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15 de abril de 2021

"Nombre falso", de Ricardo Piglia

nombre falso ricardo piglia
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Anagrama

SINOPSIS: 
Los relatos incluidos en Nombre falso confirman una vez más que Piglia se inscribe dentro de la mejor literatura contemporánea en cualquier lengua. Al contaminar deliberadamente el relato con la reseña, el cuento con el ensayo o la ficción con la autobiografía, Piglia pergeña un texto que cruza una y otra vez las fronteras entre los géneros.
El atractivo y la originalidad de su estilo inigualable residen en ese cruce en el que desaparece la preocupación por distinguir el papel de crítico del escritor. De entre sus muchas cualidades, Nombre falso destaca por la gran variedad de personajes, que abarcan desde un hombre que prefiere quedarse callado en lugar de decir una palabra que evitará la muerte de un niño. Hasta un boxeador decadente que se aferra a un antiguo recorte de diario que atestigua su efímera gloria deportiva. En la nouvelle que da título al volumen –un texto clave en la narrativa argentina, una obra maestra- se rinde homenaje al escritor argentino Roberto Arlt, al que Piglia rescató para incluir en la tradición literaria argentina. Haciendo una práctica muy refinada de la lectura, Piglia asume ficcionalmente la voz Arlt y predice algo sobre los textos que éste hubiera podido escribir.

OPINIÓN:
"Afuera la niebla era una bruma azulada que cubría la ciudad. La mujer de pelo colorado estaba sentada a su derecha, al otro lado del pasillo. El hombre que la acompañaba se había quedado solo, de pie en el andén desierto. La mujer fumaba sin mirarlo, ausente, una valija de mano apoyada en las rodillas. Cuando el ómnibus se puso en marcha el hombre siguió inmóvil, flotando en la claridad gris, quieto y sosegado, una mano alzada saludando el vacío. De a poco la estación se fue perdiendo y viajaron lentamente por la ciudad hacia el sur. Emilio encendió un cigarrillo y ablandó su cuerpo en el asiento. La neblina se transformaba en una lluvia densa y apacible. «Va a llover toda la noche» pensó y se sintió tranquilo por primera vez, abandonado al rumor suave de la marcha. Había recibido el llamado al final de la tarde; ahora el recuerdo era remoto y confuso. «Está muy grave» le dijo la mujer, atropellada, llorando"...

Este es mi segundo encuentro con este afamado y premiado escritor argentino (la anterior obra fue Prisión Perpetua).
Son seis relatos que se leen con ansiedad ... tiene un estilo sumamente intrigante de narración descriptiva que hace imaginar la escenas como si fueran una foto o una película ... con la característica de que destila suspenso y misterio, así como una tensión psicológica constante, pues tanto la acción como los personajes son todos como misteriosos y hacen suponer que algo va a pasar de repente.
Sin duda, es Literatura de calidad con un estilo muy expresivo, lleno de oralidad popular combinadas con pluralidad vanguardista, dando con un resultado muy agradable. Con gusto lo recomiendo.

"Entró en el zaguán bajo la suave claridad del atardecer: imperturbable, de sombrero, un poco ridículo y como disfrazado, esforzándose en parecer más viejo o más seguro, menos frágil con sus veintidós años recién cumplidos y el paquetito envuelto en papel de seda. Reconoció el olor a humedad y a madera quemada que bajaba por el pozo de aire, una neblina pálida, invisible, que siempre asociaba con la piel de Adela. Se miró la cara en el espejo del ascensor, satisfecho, y después bajó, lento y oscuro, repasando lo que había preparado para decir cuando le abrieran. Tardaron un rato en contestar y él siguió inmóvil, de perfil a la puerta del departamento, ensayando un gesto humilde, temeroso de que si trataba de insistir ya no lo recibieran. Del otro lado llegaba un quejido apenas perceptible, como si alguien rezara en voz baja o llorara bajo el agua. «Parece una gata que maúlla», pensó él, «una gata con cría». Volvió a llamar y después de un rato la puerta se entreabrió. En el umbral una nena que no debía tener más de seis años lo miraba inclinando la cabeza hacia un lado en un ademán tímido que la hacía parecer un pájaro. Llevaba trencitas y anteojos sin aro de mucho aumento, que le daban una expresión adulta, concentrada. Él se agachó hasta quedar a la altura de la chica".
Lucila Argüello

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