Género: Narrativa
Traducción: Julián Díez
Traducción: Julián Díez
Editorial: Cátedra
SINOPSIS:
Una agradable y ligera descarga eléctrica, activada por la alarma automática del Climatizador de Ánimo Penfield, despierta a Rick Deckard, que deja la cama ataviado con su pijama multicolor y apremia a su esposa a que reajuste su climatizador para sentir deseos de levantarse. Deckard es un cazarrecompensas, trabaja para el Departamento de Policía de San Francisco retirando androides de las calles. Vive en una Tierra prácticamente desierta desde que los seres humanos han emigrado a la nueva colonia en Marte después de la Guerra Mundial Definitiva. Los pocos que aún quedan en nuestro planeta buscan poseer carísimos animales; a través de ellos sienten la empatía que los diferencia de los androides. Sin embargo, Deckard sufre por no poder permitirse económicamente uno y finge cuidar de una oveja auténtica cuando en realidad es solo un ejemplar eléctrico. Ataviado con su modelo Ajax de Calzón de Plomo Mountibank contra el polvo radiactivo, se encamina al trabajo, descubre que su superior está en el hospital con una herida de láser en el espinazo y recibe la orden de perseguir al nuevo androide que ha podido ser el responsable, el Nexus-6, de cerebro altamente sofisticado.
OPINIÓN:
Terminé de leer "¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?", del norteamericano PHILIP K. DICK (1928-1982). Esta innovadora novela de Ciencia-Ficción fue publicada en 1968. Nominada al Premio Nébula, sin obtenerlo. Resultó más apreciada por la comunidad de lectores en los siguientes 15 años.En 1982, Ridley Scott llevaría esta historia, como guión modificado, a la pantalla grande, generando un éxito de taquilla y una película de culto: BLADE RUNNER.
El autor había muerto unos pocos meses antes del estreno.
En años ulteriores, Hollywood mostraría un gran interés en crear filmes basadas en otras novelas de Philip K. Dick. Lo hizo con "Total Recall" (1990) y "Minority Report" (2002).
"¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?" recrea un mundo postapocalíptico, hipertecnificado y deshumanizado donde coincide una sociedad biológicamente moribunda, una de animales artificiales y otra de sofisticados androides, en constante proceso de perfeccionamiento. Estas tres "castas" coexisten, se funden. Es inquietantemente difícil señalar las fronteras entre ellas. Así, aparece un oscuro elemento de filosofía en esta obra: ¿Qué distingue al fin de cuentas a los humanos de las máquinas (y de los animales)? ¿Es la inteligencia? ¿La capacidad de crear cultura? ¿Las emociones? ¿Los lazos afectivos? ¿La capacidad (y oportunidad) de cometer errores? ¿La imperfección?
SINOPSIS: En 1992 (2021 en la película) el planeta Tierra ha sido arrasado por una Guerra Nuclear. Ha habido una extinción masiva de fauna y flora. Un porcentaje pequeño de la humanidad sobrevivió y debe lidiar con una omnipresente nube de polvo radiactivo. Algunas pocas ciudades relativamente habitables albergan a refugiados de distintas nacionalidades. A los todavía sanos, el Estado les alienta a emigrar a las nuevas colonias en Marte. Los ya enfermos están condenados a morir en la Tierra, para no comprometer la integridad genética del futuro Homo sapiens. Se fabrican animales artificiales, de "compañía" para consumo masivo. Las vidas humanas valen muy poco. El más lujoso artículo es comprar alguno de los rarísimos especímenes vivos de algún animal: graciosos,tibios, olorosos, impredecibles.
Pero los personajes verdaderamente disruptivos son la clase Nexus-6 de androides: los más sofisticados. No sólo son igual de fuertes e inteligentes que los hombres: los superan. Tanto, que son prohibidos en la Tierra. Se fabrican en Marte y son usados como mano de obra barata en las arduas labores de colonización y minería. Pero algunos se rebelan … aspiran a la libertad y a una vida mejor. Algunos "valientes cyborgs" escapan a la Tierra, donde son prófugos. Aquí aparece la figura de Rick Deckhard, un caza-recompensas (un "Blade Runner") quien perseguirá sin clemencia y "eliminará" a seis tránsfugas. Su olfato, intuición, perspicacia y algunos rudimentarios tests psicológicos le ayudan a detectarlos de entre los humanos. Lo logra. La suma de las recompensas le permiten darse el lujo de adquirir un animal real: una cabra.
Pero comete un error: se enamora de una sensual "cyborg". Ya no es capaz de distinguir entre los sentimientos humanos y los replicantes.
Rafael Ugalde
No hay comentarios:
Publicar un comentario