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23 de marzo de 2013

"Jardín de cemento", de Ian McEwan

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Antonio Prometeo-Moya
Editorial: Tusquets

SINOPSIS:
En una casa de los suburbios de Londres, vive un familia como cualquiera otra, hasta el día en que fallece el padre y en que los hijos deben asumir la gestión de la casa y de sus propias vidas, ya que la madre padece una grave enfermedad que la obliga a permanecer encerrada en su cuarto. Esta repentina e inesperada ausencia de la autoridad, del punto de referencia que siempre es un padre, lleva esta pequeña comunidad de adolescentes a crear una nueva organización, un nuevo sistema de vida, que, gracias a una gradual escalada de insólitas situaciones, los convierte en seres extraños, que actúan de un modo poco usual, ajenos a las normas que rigen una sociedad patriarcal como la nuestra. ¿Serán pequeños monstruos, o simplemente seres de otra galaxia ? ¿Cómo afrontarán el despertar del sexo, la muerte, la convivencia, la justicia, la violencia ? Contada por el hijo de 16 años, esta historia es, según el autor, “un relato, algo estremecedor, acerca de las cadenas edípicas que a la vez amenazan y cimentan las relaciones familiares”.

OPINIÓN:
Es la primera obra que escribió Ian McEwan y la primera que leo de este. La obra narra la historia de Jack y su familia. El protagonista y narrador es Jack, un chico de quince años, quién nos hace participes del mundo particular en que se abocan sus hermanas -Julie y Sue- y su hermano Tom, y él, tras la muerte de sus padres. Con la ausencia de sus progenitores, todos ellos adoptarán las formas de vida propias de la infancia y adolescencia correspondientes a su edad. Constituirán un núcleo familiar prácticamente sin normas, cuya vida se desarrolla en los suburbios, en una casa rodeada de solares, de casas prefabricadas abandonadas, siendo la única conexión con la vida exterior los niños que juegan en los descampados contiguos y el novio de Julie. Todo un desafío constante para las convenciones del mundo exterior. La casa junto con el jardín de cemento representa simbólicamente la isla particular de estos hermanos, un mundo a su medida, dentro de un universo muy limitado y ajeno. En conjunto, para ser la primera que leo del autor, me ha gustado, pues no he perdido el interés en ningún momento, aunque la atmósfera es, en ocasiones, extraña y turbadora.
Dolors Martínez

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