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5 de noviembre de 2019

"Conversación en La Catedral", de Mario Vargas Llosa

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FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Alfaguara

SINOPSIS:
«¿En qué momento se había jodido el Perú?»
Zavalita y el zambo Ambrosio conversan en La Catedral. Estamos en Perú, durante el «ochenio» dictatorial del general Manuel A. Odría. Unas cuantas cervezas y un río de palabras en libertad para responder a la palabra amordazada por la dictadura. Conversación en La Catedral no es, sin embargo, una novela histórica. Sus personajes, las historias que éstos cuentan, conforman la descripción minuciosa de un envilecimiento colectivo, el repaso de todos los caminos que hacen desembocar a un pueblo entero en la frustración.
Aparecida en 1969, Conversación en La Catedral es considerada unánimemente hoy, cuando celebramos el cincuenta aniversario de su publicación, una de las novelas más emblemáticas de la literatura contemporánea en español. De ella, Mario Vargas Llosa ha dicho: «Es con la que me quedaría si tuviera que elegir una sola entre las que he escrito».
Esta edición incluye una nota introductoria del autor, en la que ofrece al lector su visión de la novela a través de los años, y una sección final, titulada «La novela del guardaespaldas», que recoge algunos documentos, procedentes del archivo de Vargas Llosa, imprescindibles para entender la apasionante aventura que supuso la creación de esta novela sin igual.

OPINIONES:
Fue la lectura de agosto de 2020 en el Club de Lectura.

“Si tuviera que salvar del fuego una sola novela de las que he escrito, sería CONVERSACIÓN EN LA CATEDRAL”.

Mario Vargas Llosa.
El encuentro de dos viejos conocidos en un céntrico bar de Lima llamado “La Catedral” es el punto de partida de una de las novelas imprescindibles en la historia de la literatura actual.
“Conversación en la catedral” se desarrolla en el Perú de los años 50, durante la dictadura del general Manuel A. Odría, aunque la trama viaja por el mundo a través de sus variopintos personajes, pues por medio de cuatro historias diferentes, incluso narradas con diferente estilo por un narrador omnisciente, Vargas Llosa teje una madeja que al principio resulta compleja de leer, en la que los tiempos, los personajes, los diálogos y los espacios se entremezclan con una técnica espectacular que supone un reto intelectual para el lector y a la vez una satisfacción, al entrar en el juego narrativo del autor.
La novela es una obra monumental, donde todas las historias, subtramas, debates, anécdotas… se cuentan en un único espacio y provienen de esa conversación que le da el título y por medio de la cual el autor refleja no solo la realidad de su entorno, sino el deterioro de la sociedad en general, por lo que tiene un valor inconmensurable tanto desde el punto de vista histórico, como desde el punto de vista sociológico, ya que retrata sin ambages y desde la diversidad, la realidad de todos los estratos sociales, sin olvidarse de la corrupción, la prostitución, el racismo, la frustración, el manejo de la información, la ambición y la interacción entre los diferentes individuos, en cuatro historias independientes, atrapantes y sugestivas, con multitud de carismáticos personajes, que acaban convergiendo en un soberbio final.
Una obra maestra.
Yolanda Castilla Galdos

