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7 de abril de 2020

"El zoo de cristal / Un tranvía llamado Deseo", de Tennessee Williams

el zoo de cristal un tranvia llamado deseo
FICHA TÉCNICA:
Género: Teatro
Traducción: Amado Diéguez
Editorial: Alba

SINOPSIS:
En este volumen se reúnen los dos primeros éxitos de Tennessee Williams, que irrumpieron en la escena norteamericana con el propósito de «sustituir al teatro ya agotado de las convenciones realistas». El zoo de cristal (1945), fue el primer intento de su autor de crear un «teatro plástico»: una «obra de recuerdos», construida alrededor de una pequeña familia empobrecida, cuyos miembros se aferran al sueño o al pasado, y en donde la supervivencia sólo será posible a través de la traición, se presenta aquí en su texto original, con indicaciones rara vez seguidas por los directores de escena pero muy expresivas del concepto poético de la obra. La mítica Un tranvía llamado Deseo (1947), cuyo primer montaje, dirigido por Elia Kazan, fue, según Arthur Miller, «el fruto más espléndido» del método Stanislavski, «una forma de realismo tan profundamente sentida que era capaz de manifestarse como estilización», es asimismo una tragedia sobre la pérdida y la locura, y sus personajes siguen justificando la atracción y el poder que todavía ejercen entre el público y en todos los actores y actrices de nuestra época.

OPINIÓN:
“Un tranvía llamado Deseo” es una obra de teatro que se plantea en once escenas y se sitúa en un barrio obrero de Nueva Orleans, donde viven Stella y su marido Stanley Kowalski. La llegada de Blanche DuBois, la hermana de Stella, causa un pequeño terremoto, y el choque de caracteres entre Blanche y Stanley es inmediato.
De la obra destacaría sus personajes, de gran profundidad, sobre todo Blanche, pero también Stella y Stanley tienen sus claroscuros con momentos ambiguos y muy humanos. En mi opinión el personaje de Blanche y lo que descubrimos de ella forman el centro de la historia, intensa, triste y brutal, con giros inesperados y un desenlace impactante. Los remordimientos y el contraste entre realidad e ilusiones son superiores a lo que la naturaleza de Blanche le permite soportar.
Me quedo con estas dos frases de la introducción como resumen: “Un tranvía se aproxima a la tragedia, y su sombrío final es implacable” y “el individuo herido frente a las injusticias de una sociedad brutal”.
Con esta obra el autor obtuvo el Premio Pulitzer en la categoría de Drama en 1948. En mi opinión, excelente.

“El zoo de cristal” (1944) fue escrita y representada unos años antes que “Un tranvía llamado Deseo” (1947). En mi caso la he leído en segundo lugar y para mí no tiene punto de comparación.
La acción se divide en siete escenas y se sitúa en el piso de los Wingfield, en la ciudad de St. Louis. Amanda es una mujer dominante que siente nostalgia de su juventud y pretende dirigir la vida de sus hijos. Laura es terriblemente tímida y su mayor interés parece ser su colección de figuritas de cristal. Tom trabaja en un almacén, pero sus sueños lo llevan mucho más lejos.
Aparte de fragmentos interesantes, como esa pequeña lección de confianza en sí misma que le da Jim a Laura, nuevamente destaca el choque entre realidad y aspiraciones de los personajes.
Aunque en mi opinión sobresale con diferencia “Un tranvía llamado Deseo”, no me arrepiento de haber leído “El zoo de cristal”, una lectura también interesante, que, como dice en la introducción: “El zoo es la historia de los miembros de una familia cuyas vidas forman un triángulo de pacífica desesperación”.
Esther Rodríguez

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