Género: Narrativa
Editorial: Multiversa
En Quinta Chicharra, modélico centro lacaniano para el cuidado de mentes esquivas, el doctor Martín Rubio se ha hecho con el poder absoluto. Dos de sus más excelsos pacientes encienden su imaginación en busca de pruebas que confirmen la infame conjura del insigne doctor y el secreto que esconde la cita pronunciada por su predecesor, el doctor Carmona, justo antes de su lamentable fallecimiento. El duelo entre locura y lucidez asedia a todos y cada uno de los habitantes del establecimiento, obligados a compartir temores y vanidades en su delirante universo.
OPINIÓN:
Doctor en Filosofía y autor de aclamados ensayos como “Ulises en el laberinto” (vencedor del I Premio de Ensayo Miguel Espinosa) o “Ars Delenda”, Antonio Tudela debuta en el terreno de la narrativa de ficción con esta novela corta donde da rienda suelta a su cuidadísima y melódica prosa para contar una delirante historia, como no podía ser menos tras los muros de un sanatorio mental, navegando por momentos en las aguas de la novela negra, por momentos a través de la comedia ligera.
Personajes perfectamente perfilados protagonizan ágiles diálogos en los que tienen cabida incluso las voces y sombras de otro mundo que acompañan a los pacientes del sanatorio en su día a día. Dos bandos componen las, a su vez, dos tramas de la obra: los doctores y enfermeros del sanatorio cuya gerencia se ha recompuesto tras el fallecimiento del otrora fundador y su mano derecha, ambos en muy extrañas circunstancias, y los pacientes de dicho sanatorio, locos a ojos de los primeros, compadres entre ellos mismos y lo que el lector prefiera a su juicio.
Los cambios burocráticos y de metodología que la nueva gerencia va introduciendo día a día harán brotar sospechas en el celo de dos de los más antiguos e ilustres pacientes (clientes se les llama para quitar hierro al motivo de su presencia tras los muros) que deciden indagar por su cuenta acerca de los últimos días de sus añorados difuntos cuidadores, llegando a la conclusión, en la medida en que sus psiques puedan concluir algo, de que algo oscuro se esconde tras tan rápidas y sustanciales reformas. El buen hacer con que el autor se desplaza entre ambos territorios: realidad y ficción, locura y cordura, acompañan al lector por un mar de dudas razonables y múltiples posibilidades acerca de quién es quién y por qué ocurre qué hasta un, en mi opinión, algo precipitado final que quizá resta fuerza a una novela en general bien estructurada, en la que cada párrafo tiene algo que aportar y que, en mi opinión, dejará al lector satisfecho.
Personajes perfectamente perfilados protagonizan ágiles diálogos en los que tienen cabida incluso las voces y sombras de otro mundo que acompañan a los pacientes del sanatorio en su día a día. Dos bandos componen las, a su vez, dos tramas de la obra: los doctores y enfermeros del sanatorio cuya gerencia se ha recompuesto tras el fallecimiento del otrora fundador y su mano derecha, ambos en muy extrañas circunstancias, y los pacientes de dicho sanatorio, locos a ojos de los primeros, compadres entre ellos mismos y lo que el lector prefiera a su juicio.
Los cambios burocráticos y de metodología que la nueva gerencia va introduciendo día a día harán brotar sospechas en el celo de dos de los más antiguos e ilustres pacientes (clientes se les llama para quitar hierro al motivo de su presencia tras los muros) que deciden indagar por su cuenta acerca de los últimos días de sus añorados difuntos cuidadores, llegando a la conclusión, en la medida en que sus psiques puedan concluir algo, de que algo oscuro se esconde tras tan rápidas y sustanciales reformas. El buen hacer con que el autor se desplaza entre ambos territorios: realidad y ficción, locura y cordura, acompañan al lector por un mar de dudas razonables y múltiples posibilidades acerca de quién es quién y por qué ocurre qué hasta un, en mi opinión, algo precipitado final que quizá resta fuerza a una novela en general bien estructurada, en la que cada párrafo tiene algo que aportar y que, en mi opinión, dejará al lector satisfecho.
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