Un bar llamado La Catedral, unos chicanos, humo de cigarrillos, olor a orines, a comida y el batuque a los pies de Zavalita y Ambrosio, así inicia la conversación entre dos personajes importantes de esta historia: Zavalita es el típico joven de familia acomodada, llena de prejuicios sociales y Ambrosio un digno representante del pueblo trabajador Peruano.
El encuentro entre ellos se dio por casualidad cuando Zavalita va a rescatar a su perro Batuque a la perrera municipal y se topa con la sorpresa de reconocer a Ambrosio, quién en un tiempo atrás fuera el cochero de su familia en especial de su padre y quien ahora trabaja en ese lugar tan miserable, un espejo del mismo Perú.
Zavalita quiere dar vuelta atrás al reloj de su historia y lo invita a comer, de alguna manera quiere saber de boca de Ambrosio una verdad que él quisiera negar.
La conversación es una catarsis que les ayuda a ambos desde sus trincheras a digerir, entender y aceptar lo que les había tocado vivir en una época de dictadura bajo las órdenes del General Odría a través de un golpe de estado y en el cual ellos habían sido simples piezas en un tablero de ajedrez. Aunque no es una novela histórica se anexan muchos datos que nos revelan las atrocidades que vivió el pueblo Peruano.
Los personajes que el escritor nos presenta son los conectores idóneos para adentrarse en la maraña que se tejió entre personajes siniestros, ambiciosos y desleales entre sí.
Zavalita y su autosabotaje para castigarse y castigar a su familia; Carlitos depresivo y alcohólico; El ímpetu revolucionario de Aída y demás compañeros universitarios; El poder en manos de un ser despreciable como Cayo Bermúdez; La prostitución de mujeres representada en Queta y Hortencia; La pobreza e ignorancia de Amalia; Ambrosio con sus miedos y debilidades ocultas y Don Fermín y su doble vida.
Si algo se debe reconocer y por lo mismo tentar con cuidado en la lectura es que el escritor nos lleva de un diálogo a otro, de un espacio a otro, de un personaje a otro, todo con un manejo atemporal tan bien cuidado, eso es lo complicado y fino de la lectura, por eso no se debe perder el hilo en la historia, en los diálogos entre los personajes y los tiempos superpuestos.
Se dice que el libro es una mezcla de novela y algunos tintes autobiográficos en el personaje de Zavalita quién seguro se sigue preguntando ¿En que momento se jodió el Perú?
Blanca Toral

