Género: Narrativa
Traducción: Elizabeth Power
Editorial: Alianza
SINOPSIS:
Dueña de un singular temperamento desde su complicada infancia de huérfana, primero a cargo de una tía poco cariñosa y después en la escuela Lowood, Jane Eyre logra el puesto de institutriz en Thornfield Hall para educar a la hija de su atrabiliario y peculiar dueño, el señor Rochester.
Hace tiempo que tenía en la estantería este clásico de la literatura y era imperdonable por mi parte no haberlo leído aún. Sabía un poco de que iba la historia, pero no tenía grandes expectativas puestas en la lectura, así que no me ha defraudado.
“Jane Eyre” es biografía y ficción de la escritora inglesa Charlotte Bronte, creada con ciertos elementos típicos y también modernos respecto a la época en que se escribió, lo que se demuestra a lo largo del recorrido vital de la protagonista cuyo nombre da título a la obra.
En sus comienzos la novela nos sitúa en la infancia de Jane, una niña huérfana, de unos 9 o 10 años, acogida por su tío materno. Bronte imprime recuerdos e impresiones infantiles desde la distancia, con gran templanza nos da a conocer el carácter de sus consentidos primos y la frialdad de su tía, con los que apenas tiene relación. Las situaciones que derivan de ello y su condición de orfandad se plasman de una manera precisa y clave, para entender la evolución y temperamento posterior del personaje.
La existencia y avatares de Jane transcurren y se relatan dando cuenta de una personalidad autosuficiente, la autora la dota de una gran determinación, destacando la autoafirmación e introspección, que a medida que crece define con mayor claridad sus metas. Es la forma tan profunda e introspectiva con la que se describe Jane a sí misma lo que moderniza la obra y sería, en ciertos aspectos, reflejo de las cuestiones propias de muchas mujeres.
Por otra parte, lo que menos me ha gustado, por decir algo en contra, es el toque “rosa” de algunas partes, especialmente cuando comienza a enamorarse de Rochester. Aunque es comprensible que el escrito incorporara ese toque, teniendo en cuenta la corta vida del género novelado y del contenido al que la sociedad estaba acostumbrada en la época cuando se escribió, resulta algo empalagoso.
“Jane Eyre” es una lectura que recomiendo ampliamente, pienso que hace mérito a su fama por estilo, contenido y porque la protagonista es de los personajes más memorables que se puedan conocer.
“Jane Eyre” es biografía y ficción de la escritora inglesa Charlotte Bronte, creada con ciertos elementos típicos y también modernos respecto a la época en que se escribió, lo que se demuestra a lo largo del recorrido vital de la protagonista cuyo nombre da título a la obra.
En sus comienzos la novela nos sitúa en la infancia de Jane, una niña huérfana, de unos 9 o 10 años, acogida por su tío materno. Bronte imprime recuerdos e impresiones infantiles desde la distancia, con gran templanza nos da a conocer el carácter de sus consentidos primos y la frialdad de su tía, con los que apenas tiene relación. Las situaciones que derivan de ello y su condición de orfandad se plasman de una manera precisa y clave, para entender la evolución y temperamento posterior del personaje.
La existencia y avatares de Jane transcurren y se relatan dando cuenta de una personalidad autosuficiente, la autora la dota de una gran determinación, destacando la autoafirmación e introspección, que a medida que crece define con mayor claridad sus metas. Es la forma tan profunda e introspectiva con la que se describe Jane a sí misma lo que moderniza la obra y sería, en ciertos aspectos, reflejo de las cuestiones propias de muchas mujeres.
Por otra parte, lo que menos me ha gustado, por decir algo en contra, es el toque “rosa” de algunas partes, especialmente cuando comienza a enamorarse de Rochester. Aunque es comprensible que el escrito incorporara ese toque, teniendo en cuenta la corta vida del género novelado y del contenido al que la sociedad estaba acostumbrada en la época cuando se escribió, resulta algo empalagoso.
“Jane Eyre” es una lectura que recomiendo ampliamente, pienso que hace mérito a su fama por estilo, contenido y porque la protagonista es de los personajes más memorables que se puedan conocer.
Dolors Martínez
He leído con mucho placer la obra escogida para Diciembre 2020 en el Club de Lectura Literatura +1.
A pesar de que estaba un poco renuente a comenzarla ... no sé por qué oculto prejuicio personal contra los clásicos ingleses ... del cual me retracto ... debo confesar que me entretuvo de principio a fin sin dejar decaer mi interés ..
Gracias al Club he disfrutado mucho esta hermosa novela gótica de amor y misterio, obra cumbre de Charlotte Brontë, una de las tres hermanas Brontë, que junto con Anne y Emily fueron talentosas escritoras inglesas que formaron una especie de fenómeno literario de la era victoriana, compartiendo tanto el talento como los trágicos destinos, pues todas perecieron de consunción causada por el bacilo de Koch, en la plenitud de sus creativas carreras.
Es interesante notar que tanto Charlotte como sus hermanas tuvieron éxito como escritoras publicando sus obras con seudónimos masculinos, debido a la férrea discriminación a la mujer en dicha época victoriana.
