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18 de octubre de 2021

"Trilogía de la llanura" ("La canción de la llanura", "Al final de la tarde" y "Bendición"), de Kent Haruf

la cancion de la llanura kent haruf
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Agustín Vergara ("La canción de la llanura)
Cruz Rodríguez Juiz ("Al final de la tarde" & "Bendición")
Editorial: Literatura Random House

SINOPSIS: 
En la pequeña comunidad de Holt, Colorado, un profesor de instituto intenta lidiar con la depresión de su esposa y sacar adelante a sus dos hijos, que empiezan a descifrar el mundo adulto.
Una adolescente es expulsada de casa cuando su madre descubre que está embarazada y, gracias a una profesora, encuentra cobijo en la granja de dos viejos hermanos solteros que viven aislados cuidando de su ganado como han hecho siempre.
Las vidas de todos ellos, con sus silencios, su soledad y sus anhelos, se cruzan para construir refugios inesperados y familias excepcionales.
Tras el éxito internacional de Nosotros en la noche recuperamos una de las novelas más célebres de Kent Haruf, por la cual estuvo nominado al National Book Award y al Los Angeles Times Book Prize. Haciendo acopio de una prosa sobria y una aparente sencillez narrativa, Haruf ha logrado crear en el pueblo imaginario de Holt un paisaje de una particular grandeza mítica que comparte territorio geográfico y humano con Richard Ford, Annie Prouxl o Cormac McCarthy. Los protagonistas de las novelas de Haruf ponen de manifiesto la forma positiva que el autor tenía de ver el mundo, sin sentimentalismos, pero con una sabiduría y una honestidad que han calado hondo en los lectores.

al final de la tarde kent haruf
Los envejecidos hermanos McPheron están aprendiendo a vivir sin Victoria Roubideaux, la madre soltera a la que acogieron y que ahora ha dejado su rancho para comenzar sus estudios universitarios. Un joven solitario cuida estoicamente de su abuelo, y una pareja de minusválidos intenta proteger a sus hijos de un pariente violento.
A medida que estas vidas avanzan y se entrecruzan, Al final de la tarde desvela verdades inmemoriales acerca de los seres humanos: su fragilidad y resiliencia, su egoísmo y su bondad. Su habilidad, al fin y al cabo, para sentirse en familia los unos con los otros.
Esta entrega, nostálgica y repleta de singulares momentos de redención, es un retrato dotado de una esperanza tan sencilla y clara como la prosa de su autor. Con su estilo sobrio, Haruf supo construir en la «Trilogía de la Llanura» un paisaje literario que ha sido comparado con el Mississippi de Faulkner, el Medio Oeste de Sherwood Anderson o la California norteña de Wallace Stegner.
Kent Haruf, autor de Nosotros en la noche, vuelve al pueblo imaginario de Holt en esta continuación de la «Trilogía de la Llanura» que inauguró con La canción de la llanura.

Papá Lewis se sienta en el porche de casa junto a su mujer. El calor del verano de Colorado abrasa, pero él bebe despacio una cerveza bien fría mientras mira hacia las llanuras que se extienden más allá de donde le alcanza la vista. Le queda poco tiempo para disfrutar de estos grandes placeres cotidianos -su esposa, su pueblo, su casa-, pues le acaban de anunciar que está gravemente enfermo. Le quedan solo unos meses de vida.
A partir de esta noticia, descubrimos la terquedad y la ternura de Papá Lewis y la vida de los otros habitantes del pequeño pueblo de Holt, por el que ya paseamos en La canción de la llanura y Al final de la tardelas dos primeras partes de la Trilogía de la Llanura, que ahora concluye con esta historia independiente. Kent Haruf teje una red de personajes y de relaciones formadas y transformadas a lo largo de las décadas, aderezadas con un viento constante y con el sempiterno olor a paja, tierra y trigo del noreste estadounidense.
Sin necesidad de alzar la voz y sin grandes artilugios literarios, Bendición es un himno solemne a los profundos y duraderos lazos que se establecen entre la gente común para afrontar las dificultades. Una reflexión magistral sobre el final de la vida, sobre cada una de las etapas intermedias y sobre los sueños y las esperanzas que nos sostienen durante el camino.
Una conmovedora historia sobre el final de la vida que cierra la «Trilogía de la Llanura».