Fue la lectura del mes de agosto en el Club de Lectura de Literatura+1, obra cumbre del premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, otorgado según la Academia Sueca por "cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo". Publicada en 1966, ha sido objeto de múltiples estudios por académicos, profesores y eruditos de la Literatura.
Esta novela hay que leerla con mucha paciencia al principio, como si fuera la punta de un ovillo enredado entre mil otros hilos de diferentes colores, todos enmarañados, cuyas madejas hay que ir soltando y separando, para formar una trenza, que es la historia de Conversación en La Catedral. Tal vez para darnos una idea de cómo serán la estructura y el estilo de la novela, al principio de la misma se menciona la obra Contrapunto de Aldous Huxley.
Por medio de las experiencias de su alter-ego Zavalita, en esta complicada novela total, mezcla de Bildungsroman, novela negra, histórica, de denuncia, de amor, psicológica, de intrigas, de ideología, con sexo y erotismo, y autobiográfica en parte, Vargas Llosa nos cuenta la historia de su juventud y nos plasma toda la dureza de las luchas de esa etapa de su vida, donde el protagonista se debate no solamente por la supervivencia, al independizarse de sus padres, sino también por descubrir su identidad, encontrar su vocación y resolver sus conflictos y complejos psicológicos.
Creo que uno de los temas de la novela sería: ES MUY DURO SER JOVEN. Y así lo vamos descubriendo en la narración … esa rebeldía, ese rechazo a la autoridad … ese creerse dueño de la verdad y con la obligación arreglar los problemas del mundo … esa generosidad hacia la humanidad … esa inocencia misionera … esa incertidumbre y esas DUDAS terribles … ese odio-amor hacia los padres … esa horrible dificultad en abrirse camino en el mundo, donde se está solo, en una jungla de competencia … esos frustrantes amores no correspondidos … Y si son correspondidos los amores, ese peligro de caer en un problema mayor, en un accidente vital e irreversible … En la narración se mencionan dos novelas, que según ha contado Mario Vargas Llosa en varias oportunidades, leyó en su juventud, y fueron las que influyeron en su conversión al comunismo en aquellos primeros años. El protagonista Zavalita también las lee en la novela, con igual resultado, son: La Condición Humana (1933) por André Malraux sobre la guerra civil China, premio Goncourt 1933 y La noche quedó atrás (1942) de Jan Valtin, novela autobiográfica de un ex agente comunista que deja el comunismo y viaja a Estados Unidos …
Y, el escenario no puede ser más perturbador y apropiado: una dictadura llena de soplones, torturadores, corruptos. Prensa comprada. Sindicatos amarillos manipulados, partidos políticos tramposos, y en medio, obreros y campesinos tratando de luchar por sus reivindicaciones, estudiantes siendo indoctrinados por el comunismo, rabanitos … mientras la oligarquía aprovecha para enriquecerse aprovechando influencias políticas … Santiago Zavala se pregunta ¿En qué momento se jodió el Perú? Pero en realidad el que se jodió no fue el Perú, sino él.
Zavalita en su juventud vive muy atormentado por dudas terribles … al ingresar en el ambiente de San Marcos, universidad que él idealizaba y creía progresista, pero que resultó ser un burdel ideológico, se sintió acomplejado por ser burgués. Él ha nacido burgués y ahora se siente culpable y avergonzado de su casta … pero, en el fondo sospecha que esas inquietudes revolucionarias, son nada más el juego de "quítate tú pa’ ponerme yo" … y que el marxismo, muy atractivo en los papeles y en los libros, sobre todo si son clandestinos y prohibidos, no es la solución correcta. Y todas sus dudas y complejos se decantan en un odio feroz hacia su padre, quien además de burgués, resulta ser sospechoso de ordenar un asesinato y homosexual, o bisexual.
Creo que el nudo de la historia se centra en el odio de Zavalita hacia su padre ya fallecido y cómo trata de disolverlo. Quiere RESOLVER ese cáncer mental, este CONFLICTO PSICOLÓGICO de odio y resentimiento que le atormenta y carcome su alma, y trata de hacerlo en su conversación de CONFESIONES, de doble vía, de cuatro horas con Ambrosio … Zavalita vence su miedo y repugnancia a enfrentarse con Ambrosio después de tantos años de dudas y odio, porque quiere investigar y confirmar: primero, la inocencia de su padre en el asesinato de La Musa, y segundo, averiguar el tipo de relación que había entre Ambrosio y su padre. Él se pregunta y quiere que Ambrosio le ayude a responder: ¿Quién era en realidad don Fermín? No sabemos si consigue resolver su problema psicológico, SI TODOS SON ABSUELTOS (don Fermín, Ambrosio y Santiago) pero por lo menos él confirma la inocencia de su padre en el caso de Hortensia, y la gran admiración y cariño que Ambrosio le profesa a don Fermín, aún después de muerto.
Algo que me llamó mucho la atención fue encontrar muy camuflajeadas entre tanto enredo estilístico, diferentes filias sexuales de varios personajes importantes: Cayo Bermúdez, observar o imaginar escenas lésbicas y visualizar crueles prácticas de sadismo con mujeres. Hortensia, Queta, Maclovia, Ambrosio y Don Fermín, son bisexuales, los hombres secretamente, las mujeres no tanto. Hipólito se excita sexualmente golpeando y torturando presos políticos … Quizá por haber “explotado los bajos instintos de los peruanos” y decir que Lima es una ciudad desagradable, (el Centro Histórico de Lima fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991) Mario Vargas Llosa, no es profeta en su tierra, sino que es odiado por muchos peruanos y tiene nacionalidad española desde 1993, habiendo sido honrado por el rey de España Juan Carlos I con el título de marqués en el 2011.
Y ¿cómo hace Marito todo esto, toda esta maraña? Con una maestría insuperable maneja los saltos en el tiempo y el espacio, mezclando pensamientos, diálogos con diferentes personajes, recuerdos, deseos, y así, al ir armando este rompecabezas lector, nos vamos enterando de hechos históricos del Perú y de la vida íntima de muchos actores: sus vivencias, sus filias y sus íntimos deseos, sus apodos, sus sentimientos y crímenes, sus complejos, sus secretos mejor guardados y sus características físicas, que están tan bien retratadas, tan minuciosamente, que forman una verídica imagen sensorial y plástica en nuestra imaginación.
He disfrutado muchísimo la relectura de esta obra maestra, mientras confeccionaba mi propio índice onomástico de la misma, muy detallado con pelos y señales.
Lucila Argüello

