Género: Narrativa
Editorial: Seix Barral
Editorial: Seix Barral
SINOPSIS:
Un niño escapado de casa, escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres que le buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.
OPINIONES:
Aún no ha terminado el mes de mayo y ya he repetido en varias ocasiones que “Intemperie” es el mejor libro de este 2013 (de hecho empecé a decirlo en marzo). Arriesgado, lo sé, pero no creo que me vaya a equivocar.
Novela cruda en su fondo y preciosa en la forma. La escasa presencia de diálogos, estudiados a la sílaba, no resta un ápice de interés a una historia conmovedora y apasionante que atrapa desde la primera línea e introduce al lector en ella a través de magistrales descripciones del frío y cruel entorno y, sobre todo, de los sentimientos, las reflexiones de su protagonista, que al final son los hilos conductores de la historia.
Una historia atemporal donde el único referente para contextualizarla es una moto con sidecar, lo que permite al lector situarla en cualquier punto entre los años veinte y finales de los setenta. Una historia anónima donde no existen nombres propios: el niño, el cabrero, el alguacil… Una historia sin ubicar, que pudo suceder en cualquier paraje donde la naturaleza inclemente, la intemperie, se funde con la trama hasta ser un personaje más que nos arrastra por las grietas secas de la tierra a golpe de palabras talladas en el alma.
Una obra increíblemente conmovedora de un autor debutante que esperemos nos siga brindando relatos con ese nivel de lirismo y carga emocional.
Novela cruda en su fondo y preciosa en la forma. La escasa presencia de diálogos, estudiados a la sílaba, no resta un ápice de interés a una historia conmovedora y apasionante que atrapa desde la primera línea e introduce al lector en ella a través de magistrales descripciones del frío y cruel entorno y, sobre todo, de los sentimientos, las reflexiones de su protagonista, que al final son los hilos conductores de la historia.
Una historia atemporal donde el único referente para contextualizarla es una moto con sidecar, lo que permite al lector situarla en cualquier punto entre los años veinte y finales de los setenta. Una historia anónima donde no existen nombres propios: el niño, el cabrero, el alguacil… Una historia sin ubicar, que pudo suceder en cualquier paraje donde la naturaleza inclemente, la intemperie, se funde con la trama hasta ser un personaje más que nos arrastra por las grietas secas de la tierra a golpe de palabras talladas en el alma.
Una obra increíblemente conmovedora de un autor debutante que esperemos nos siga brindando relatos con ese nivel de lirismo y carga emocional.
Un libro en el que la naturaleza y el ambiente marcan la novela tanto como los personajes. La dureza de la vida en este lugar en el que aprieta la sequía y las condiciones de vida son muy difíciles pugna también con la crueldad de algunos personajes, personajes de los que tiene que escapar un niño que se verá solo hasta que tiene la suerte de encontrar un viejo cabrero que le enseñará a vivir en medio de la desolación. Una historia sobrecogedora que te deja clavado cuando vas descubriendo el por qué de que ese niño se haya escapado de su hogar para enfrentarse a las dificultades. Una novela sobre como un niño ha de madurar y crecer de forma acelerada llena de crudeza, terriblemente impactante. Me ha gustado.
Esta pequeña-gran novela nos narra la historia de un niño que huye de su casa. Escapa de un tormento inenarrable y en su huida cruza y une su vida a la de un pastor tan parco en palabras como bondadoso. Un viejo.
Un entorno inhóspito, una "intemperie" física y espiritual que representa la vida, lo peor de la vida: la violencia y la pobreza (económica y moral). Una alegoría a la pérdida de la niñez y la inocencia. Un relato que no te da tregua y te mantiene sin respiración desde casi el principio hasta más allá del final.
Un niño sin edad y sin nombre que podríamos ser cualquiera. Un llano, seco, inhóspito, sin ubicación, que podría ser cualquiera de nuestras vidas. Un viejo que se erige como ángel de la guarda y ángel vengador. Un malvado que podría ser cualquier malvado, cualquier acontecimiento que nos desgarra y destroza, a cualquiera de nosotros, a cualquiera de nuestras vidas.
