Género: Narrativa
Traducción: Antonia Martín Martín
Traducción: Antonia Martín Martín
Editorial: Lumen
SINOPSIS:
Nacida en las montañas de Idaho, Tara Westover ha crecido en armonía con una naturaleza grandiosa y doblegada a las leyes que establece su padre, un mormón fundamentalista convencido de que el final del mundo es inminente. Ni Tara ni sus hermanos van a la escuela o acuden al médico cuando enferman. Todos trabajan con el padre, y su madre es curandera y única partera de la zona.
Tara tiene un talento: el canto, y una obsesión: saber. Pone por primera vez los pies en un aula a los diecisiete años: no sabe que ha habido dos guerras mundiales, pero tampoco la fecha exacta de su nacimiento (no tiene documentos). Pronto descubre que la educación es la única vía para huir de su hogar. A pesar de empezar de cero, reúne las fuerzas necesarias para preparar el examen de ingreso a la universidad, cruzar el océano y graduarse en Cambridge, aunque para ello deba romper los lazos con su familia.
Westover ha escrito una historia extraordinaria -su propia historia-, una formidable epopeya, desgarradora e inspiradora, sobre la posibilidad de ver la vida a través de otros ojos, y de cambiar, que se ha convertido en un resonante éxito editorial.
Tara tiene un talento: el canto, y una obsesión: saber. Pone por primera vez los pies en un aula a los diecisiete años: no sabe que ha habido dos guerras mundiales, pero tampoco la fecha exacta de su nacimiento (no tiene documentos). Pronto descubre que la educación es la única vía para huir de su hogar. A pesar de empezar de cero, reúne las fuerzas necesarias para preparar el examen de ingreso a la universidad, cruzar el océano y graduarse en Cambridge, aunque para ello deba romper los lazos con su familia.
Westover ha escrito una historia extraordinaria -su propia historia-, una formidable epopeya, desgarradora e inspiradora, sobre la posibilidad de ver la vida a través de otros ojos, y de cambiar, que se ha convertido en un resonante éxito editorial.
OPINIONES:
Esta es una de esas ocasiones en que el libro o, mejor aún, su argumento, atrae desde un principio por buenas razones. De entrada, el título, corto y conciso, se resume en lo fundamental, la educación, entendida como el término que abarca el conocimiento. Luego, me pareció curioso el contexto social y cultural, el mormonismo, del que no sabía nada. La guinda del “pastel” la puso el hecho de que es una historia real, vivida por la propia autora.Tara Westover nació en el seno de una familia profundamente creyente, seguidora del mormonismo. Desde que ella tuvo memoria, su padre, de carácter autoritario, ejerció gran influencia sobre su madre e hijos, mientras practicaba y llevaba al extremo sus creencias religiosas. Lo que se aprendía y se escuchaba en casa configuraba todo su mundo, puesto que no conocían otro al mantenerse al margen del sistema en la mayor medida posible (no iban a la escuela, hasta evitaban los hospitales por lo que ni siquiera poseían certificados médicos). En los primeros capítulos la autora evoca su infancia, momentos e historias que germinarían dentro de ella y moldearían su personalidad con consecuencias profundas y trágicas en la edad adulta. Al crecer ella y sus hermanos, la dinámica familiar tuvo que cambiar y el orden conocido se tambaleó. Con los años, cada cual mostró su verdadero carácter e inquietudes y Tara, por su parte, empezó a descubrir su propio camino y a sentir deseos de interpretar el mundo por su cuenta. Más tarde, tras conseguir el acceso a la Universidad, la severidad y estrechez de mira del entorno familiar chocarían de frente con las múltiples posibilidades que se le ofrecía fuera de él, esto le acarrearía numerosas luchas personales, internas y externas.
La autora cuenta las vivencias desde la perspectiva de los años pasados, cuando el tiempo trascurrido permite observar con cierta calma y cura. Por esto, en los primeros capítulos no se percibe la razón y el peso de lo que explica, al lector le faltan piezas, pero conforme se avanza en la lectura la mirada se completa y la historia trasciende. “Una educación” es la historia de una mujer, “su” historia, desde una mirada sincera, introspectiva, dura y critica con el entorno y consigo misma. Aunque es un relato personal, la esencia de la lectura es extensiva a cualquier persona. Los individuos se forman y nutren de conocimiento y experiencia vital, son el pasado, presente y futuro. El libro de Tara Westover es el ejemplo de que el individuo está en constante evolución y reconstrucción si desea aprender y abrirse al mundo. Una lectura excelente, que no deja indiferente e incluso pienso que será interesante releer.
Dolors Martínez
Tara Westover nos acerca en esta obra sus atípicos primeros años de vida: nació en Idaho en una familia mormona. Su padre vivía obsesionado con acumular comida y recursos para el, según él, inminente Fin de los Días. Su madre se dedicaba a elaborar aceites y brebajes, que usaban en caso de enfermedad en lugar de recurrir a atención médica. Nunca fue a la escuela, ni pisó un hospital durante su niñez. De hecho ni siquiera contaba con un certificado de nacimiento.
Creció en este contexto, privada de una educación, víctima de la violencia de uno de sus hermanos y sometida al fanatismo e irracionalidad de su padre. Westover muestra de qué modo ha impactado en su vida el fundamentalismo en que se crió. Conseguir ir a la universidad supuso un gran cambio en su vida y le abrió los ojos a tantos aspectos de la sociedad y de la historia que desconocía. Fue en este nuevo y liberador contexto en el que inició el largo camino hasta deshacerse de sus cadenas y encontrar su propia voz.
“Una educación” es una lectura verdaderamente impactante, unas memorias magníficas, que duelen y emocionan.
Ana Rayas
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