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11 de octubre de 2018

"El Ruletista", de Mircea Cărtărescu

El ruletista Mircea Cartarescu
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Marian Ochoa de Eribe
Editorial: Impedimenta

SINOPSIS:
Prohibido durante años en Rumanía por lo explícito de su argumento, El Ruletista constituye uno de los más brillantes hitos narrativos de la reciente literatura europea.
Esta pieza, tan breve como intensa, narra la improbable historia de un hombre al que nunca le ha sonreído la suerte, un desarraigado que sorprendentemente hace fortuna participando en letales sesiones de ruleta rusa. Multitudes enfervorecidas, presas del morbo, guardan cola para participar en las ceremonias de muerte y redención en que se convierten sus apariciones, y que dan paso a la histeria colectiva. Un escritor moribundo que conoció al Ruletista en su juventud intenta explicar cómo ese hombre insulso termina convirtiéndose en alguien inmortal y aparentemente inexpugnable, cuando en realidad en él solo anida el más desesperado espíritu de la autodestrucción.
Mircea Cartarescu hace de una historia breve una parábola universal.

OPINIONES:
Acabo de terminar de leer “El ruletista” -que me ha gustado mucho por la apasionante historia que narra y su maestría para contarla-, una breve historia de Mircea Cărtărescu, autor que en estos días está en la prensa por haber recibido el premio Formentor de las Letras 2018, concedido en Buenos Aires y entregado próximamente en Barcelona por su trayectoria en la que, según palabras textuales, sobresale “la transformación radical de la conciencia humana”, y por la publicación en España de su libro “El ala izquierda” el primero de una trilogía. Este pequeño relato, a pesar de formar parte de un libro más extenso “Nostalgia” (remedando el título de la primera película (1983) de Tarkovski), se publicó independientemente por la editorial Impedimenta y así ha llegado a mis manos.
Después de haberlo leído un par de veces este pequeño relato que se engulle ávidamente, podría decir que desarrolla dos historias: la PRIMERA, la del NARRADOR y su agónica lucha -no exenta de breves momentos oníricos que traslucen los interrogantes ante su destino final- para permanecer vivo en la única historia que cree auténtica: la del “ruletista” al que conoció como amigo de la infancia y como participante en las tenebrosas partidas suicidas. La SEGUNDA, la del RULETISTA, un harapiento que caracterizado por su mala suerte en cualquier juego de azar que emprenda, se ofrece voluntario a participar en la RULETA RUSA a fin de romper el maleficio de su “mala suerte” y ganar la partida a la muerte... Y no cuento más, pero vale la pena su lectura. Me ha encantado.
Ana Ballester

“Sin embargo, estas diez o quince páginas son otra cosa, se trata de un juego diferente. Mi lector de ahora no es otro que la muerte. Veo ya sus ojos negros, húmedos, atentos como los ojos de una adolescente, leer mientras completo una línea tras otra. Estas hojas contienen mi proyecto de inmortalidad”.
He leído el cuento El Ruletista, publicado en 1993 después de haber sido prohibido por la censura comunista, del afamado escritor rumano Mircea Cărtărescu, (Bucarest en 1956) enfant terrible en los 80 y ahora profesor y candidato al Premio Nobel de Literatura … postmodernista o neovanguardista, onírico, poeta.
Desde el principio es impactante e impresiona por su gran fuerza intelectual y narrativa. El narrador es un escritor que al final de su vida, con un lenguaje finísimo, armonioso y poético, se cuestiona, se critica, se autoevalúa y cuenta la historia triste de uno de sus mejores amigos, conocido desde la infancia. La introducción y traducción de Mariam Ochoa de Eribe Urdinguio son impecables.
La historia es aparentemente sencilla, atrapante parábola urbana y lúdica: es la de un hombre, El Ruletista, con tan mala suerte que para sobrevivir tuvo que apostar contra sí mismo.
La forma en que está escrita es excepcionalmente bella y erudita. Contiene muchas figuras esotéricas, filosóficas y religiosas y por supuesto, oníricas. Fue un gran placer leer este hermoso cuento.
“¿Y después? Incluso aunque —algo muy poco probable— consiguiera crear lo que no he creado en sesenta años de trabajo —una obra maestra—, me pregunto para qué… Para mi objetivo final, para mi gran apuesta (junto a la cual todas las obras maestras del mundo no son más que polvo de clepsidra), es suficiente con hilvanar en tres líneas las etapas de la vida larvaria de un psicópata”.
Lucila Argüello

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