"El club Dumas", de Arturo Pérez Reverte

FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa

Editorial: Debolsillo

SINOPSIS:

¿Puede un libro ser investigado policialmente como si de un crimen se tratara, utilizando como pistas sus páginas, papel, grabados y marcas de impresión, en un apasionante recorrido de tres siglos?
Lucas Corso, mercenario de la bibliofilia, cazador de libros por cuenta ajena, debe encontrar respuesta a esa pregunta cuando recibe un doble encargo de sus clientes: autentificar un manuscrito de Los tres mosqueteros y descifrar el enigma de un extraño libro, quemado en 1667 con el hombre que lo imprimió.
La indagación arrastra a Corso -y con él, irremediablemente, al lector- a una peligrosa búsqueda que lo llevará de los archivos del Santo Oficio a los libros condenados, de las polvorientas librerías de viejo a las más selectas bibliotecas de los coleccionistas internacionales.
Construida con excepcional talento narrativo, El club Dumas sitúa pieza a pieza una trama excitante, minuciosa y compleja, donde se dan cita los ingredientes de la novela clásica por entregas, los relatos policíacos y de misterio, los juegos de adivinación y las técnicas del folletín de aventuras.
Esta novela fue llevada al cine por el director Roman Polanski con el título La novena puerta.

OPINIÓN:
Fue la lectura de julio de 2020 en el Club de Lectura.

"Devolví Los tres mosqueteros a su estante. Dumas estaba en buena compañía: entre Los Pardellanes de Zevaco y El caballero del jubón amarillo, de Lucus de René. Como era tiempo lo que sobraba, abrí este último por la primera página y me puse a leer en voz alta: Dando las doce de la noche en Saint Germain l’Auxerrois, bajaban por la calle de Astruces tres caballeros embozados en sendas capas, al parecer tan seguros de sí mismos como el trote de sus caballos… —Primeras líneas —dije—. Siempre esas extraordinarias primeras líneas…"

El Club Dumas fue el libro del mes de junio del Club de Lectura de Literatura+1, todavía usando barbijo por la pandemia COVID19.
Es una hermosa y bien lograda apología de la novela popular juvenil de aventuras y de los folletines, sobre todo los de Dumas ... siendo a su vez una ilustrada e intelectual novela con dos misterios unidos por un cazador de libros, y muchas aventuras; con tres cadáveres, presuntamente asesinados; y artísticos dibujos de aspecto medieval, trabajo del artista catalán Enric Satué, que son parte importante del libro ficticio Las Nueve Puertas, uno de los protagonistas de la novela; (hay una película de Roman Polanski llamada La Novena Puerta, basada en esta obra de Pérez-Reverte).
La novela también sirve de vitrina de exhibición a títulos de libros de brujería y ocultismo demoníaco; además, contiene una narración detallada de la batalla de Waterloo, invirtiendo su final.
En lo concerniente a la narración, ésta me pareció novedosa, ingeniosa e interesante ... porque los capítulos primero y quinto, son contados en primera persona por uno de los personajes, Boris Balkan, escritor, y el resto de los capítulos en tercera persona ... como expresa Balkan que le fueron explicados por Lucas Corso, el cazador de libros y actor principal.
Escenarios: Madrid, Toledo, Sintra en Portugal, París y el castillo de Meung en Loira, Francia.
En un ambiente y con personajes librescos, parodiando en parte a Los Tres Mosqueteros de Dumas, se desarrolla una historia muy misteriosa y bastante enrevesada, tramada con increíble ingenio y con giros inesperados, cuyos protagonistas son un manuscrito auténtico de Dumas y un manual de instrucciones para invocar al diablo, también auténtico, impreso en Venecia en 1666, pero que parece apócrifo porque no funciona al llamar al cachudo: he ahí uno de los misterios ... la clave estriba en las mágicas ilustraciones dibujadas por el propio maligno.
El Club Dumas es, aparte de muy imaginativa y complicada, con escenas casi fílmicas de tan bien descritas, y ágiles diálogos muy naturales, extremadamente bibliográfica y muy erudita, con incontables citas de sentencias, o a veces extractos de obras famosas; referencias a hechos y figuras históricos; escenas y personajes o autores de novelas, casi todos reales y algunos ficticios; alguna que otra alusión a la Mitología ... pero, son tantas las referencias, la intertextualidad exagerada, el derroche, la exhibición de erudición, que me hacía interrumpir constantemente en la lectura (sentía como que tropezaba continuamente) para buscar algunas que no conocía o no recordaba ... Por otro lado, me parece que hubo menos palabras raras o arcaicas que en otras obras del mismo autor ...
La redacción impecable de Pérez-Reverte va condimentada con sus ya clásicas onomatopeyas en las peleas, algunas malas palabras de sus personajes "duros", alguna que otra voz en lengua coloquial y el fonema "alosanfan" de su repertorio ... Me carcajeé con sus salidas humorísticas, de un humor ácido y sarcástico, alternadas con párrafos muy humanos de soledad y anhelos de ternura, cuando Corso, el personaje principal, recuerda a Nikon, su anterior pareja. Las mujeres, además del fantasma perfecto de Nikon, son estereotipadas: una sexy vampiresa tipo Hitchcock que tiene sexo con cinco de los personajes, siendo su marido uno de los muertos, y un misterioso y pechugón ángel caído o diablo guardián enamorado, muy joven y bello, de cristalina mirada esmeralda, y además karateca, que hace el amor con Corso … No se sabe si después de resueltos los misterios quedan juntos Corso y la chica misteriosa, de nombre robado a La Mujer de Sherlock Holmes … porque el final es “abierto” …
¿Será El Club Dumas catalogado como un best seller de calidad? Ha ganado el Grand Prix de literatura policiaca de Francia (1993) y el Premio Palle Rosenkranz 1994 (otorgado por la Academia Criminológica de Dinamarca). Creo que calidad literaria le sobra … no es su culpa ser un best seller…
Disfruté mucho esta novela-rompecabezas de aventuras y misterio de uno de mis autores contemporáneos favoritos. ¡Que gran imaginación e inventiva para urdir tanto detalle misterioso y erudito tiene el ingenioso hidalgo Don Arturo! ¡Olé y olé!
"— Ars diavoli —dijo Corso al azar, y la baronesa sonrió a medias, asintiendo misteriosa. Sin embargo él sabía, por Fulcanelli y otras viejas lecturas, que el término Espejo del Arte no se encuadraba en la demonología, sino en la alquimia. Se preguntó cuánto de charlatanería encerraba la erudición con que lo obsequiaba su interlocutora y suspiró para sus adentros, sintiéndose como un buscador de oro metido en un río hasta la cintura y con el cedazo en las manos. Después de todo, concluyó, las quinientas páginas de un best-seller tenían que llenarse con algo".

