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27 de octubre de 2018

"Hilo musical", de Miqui Otero

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Alpha Decay

SINOPSIS: 
Hilo musical podría definirse como una novela de iniciación, una fábula romántica cargada de animales raros con una única moraleja: Todos, aunque nos resistamos, estamos condenados a crecer. Sin embargo, a nosotros nos gusta verla como un compendio de todas aquellas cosas que de veras son importantes cuando eres joven. Amor, autos de choque, veranos del reconocimiento, chicas con coletas altas y calcetines por las rodillas, música pop, chicles que explotan como puestas de sol y esa extraña sensación de estar descubriendo un mundo que se ofrece ante nuestros ojos como una enorme tarta de nata dispuesta a ser devorada.
Hilo musical es esto y muchas otras cosas bellas cuyo secreto conocemos de sobra, aunque en ocasiones casi consigan que lo olvidemos.

OPINIÓN:
‘Hilo musical’ es el debut en la novela de Miqui Otero, a quien conocí con su, si no me equivoco, tercera novela, ‘Rayos’, que me dejó fascinado. 
Como se indica en la sinopsis, estamos ante una de las llamadas novelas de iniciación, en la que un adolescente tardío abandona un trabajo ‘serio’ (vigilante de seguridad) de la noche a la mañana para recalar en un parque de atracciones donde venderá salchichas disfrazado de lo que toque cada día. En dicho parque, y debido, por un lado, a la precariedad de los trabajos, y por otro, a la peculiaridad de los empleados (todos tienen alguna), está por tener lugar una revolución cuyas armas serán el rock and roll, el alcohol y alguna bomba fétida.
A pesar de tratarse de un protagonista relativamente joven, el autor recurre mucho a la mirada atrás para introducir pasajes de su adolescencia o sus años de universidad, que pasó casi al completo imaginando su futuro y llamando a concursos de radio junto a un amigo con quien solía escuchar música en el coche. Un pasado que ayuda a entender el presente de este 
viejoven que se sigue enamorando de la primera sonrisa que le hace el más mínimo caso y buscando el apadrinamiento de un viejo lobo de mar que quema sus días en la barra del bar.
El protagonista llama Nemo a este personaje por su (aparente) paralelismo con el personaje de Julio Verne. Sin embargo, en las conversaciones se nos descubre que este lobo de mar, lobo solitario, lobo, en cualquier caso, fue un afamado guitarrista venido (muy) a menos, a quien sólo le queda el recuerdo de sus años de gloria mientras soporta el odioso hilo musical del parque de atracciones.
Una novela que, si bien no está a la altura de ‘Rayos’ (lo que habla bien del autor, ha mejorado con el tiempo), es un más que interesante debut con humor, sensibilidad y buen hacer narrativo bien combinados, que sin duda recomiendo.

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