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17 de febrero de 2020

"Caen estrellas fugaces" (Todos los muertos I), de Jose Gil Romero & Goretti Irisarri

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Autoedición

SINOPSIS:
Septiembre de 1859. El cielo de Madrid se tiñe de rojo sangre… El firmamento parece venirse abajo.
Pero este solo es el primero de una serie de sucesos extraordinarios que reúnen a una singular pareja de investigadores: él es un hombre huraño y cínico, aferrado a la razón, antiguo investigador de falsos milagros que ya no cree en nada; ella, una joven vidente que puede percibir lo que la razón niega pero que vive atemorizada por inquietantes visiones.
Su aventura les conducirá hasta a los resbaladizos tejados, y también a la ciudad de abajo, surcada por pasadizos ocultos. Juntos, recorrerán ese siglo XIX que se debate entre la fe y la ciencia, la luz y la oscuridad. Allí, donde acechan los monstruos, una singular belleza brilla junto a lo siniestro.

Jose Gil Romero y Goretti Irisarri han construido en esta novela un sólido engranaje narrativo. Gracias a una sugerente creación de atmósferas y al uso de recursos cinematográficos, la novela atrapa al lector para convertirlo en espectador de una intriga repleta de misterios.

OPINIÓN:
Caen estrellas fugaces de Jose Gil Romero y Goretti Irisarri es una novela de ensueño. A través de sus páginas recorreréis ese viejo Madrid del siglo XIX del que únicamente quedan grabados o fotografías en blanco y negro, soñaréis, y conoceréis personajes entrañables y maléficos que os sumergirán en un Madrid que poco tiene que envidiar al Londres de Jack el Destripador.
La historia comienza una noche de 1859. Pero no es una noche cualquiera… Es la noche en la que el evento Carrington llega a su máximo apogeo. ¿Qué ocurrió? Una gran tormenta solar tiñó los cielos de rojo, destruyó los cables del telégrafo y originó auroras boreales en toda Europa.
Esa noche la gente se resguarda aterrorizada en sus casas. Y al día siguiente mientras unos chismorrean sobre lo ocurrido, Elisa Polifeme, una renombrada vidente, tiene una espantosa visión: algo terrible va a suceder en la prisión del Saladero y ha de intentar evitarlo. Su ceguera no será ningún impedimento porque es una mujer muy valiente y hay muchas vidas en juego…
Al mismo tiempo que ella, llegan a la prisión Luzón, un abogado del diablo que ahora pasa sus días de taberna en taberna y su antiguo compañero, el Vicario general Echarri. Ellos van a investigar algo que ha caído del cielo en medio de la tormenta y que tiene en jaque a los guardias de la prisión y llegará a preocupar seriamente al temido conde del Fierro.
Así comienza este libro. Un “ave raris” que mezcla con maestría géneros tan dispares como la novela histórica, el thriller y la novela gótica, y en la que destaca una cuidadísima escenografía.
Al poco de empezar a leer os veréis sumergidos en un Madrid en el que todo es posible: crímenes, romances, rituales de iniciación de sociedades secretas… Madrid está creciendo no sólo en su superficie sino también en el subsuelo. La construcción del sistema de alcantarillado desterrará más de un secreto…
Pese a estar ambientada en el siglo XIX, las mujeres tienen un gran protagonismo en la historia. Son mujeres “rebeldes” que no se conforman con ser bonitos “floreros” y amas de casa. Luchan con denuedo por salir adelante cada día. En el caso de Elisa, superando el terror que le causan sus visiones, en el de Nadya luchando por su vida y su libertad y en el caso de Remedios, luchando contra las encorsetadas normas de la época porque es una mujer muy adelantada a su tiempo.
Una novela cautivadora. La trama, los personajes, el amor por los libros y muchos misterios por resolver harán que no podáis dejar de leer. Aunque os recomiendo que leáis despacio y disfrutéis de los sorprendentes cameos que encontraréis en cada capítulo y también de ese Madrid que pasó de ser un pueblo a la ciudad cosmopolita que conocemos hoy en día.
Un libro que me ha encantado. Tanto que jamás volveré a ver el Paseo de Recoletos con los mismos ojos porque a partir de ahora estará cubierto por un cielo rojo, estrellas fugaces y condes a caballo.
Ana G. Aranda

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