Lucila Argüello

Iniciar un libro con un asesinato, me recordó una recomendación que un amigo editor siempre hace a sus alumnos: ¡Atrapar al lector desde las primeras páginas! Y El Club Dumas lo hizo conmigo, ¿Asesinato o suicidio? Un libro abierto en una página específica a los pies del difunto, dos importantes encargos al cazador de libros y uno tiene que ver con ese manuscrito que acompañó en sus últimos minutos a Enrique Taillefer.

El Club Dumas está rodeado de misterios, realidad y ficción, nos deja claro que cada cual adoptará su propia postura, el autor nos regala una narrativa exquisita, nos remontó a la Europa antigua con sus puentes y castillos medievales, de la mano de Alejandro Dumas y sus tres mosqueteros; El personaje de Corso quién es un buscador de libros extraños y que posiblemente está inspirado en el gran Dupin de Poe, nos hará cómplices de la historia y de su trama personal, sus amores y soledades, sus vicios y sus conocimientos literarios, iremos descifrando las pistas escondidas entre los diálogos de D'Artagnan, Aramis, Porthos y Athos. Y por supuesto se complicará todo con la aparición de Milady de Winter, para que la parte sensual no pasará inadvertida.

Un narrador omnisciente que en una parte importante se hará presente en la historia.

Sobre el plagio o no de Alejandro Dumas en sus escritos es competencia de cada lector sacar sus conclusiones.

Para que no nos faltara más sobresalto en el libro que nos compete, no podía quedar fuera el lado oscuro de una época marcada por lo prohibido y el autor nos crea a la par una trama diabólica al estar buscando un libro extraño y quemado junto con su creador en los tiempos de la Santa Inquisición: El libro "Las Nueve Puertas del Reino de las Sombras" (De umbrarum regni novem portis), una especie de manual para invocar al diablo ya que su localización es de vital importancia para un bibliófilo trastornado.

Y hablando de bibliófilos ¿Quién no se encariñó y amó a Víctor Fargas?, por quien conocimos "El Cuento del Bibliófilo" de Charles Nodier.

CITA: "–Usted no está bien de la cabeza. Si vendiera todo esto no tendría problemas económicos.

–Lo sé - Fargas se inclinaba para rectificar imperceptiblemente la posición del libro-.

-Pero si vendiera todo esto ya no tendría razón para seguir viviendo; luego me importaría un bledo carecer de problemas".

De esta manera el autor nos llevó al pasado y al mismo tiempo nos sitúa en su "ahora", con las carencias humanas y contradicciones emocionales de cada individuo.

CITA: "Los libros gastan ese tipo de bromas, se dijo. Y cada cual tiene el diablo que merece".

Algo que aprecié demasiado fue la portada tan encantadora, me remontó a las bibliotecas antiguas envueltas en una nube de nostalgia.

Blanca Toral