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18 de octubre de 2018

"El vestido azul", de Michèle Desbordes

El vestido azul Michèle Desbordes
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: David M. Copé
Editorial: Periférica

SINOPSIS:
Conocemos a Camille Claudel, sobre todo, como la amante del también escultor Auguste Rodin. Desde siempre, el papel de las mujeres que intentaron desarrollar su trabajo cerca de hombres de gran proyección ha sido secundario, ha sido una sombra. De este modo es como la autora de esta extraordinaria novela, Michèle Desbordes, intenta rescatar a Camille de su fantasmal condición. Recrea con una poética libre de sentimentalismos la historia de la joven Camille, una sombra en la vida de todos, una extravagante, una exaltada, arrebatada por la vida, por el arte y por el amor que no consiguió nunca ser visible para quienes la conocieron. Un fantasma delicado, bellísimo, sutil, cuya potencia emocional la apartó enseguida de las convencionales sensibilidades que la rodeaban. Ni su familia, ni su querido hermano, ni su amante, ni su entorno… nadie consiguió «verla», nadie supo entenderla; nadie, podemos concluir, estuvo a la altura de sus circunstancias. Encerrada, para librarse de su incómoda tristeza, en un manicomio durante décadas, Camille Claudel ha sido una de las grandes preteridas del mundo del arte. Por suerte, este libro no vuelve a narrar sólo la consabida historia del tormentoso amor, sino que indaga, literaria y emocionalmente, en los interiores del alma femenina, de un alma arrastrada por la belleza, de un alma despojada de toda esperanza y aun así llena de esperanza. Pasado y presente se mezclan, con una prosa portentosa y unas descripciones bellísimas, en esta novela que cuenta también una época (finales del siglo XIX y comienzos del XX) y una vida de manera ejemplar. No es la enfermedad de Camille, esa locura de amor, ni el estudio del entorno familiar, lo que interesan a Desbordes, sino lo que no había sido dicho hasta ahora… No hay anécdota o juicio en su novela. Con esta historia ferviente, el lenguaje alcanza la excelencia para contarnos la tragedia «serena» de habitar los límites de uno mismo. No cabe decirlo de otro modo: un libro poderoso.

OPINIÓN:
Escogí esta lectura por la curiosidad que me despertaba el hecho de leer sobre una mujer artista poco conocida, cuya existencia pasó gran parte en las sombras, siendo la musa y trabajar al lado de otro artista hoy ampliamente reconocido.
Esta obra, mezcla de novela y biografía, narra la vida de Camile Claudel, escultora, alumna, musa y amante del escultor Auguste Rodin.
La escritora francesa describe de una forma lírica, poética y no lineal la infancia, la juventud, los años en París y, por último, su ingreso en el manicomio de Montdevergues, donde pasó unos 30 años.
El texto está escrito de manera que el narrador es un espectador del ser de ella, la escultora, Camile, el lector ve a través del narrador sus emociones, sueños, gestos y miradas. En él se mezclan recuerdos de todo tipo, la unión con su hermano Paul, la mano férrea y tradicional de la madre, su afición temprana a la escultura haciendo posar incluso a las sirvientas, cómo se entregó a su estudio en el taller de Rodin aún sabiendo, aún superando al propio maestro. Escultora incansable, impetuosa. Luego el amor, la felicidad, la relación con Rodin que duró lo que tuvo que durar. Y el encierro tras la muerte del padre, el único que la apoyaba. El abandono, la soledad en aquel manicomio que acabó marchitando sus últimos días. Sólo en la visita de su hermano Paul, en 1936, hubo unas horas en las que pareció que volvían a ser ellos, con sus juegos y visitas al mar. Ella llevaba el vestido azul que hacía juego con el mar y el color de sus ojos.
Me ha gustado leer “El vestido azul”, un texto evocador que desprende fuerza y desasosiego al mismo tiempo.
Para mí la vida de Camile Claudel fue muy triste e injusta. Repudiada por la familia tras el romance con Rodin, prácticamente ignoraron su existencia cuando la ingresaron en el manicomio. Si bien es cierto que sufría un trastorno mental que se manifestó de forma gradual y le producía cambios de humor, arrebatos de ira y otras secuelas, solamente su hermano Paul siguió siendo fiel a ella y la visitó de vez en cuando. En suma, léanla.
Dolors Martínez

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