo a las historias que conforman el “quinteto”, las camelias y las “no me olvides”.
Además que el contacto de los personajes con la naturaleza está muy presente, en general, ya sea las colinas, los arroyos o un jardín cercano.
Las cinco historias trascurren entre Tokio y Nagasaki, dos zonas separadas por cientos de kilómetros pero conectado por una historia familiar. Son historias personales, intimas, contadas en primera persona, una voz narrativa que facilita al lector entrar en ellas.
Las historias se entrelazan por secretos y sucesos familiares trágicos o difíciles de transmitir por la mentalidad de la sociedad japonesa de antaño. La superstición o la tradición familiar sobre la gestión de la herencia y los matrimonios concertados pesa como una gran losa, en algún grado u otro, en los protagonistas (no los mencionaré, prefiero que el lector los descubra igual que hice yo). A través de ellos se unen las cinco historias personales, que al mismo tiempo se convierten en el testimonio histórico del Japón del siglo XX. En los relatos confluyen varias generaciones y a lo largo de casi todo el siglo, el lector se transporta al gran terremoto de 1923, es testigo del papel de Japón en la II Guerra Mundial, en especial el impacto de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, o del conflicto nipón con Corea.
Me ha gustado mucho. Se lee con fluidez por los capítulos cortos y el estilo sencillo y claro. Como ya he dicho, destaco la sensibilidad y también que la autora cuente de una forma directa y visión amplia los hechos históricos mencionados. Hay hechos que ignoraba y me han parecido tremendos.
Por último, como nota curiosa, la edición viene con un glosario de palabras en japonés traducidas al castellano (las palabras están introducidas en su idioma original, japonés, en el interior de los textos).
Dolors Martínez
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