Un libro que nos hace plantearnos cómo de inocentes somos, y nos sorprende justificando a unos los actos por los que condenamos a otros. Una prosa deliciosa, con un vocabulario riquísimo, que el autor utiliza a su antojo para darle velocidad al relato o, por el contrario, dotarlo de calma y poesía.
Un canto a la esperanza dentro de la desesperanza. El brote tierno que empieza ya con heridas junto al brote viejo que está en su fase final, también con sus heridas, pero ya heridas viejas que no esperan, ni buscan, sanar.
Brutal.
Verónica Hernández
“Intemperie” es una novela no muy extensa, obra del escritor Jesús Carrasco y llevada a la gran pantalla el pasado año por el director Benito Zambrano. He de decir que este es uno de esos casos raros en el que vi la película antes que el libro, durante bastante tiempo estuve indecisa entre leerlo o no. Lo curioso es que la película me animó a leerlo, es una película que no está mal, aunque respecto al libro cambia algunos detalles, pero lo importante es que guarda la esencia y al ver la película me quedé con la curiosidad de saber cómo el autor podía describir y transmitir las sensaciones y el paraje casi desértico, seco.
En el relato aparecen pocos personajes, de ellos no sabemos los nombres, si acaso el oficio o el cargo, se aprecian pocos detalles que nos ubiquen en una fecha, salvo por el clima y la vegetación, es un texto atemporal. Ya el título, “Intemperie”, nos puede trasladar a la idea de una desnudez abismal, intemperie significa estar a cielo abierto, al raso, sin cobijo. Los personajes protagonistas son básicamente un cabrero, ya entrado en años, con mucha experiencia vital, un niño que escapa de su casa y el alguacil y sus compinches que van en busca del niño. El escrito relata con especial crudeza el periplo del anciano y el niño, que en compañía de un burro, un perro y un grupo de cabras, atraviesan parajes ruinosos con el objetivo de llegar a un lugar mejor o próspero. Este periplo se acaba convirtiendo en un “viaje” vital, en todos los sentidos.
El estilo en el que Jesús Carrasco narra las peripecias de dichos personajes es directo, los diálogos y descripciones son breves y concisos y el lenguaje utilizado está estudiado y es preciso.
Que sea una lectura sin fecha, lugares concretos y reconocibles y personajes anónimos, hace de su lectura una experiencia que va más allá del mero acto o del disfrute de leer, es una experiencia. Una obra corta pero intensa.
En el relato aparecen pocos personajes, de ellos no sabemos los nombres, si acaso el oficio o el cargo, se aprecian pocos detalles que nos ubiquen en una fecha, salvo por el clima y la vegetación, es un texto atemporal. Ya el título, “Intemperie”, nos puede trasladar a la idea de una desnudez abismal, intemperie significa estar a cielo abierto, al raso, sin cobijo. Los personajes protagonistas son básicamente un cabrero, ya entrado en años, con mucha experiencia vital, un niño que escapa de su casa y el alguacil y sus compinches que van en busca del niño. El escrito relata con especial crudeza el periplo del anciano y el niño, que en compañía de un burro, un perro y un grupo de cabras, atraviesan parajes ruinosos con el objetivo de llegar a un lugar mejor o próspero. Este periplo se acaba convirtiendo en un “viaje” vital, en todos los sentidos.
El estilo en el que Jesús Carrasco narra las peripecias de dichos personajes es directo, los diálogos y descripciones son breves y concisos y el lenguaje utilizado está estudiado y es preciso.
Que sea una lectura sin fecha, lugares concretos y reconocibles y personajes anónimos, hace de su lectura una experiencia que va más allá del mero acto o del disfrute de leer, es una experiencia. Una obra corta pero intensa.
Dolors Martínez
¿Palabras talladas en el alma? Una crítica tan pomposa como esta novela insufrible.
ResponderEliminarCiertamente puede ser una OPINIÓN algo pomposa. Saludos y disfrute al insufrible William S. Burroughs ;-)
EliminarLo leí estos días (¡por fin!) y me gustó mucho, una prosa cuidadosa con el detalle, no le sobran palabras... una novela maravillosa. No puedo decir que la disfruté porque sufrí junto al protagonista. Me recordó a la Trilogía de la frontera de McCarthy -versión española-.
ResponderEliminarSeguiré los pasos del autor.
Saludos.
Por desgracia no ha vuelto a publicar nada, que yo sepa :-(
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