Esta novela, que alcanzó un triunfo inmediato, tanto de parte del público como de la crítica, se publicó bajo el seudónimo de Currer Bell y según he averiguado, se le adjudican los sub géneros de: novela romántica, novela autobiográfica, novela gótica, novela de aprendizaje ... y yo agregaría: novela PSICOLÓGICA; de DENUNCIA SOCIAL y valientemente FEMINISTA.
Además de contar con un argumento muy bien elaborado, con sus giros y sorpresas, y con muy buenas descripciones de los ambientes tétricos de las antiguas mansiones rurales inglesas, así como de la campiña en diferentes estaciones, lo mismo que de personajes muy bien captados y retratados, intuí que se trataba de una novela con alto contenido PSICOLÓGICO; de DENUNCIA ante las inmensas diferencias de clases socioeconómicas de la era victoriana, donde la pobreza significaba la muerte por hambre, frío y enfermedad ... y donde ser mujer significaba prácticamente ser esclava, obligada a la obediencia y sumisión ciega a los varones y a los rígidos y crueles preceptos sociales y religiosos, sin ninguna remota esperanza de tener la oportunidad de una independencia económica y social. A ambas situaciones se enfrentó con valentía nuestra heroína Jane Eyre.
Quiero rendir homenaje a las hermanas Brontë, a quienes considero unas MÁRTIRES de su entorno y HÉROES de la LITERATURA.
Lucila Argüello
La protagonista de esta novela se lleva todas las medallas, Jane: un personaje con una personalidad muy fuerte, potente, que habrá de vivir un sinfín de adversidades desde su niñez.
Luchará contra las injusticias, las crueldades, la falta de cariño, la soledad, el hambre, los abusos...
Y todo lo sobrellevará siendo una niña rebelde, cuestionadora, que se enfrentará con valentía a las injusticias, aunque luego deberá pagar duro por ello.
Historia muy ágil que transcurre en Escocia, en la época victoriana, donde la protagonista nos narrará toda su vida y nos permitirá descubrir su honradez, su generosidad, su perseverancia y su agradecimiento a los que la ayudan.
Además, también, la defensa que hace de su libertad e independencia como mujer, ya que sola y sin familia no aspirará a casarse para tener seguridad económica, como era tan común en esa época.
Hay una gran crítica social pidiendo la igualdad de trato entre sirvientes y señores, la lucha por los derechos de la mujer y la importancia de la educación. (Gracias a eso Jane logrará ascender socialmente).
¡Y todo ello, mientras nos deleitamos con una gran historia de amor!
Elda Dolores Vallerino
Mi odio hacia alguien que le quita a un niño parte de su infancia es grandioso. A mi entender, ése es uno de los mayores crímenes que existen, ese robo de la inocencia...
Albert Espinosa
Ningún sentimiento ha cambiado desde la primera vez que leí Jane Eyre, tristeza, malestar, melancolía, admiración y mucha ternura es lo que siempre me ha inspirado.
La recreación de la historia nos hace a los lectores transportarnos en el tiempo: los carruajes, los vestidos, el lenguaje y los paisajes maravillosos que asoman a nuestra mente no hacen más que incrementar la belleza de lo leído.
Lo plasmado en las emociones de los protagonistas es de digno reconocimiento a la escritora. La protagonista atina a contagiarnos sus más íntimos e intensos sentimientos.
Jane Eyre comienza con el relato en primera persona de una niña huérfana de 10 años que es maltratada por sus primos y su tía, la señora Reed, quien ha prometido a su difunto marido hacerse cargo de la niña pero que no tiene ninguna simpatía por ella. La pequeña Jane, con la excusa de que es una niña maleducada y rebelde, es llevada como pupila a la escuela de señoritas Lowood, donde pasará varios años padeciendo hambre, frío y la muerte de su mejor amiga, ahí mismo se formará como institutriz. Cuando llega el momento en el que puede decidir, Jane elige buscar trabajo y salir de ese oscuro y húmedo colegio en el que pasó la mayor parte de su vida. Así conocerá al señor Rochester en Thornfield, teniendo a cargo la educación de la pequeña Adele, en custodia del dueño de casa. Y justamente cuando Jane cree que está tranquila, en una casa acogedora, con una familia agradable, empiezan a sucederse varios hechos que no puede explicarse, las noches se tornan peligrosas, y se siente acechada por una presencia extraña. La trama de Jane Eyre contiene todo ese clima tan particular de las novelas góticas donde los días lluviosos, los ruidos extraños y las tardes grises de un eterno invierno transportan al lector a un mundo desconocido pero sumamente cautivador. Y, por supuesto, no puede faltar la gran historia de amor, tan compleja como todo en la vida de nuestra protagonista. Por eso, es muy fácil empatizar con ella, que de manera tan valiente y arriesgada intenta superar los obstáculos que se le presentan. En este sentido, Jane Eyre es un personaje sumamente transgresor para la época, porque es una mujer que toma decisiones y que se rebela ante las injusticias, aunque siempre lo hace con una sensatez impecable.
Blanca Toral
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