Género: Narrativa, Novela
Editorial: Debolsillo
SINOPSIS:
Primera novela de Isabel Allende que nos narra la historia de una poderosa familia de terratenientes latinoamericanos. El depósito patriarca Esteban Trueba ha construido con mano de hierro un imperio privado que empieza a tambalearse a raíz del paso del tiempo y de un entorno social explosivo. Finalmente, la decadencia personal de patriarca arrastrará a los Trueba a una dolorosa desintegración. Atrapados en unas dramáticas relaciones familiares, los personajes de esta portentosa novela encarnan las tensiones sociales y espirituales de una época que abarca gran parte de este siglo. Con ternura e impecable factura literaria, Isabel Allende perfila el destino de sus personajes como parte indisoluble del destino colectivo de América Latina, marcado por el mestizaje, las injusticias sociales y la búsqueda de la propia identidad.
Vuelvo a leer "La casa de los espíritus" y me atrapa igual que aquella primera vez que lo leí con 18 años. La historia de la familia Trueba está contada desde el realismo mágico, donde los espíritus y el más allá están integrados en la historia como si fueran un elemento más. El género no es original de la autora, y quizás su estilo se parezca demasiado al de Gabriel García Márquez, y en concreto con "Cien años de soledad", pero Isabel Allende consigue hacerle totalmente suyo, explicando una historia como ella sabe hacerlo, con mucho corazón y sentimiento. Hay quien dice que Allende es la versión femenina de Gabo... podría ser.
La guinda de la novela es la historia de Chile como transfondo al principio, y que va logrando protagonismo hasta que se convierte en la historia principal y atrapa a todos los personajes. La autora logra contarla de una forma muy amena e interesante, sin escatimarnos ni un detalle del horror que se vivió durante el golpe de Pinochet.
En mi opinión es una novela redonda, interesante de principio a fin, con unos personajes inolvidables, que evolucionan con la historia y no dejan indiferente, los amas y los odias, o las dos cosas a la vez, y al final, se echan de menos, como yo ahora que he acabado la lectura.
Griselda E. Font
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