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13 de diciembre de 2018

"En el piso de abajo", de Margaret Powell

En el piso de abajo Margaret Powell
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Elena Bernardo Gil
Editorial: Alba

SINOPSIS:
En la primera casa en que entró a trabajar como pinche de cocina, a los quince años, Margaret Powell se quedó atónita cuando le dijeron que, entre sus tareas, figuraba la de planchar los cordones de los zapatos. La señora de la casa le prohibió, además, entregarle en mano cualquier cosa: siempre tenía que ser «en bandeja de plata». Era la Inglaterra de los años 20, y en ella una chica empleada en el servicio doméstico tenía que mentir a los chicos si quería encontrar novio: ellos las llamaban «esclavas». 
En el piso de abajo son las memorias de una mujer sedienta de educación que no comprende que, cuando pedía un libro de la biblioteca de sus señores, éstos la miraran incrédulos y espantados. Con el tiempo, aprendió por su cuenta y en 1968 publicó este libro, que ha sido la fuente reconocida de inspiración de series como Arriba y abajo y Downton Abbey, pero mucho más incisiva e intencionada que ellas. En el sótano, a «ellos» (como llamaban a los señores), se les hacía «una especie de psiconálisis de cocina, sin cabida para Freud. Creo que nosotros sabíamos de la vida sexual ajena mucho más de lo que él llegó a saber nunca». Penetrante en su observación de las relaciones entre clases, libre y deslenguada en la expresión de sus deseos, Margaret Powell nos cuenta qué significaba para los de abajo preparar las cenas de seis platos de los de arriba. Un documento excepcional.

OPINIÓN:
Como reza el subtítulo del libro –Memorias de una cocinera inglesa de los años 20–, nos encontramos, de modo autobiográfico, la narración de la vida de la autora, en especial de sus primeros años. 
En las primeras páginas nos pone en antecedentes sobre su humilde infancia, familia, el colegio, los juegos y su entretenimiento, y ya nos habla de la diferencia entre los niños ricos y los de clase baja, que nunca se mezclaban, ni siquiera para jugar. A partir de los 13 años inicia su vida laboral pasando por distintos puestos hasta colocarse como pinche de cocina, el trabajo menos considerado en el servicio doméstico. Las condiciones laborales –estamos en los años 20-30 del siglo XX– eran muy duras y leer algunas de las miserias que sufría la narradora a diario resulta cómico hoy en día, pero sin duda no fue nada agradable. 
Con los años Margaret ascenderá a cocinera, aunque sin dejar de remarcar la gran distancia que hay entre el piso de abajo (los criados) y el de arriba (los señores). Este es uno de los puntos en los que más insiste, en la diferencia abismal entre clases, unos son invisibles mientras los otros se llevan la gloria. La protagonista, mujer decidida y de ideas claras, siempre luchó por conseguir un lugar mejor en la sociedad, y por lo que podemos leer en los últimos capítulos, no le fue tan mal. Me hago eco de esta frase que aparece en la solapa y que me parece muy acertada: «Margaret Powell se dedica con toda la fuerza de su rabiosa inteligencia a desmontar un sistema que decretaba que dos grupos de seres humanos debían vivir vidas radicalmente distintas bajo un mismo techo».
Es un libro narrado de manera sencilla y fluida, su prosa directa me ha gustado mucho. Margaret Powell evoca sus vivencias en las casas en las que sirvió objetivamente y sin sentimentalismos, y el reflejo de la sociedad de la época y las anécdotas que cuenta la hacen muy amena. En mi opinión es una lectura agradable de leer que he disfrutado mucho.
Esther Rodríguez

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