Género: Narrativa
Traducción: Jordi Fibla
Editorial: Compactos AnagramaTraducción: Jordi Fibla
SINOPSIS:
David, el protagonista de "La Biblia de neón", es un adolescente que vive en una población miserable del profundo Sur. Una Biblia de neón ilumina el cielo por las noches, y durante el día el fanatismo religioso y la malevolencia hacen estragos en la vida de los ciudadanos. El padre de David pierde su trabajo, no puede seguir pagando su contribución a la Iglesia, y esto marca el inicio de una decadencia que les convertirá en parias dentro de la pequeña comunidad. No hay muchas alegrías en la vida de David, excepto las que llegan de la mano de tía Mae, una hermana de su madre que tras una fantasmal carrera como cantante, y ya con sesenta años, escandaliza a los bienpensantes con su pelo teñido de rubio, sus vestidos de colores chillones y sus decrépitos novios. Tras una decepción amorosa y un sangriento y escalofriante episodio, el joven David se apresta a una nueva vida en otros horizontes.
OPINIÓN:
Es tal el éxito y reconocimiento de “La conjura de los necios” que no se me ocurre mejor manera de presentar la presente obra como “la otra novela de J. K. Toole”. Y a mí, personalmente, me gusta más que la galardonada con el Pulitzer.
Escrita en su adolescencia, muchos años antes que “La conjura de los necios”, poco o nada tiene que ver con ésta, a pesar de que no son pocas las reseñas que pretenden si no compararlas, al menos enlazarlas de algún modo, vía temática o vía estilo. Para mí no hay nada de eso, carece totalmente del sarcasmo y la ironía de su segunda novela, lo cual es un acierto del autor pues las situaciones y personajes de la presente obra no se brindan al humor con la misma facilidad que los clichés esperpénticos de su galardonada obra y aquí el autor sabe mantener los pies en la tierra, narrando con pulso firme sin caer en el absurdo (absurdo que, por otro lado, en “La conjura de los necios” sí era necesario, o la obra hubiera perdido su espíritu).
Un relato de infancia como excusa para ofrecer el retrato de la América más profunda, donde el predicador manda más que el alcalde y el sheriff juntos y se teme y desprecia lo desconocido. Me ha recordado bastante al primer Capote de "Otras voces, otros ámbitos" en la descripción y casuística de los personajes y por momentos también al John Steinbeck de "Al este del Edén" en los paisajes y el retrato de la época.
Una verdadera lástima que la temprana muerte del autor sólo nos dejara dos obras tan dispares, porque ahí había talento para escribir varias páginas de historia contemporánea, tanto desde la crudeza del drama como a través del prisma de la sátira y el humor.
Escrita en su adolescencia, muchos años antes que “La conjura de los necios”, poco o nada tiene que ver con ésta, a pesar de que no son pocas las reseñas que pretenden si no compararlas, al menos enlazarlas de algún modo, vía temática o vía estilo. Para mí no hay nada de eso, carece totalmente del sarcasmo y la ironía de su segunda novela, lo cual es un acierto del autor pues las situaciones y personajes de la presente obra no se brindan al humor con la misma facilidad que los clichés esperpénticos de su galardonada obra y aquí el autor sabe mantener los pies en la tierra, narrando con pulso firme sin caer en el absurdo (absurdo que, por otro lado, en “La conjura de los necios” sí era necesario, o la obra hubiera perdido su espíritu).
Un relato de infancia como excusa para ofrecer el retrato de la América más profunda, donde el predicador manda más que el alcalde y el sheriff juntos y se teme y desprecia lo desconocido. Me ha recordado bastante al primer Capote de "Otras voces, otros ámbitos" en la descripción y casuística de los personajes y por momentos también al John Steinbeck de "Al este del Edén" en los paisajes y el retrato de la época.
Una verdadera lástima que la temprana muerte del autor sólo nos dejara dos obras tan dispares, porque ahí había talento para escribir varias páginas de historia contemporánea, tanto desde la crudeza del drama como a través del prisma de la sátira y el humor.
Luis Sánchez Martín
Parece interesante. Espero tener la oportunidad de leerla en el futuro. Lastima de la muerte del autor.
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