OPINIÓN:
"Llegaron de la cuadra con la luz oblicua de primera hora de la mañana. Los hermanos McPheron, Harold y Raymond. Viejos aproximándose a una casa vieja a finales del verano. Llegaron por el camino de grava dejando atrás la camioneta y el coche aparcados junto a la valla y entraron uno detrás del otro por la puerta de la alambrada. En el porche se limpiaron las botas contra la hoja de sierra clavada en la tierra, rodeada por un suelo duro y brillante a causa del uso constante y mezclado con estiércol de establo, y subieron los escalones de tablones hasta el porche cerrado con mosquiteras y pasaron a la cocina, donde la chica de diecinueve años, Victoria Roubideaux, estaba sentada a la mesa de pino dándole gachas a su hijita. En la cocina se quitaron el sombrero y lo colgaron de los ganchos clavados en un tablón junto a la puerta y de inmediato empezaron a asearse. Bajo la frente blanca, tenían la cara enrojecida y curtida por los elementos, y el pelo áspero de las redondeadas cabezas se había vuelto entrecano y rígido como las crines de un caballo. En cuanto terminaron en el fregadero se secaron uno detrás del otro con el trapo de la cocina, pero cuando se disponían a servirse el desayuno en los platos la chica les pidió que se sentaran. No tiene sentido que nos esperes, dijo Raymond. Quiero esperar, dijo ella. Mañana ya no estaré".

Esta entrañable trilogía del estadounidense Kent Haruf (1943-2014) Colorado, USA, galardonado con múltiples premios nacionales, se desarrolla en Holt, un pueblo ficticio de Colorado, a mediados del siglo XX.
Aunque las tres novelas comparten escenario y algunos personajes, pueden leerse en forma individual, pero atrapan de tal manera que las leí de un tirón ... como si fueran temporadas de una serie o un culebrón de calidad.
Son las historias de muy diferentes personajes, bien retratados, filmados con letras, del pueblo y el campo; de distintas edades, sexos y condiciones, que terminan entrelazándose por los avatares de la vida.
Son novelas muy auténticas, se sospecharía que son en parte autobiográficas, creíbles, y su impresión de veracidad radica en lo humanas que son ... a veces muy duras y otras veces muy tiernas, un balance en busca del eslabón perdido: la felicidad, o al menos la paz de espíritu.
La cotidianidad de las escenas, tan detalladas, diría que encuadradas fílmicamente, creo que es lo que hace las relatos tan entrañables ... aquel devenir personal, pueblerino, rural, rutinario, doméstico ... el íntimo diario vivir ... los sentimientos, el amor, el desamor, el trabajo, la soledad, lo social, la cocina, la comida, el dormitorio ... los pensamientos, el ser ... y de repente: pasa algo, algo extraordinario, un accidente, un encuentro, un incidente, una decisión ... que rompen lo programado, el horario, el hábito ...
Me han gustado mucho y las recomiendo.

"No. Cállate. El niño volvió a empujar al rubio y este pegó al hermano y lo agarró del cuello y cayeron juntos a la grava. El rubio giró encima del hermano, tenían las caras pegadas, y le golpeó en la cara y en la garganta y el hermano intentó protegerse la cara con las manos. Tenía la mirada asustada y le sangraba la nariz. Empezó a gemir. Entonces una niña, Joy Rae, con un vestido azul demasiado corto para ella, irrumpió dentro del corro. Le estáis haciendo daño, gritó. Basta. Se acercó corriendo y separó al rubio de su hermano, pero el primer niño, el grande y gritón, la empujó haciendo que tropezara con los que estaban en el suelo y cayó de cuatro patas en la grava. Se rasguñó una rodilla pero se levantó y se enfrentó al rubio gritando: Para ya, hijo de puta. El gritón grande la agarró y esta vez la lanzó de vuelta al corro de mirones, y dos niños la sujetaron por los brazos. Ella se retorció y los pateó. Soltadme, gritó".
Lucila Argüello

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