Al terminar la lectura de esta obra me vino a la memoria la frase de Hannah Arendt: “en la medida en que realmente puede llegarse a superar el pasado, esa superación consistiría en narrar lo que sucedió” . Y así parece que lo hizo Vargas Llosa en esta obra asumiendo las conocidas palabras de su discurso de aceptación del premio Rómulo Gallegos: “La literatura es fuego”. Y lo es en esta obra.
El eje sobre el cual pivota la novela es la CONVERSACIÓN entre los dos personajes más importantes, a saber Santiago Zavala y Ambrosio en un bar, “La catedral”. Esta conversación cual “ojos del Guadiana” aparecerá de tanto en tanto para recordarnos que estamos ante “una especie de tronco del que va surgiendo muchas ramas, y esas distintas ramas al final van dibujando ese árbol que es la totalidad de la historia”. Son palabras de Vargas Llosa.
Estas HISTORIAS CRUZADAS no tienen otro fin que mostrar que la pregunta que se hace el protagonista “en qué momento me jodí” (y por ende el Perú), tiene una respuesta: la FRUSTRACIÓN. Esta impotencia de no poder ser quien se quiere ser, será la resultante de vivir en el cenagal de una dictadura sin posibilidad de escapatoria de la que es consciente tanto Zavalita -hijo de la alta burguesía- como Ambrosio, su opuesto, de baja extracción social.
Demostrar esto supondrá UNA BAJADA A LOS INFIERNOS, círculo a círculo. Para abarcarlo todo, alternará tiempos, espacios y personajes diferentes sin avisarnos (de ahí la dificultad de su lectura) con el objetivo de aligerar lo narrado dada la intensidad y violencia de la historia. A su vez el lector, espoleada su curiosidad, iría avanzando y encajando las piezas del gigantesco puzzle para dotarlo de sentido. Verdad es que en el momento de la escritura de esta obra, las corrientes que rompen la narrativa tradicional tanto en Estados Unidos como en Europa están vigentes bajo el epígrafe del “posmodernismo”: ya no hay narrador omnisciente que nos revele el interior de los personajes que sólo se definen por su acción, la linealidad del tiempo se quiebra, los espacios se confunden, no hay transiciones... en fin... se nos complica leer.
No faltará ningún estamento al que no le pase revista para dejar al descubierto desde los oscuros manejos de los políticos en el poder, tal es el caso del coronel Espina y Cayo Bermúdez que tenía a su cargo la represión de las voces discordantes, sus indecentes alianzas, según convenga y que ejemplifican Fermín Zavala y Emilio Arévalo, hasta las devastadoras repercusiones en las conductas individuales -Ambrosio, Hortensia- y que engendran actitudes que van desde el cinismo y la crueldad hasta la resignación -Carlitos, Zavalita- y apatía más absolutas.
En cuanto a los protagonistas, me sigue llamando la atención ZAVALITA que pudo ser lo que quiso porque lo tenía todo pero que fue devorado por “su insoluble duda metódica” y su resignación, valga aquí la cita de Balzac, dilecto autor de Vargas Llosa en su libro ‘Las ilusiones perdidas’ en la que Lucien el protagonista afirma: “La resignación, ángel mío, es un suicidio cotidiano;” y atenúa esa afirmación no sin gracia “yo sólo tengo resignación para un sólo día, así que me voy a aprovechar de ella hoy...": no es el caso de Zavalita que la convierte en su bandera vital.
En el otro extremo del escalafón está AMBROSIO, para mí el auténtico agonista de la obra, que siempre será vencido por las circunstancias que conlleva su pobreza hasta su derrumbe final. Cito: “¿Y cuando se acabara la rabia se acabaría tu trabajo en la perrera, Ambrosio? Sí, niño. ¿Y qué haría? (…) Trabajaría aquí, allá, a lo mejor dentro de un tiempo había otra epidemia de rabia y lo llamarían de nuevo, y después aquí, allá, y después, bueno, DESPUÉS YA SE MORIRÍA ¿no niño?”. El resto de personajes van protagonizando, a modo de CORO TRÁGICO, situaciones casi todas vergonzantes bajo la avasalladora ley de la jungla: EL MÁS FUERTE GANA..
En conclusión, magnífica obra, pesimista y desesperanzada en la que Vargas Llosa desguaza literariamente el sistema político de Perú en aquel momento, la dictadura de Odría, pero que trasciende su tiempo, por eso es un clásico, y nos conduce a reflexionar sobre los desgarros de los sistemas autoritarios en cualquier lugar. ¡Todo un logro!
Ana Ballester

1 comentario:

  1. Gran nota! Lo mejor que lei sobre esta compleja novela. Gracias por compartirla.

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