Género: Narrativa
Editorial: Limbo Errante
SINOPSIS:
Un lienzo exuberante y grotesco donde a través de la parodia se diseccionan los deseos más recónditos del ser humano. Surrealismo absurdo, noir, pulp, humorismo, crítica social, filosofía parda… Todo encuentra su justo acomodo bajo la batuta maestra de un muñidor de mil lenguajes y estilos a cuál más rico y deslumbrante.
OPINIÓN:
La ´Patafísica se basa en el principio de la unidad de los opuestos y describe un universo complementario, constituido por excepciones, donde todo es anormalidad. Raúl Herrero es miembro del colegio de ´Patafísica de París y en ‘Rascayú’ da rienda suelta a esa anormalidad, materializada en un guardia civil obsesionado con un antiguo manual de guerra, enanos nazis, curas armados hasta los dientes, niños siniestros que cantan ‘Rascayú, cuando mueras, ¿qué harás tú?’, licántropos, lecheras pelirrojas, telepatía, oscuros rituales y crímenes pasados y presentes sin resolver.
Esta parodia del género policíaco, inspirada libremente en los casos reales de los asesinos Romasanta y El Sacamantecas, carece de datos temporales concretos, por lo que nos sitúa en un punto indeterminado entre los años 40 y 60 de una España tirando a bastante profunda. Además se gasta un lenguaje algo arcaico, pero muy procedente para envolver la historia en un aura barroca que añade a la lectura las sombras y nieblas necesarias para terminar de introducir al lector en la historia (porque a pesar de rozar el género fantástico, es muy fácil caer en la historia y leerla desde dentro).
Una novela divertida como pocas he leído en mucho tiempo, con grandes dosis de humor negro y un panegírico sobre el autor de otro patafísico ilustre, Fernando Arrabal, que sin duda recomiendo.
Esta parodia del género policíaco, inspirada libremente en los casos reales de los asesinos Romasanta y El Sacamantecas, carece de datos temporales concretos, por lo que nos sitúa en un punto indeterminado entre los años 40 y 60 de una España tirando a bastante profunda. Además se gasta un lenguaje algo arcaico, pero muy procedente para envolver la historia en un aura barroca que añade a la lectura las sombras y nieblas necesarias para terminar de introducir al lector en la historia (porque a pesar de rozar el género fantástico, es muy fácil caer en la historia y leerla desde dentro).
Una novela divertida como pocas he leído en mucho tiempo, con grandes dosis de humor negro y un panegírico sobre el autor de otro patafísico ilustre, Fernando Arrabal, que sin duda recomiendo.
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