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13 de junio de 2022

"El mar blanco", de Roy Jacobsen

el mar blanco roy jacobsen
FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa
Traducción: Bente Teigen Gundersen & Mónica Sainz Serrano
Editorial: AdN Alianza de Novelas

SINOPSIS: 
Nadie puede estar solo en una isla... Sin embargo, Ingrid está sola en Barrøy, la isla que lleva su nombre, mientras la guerra de su infancia ha sido sustituida por una guerra aún más terrible y Noruega se encuentra bajo el dominio de los nazis. Cuando el mar arrastra a la orilla los cuerpos de los soldados de un buque bombardeado, Ingrid no se imagina que uno de ellos aún tendrá vida suficiente para borrar toda una existencia de soledad. Tampoco se imagina lo que sufrirá para proteger a su amante de los alemanes y de los colaboradores noruegos ni el periplo al que se enfrentará para volver a casa tras ser arrancada de su isla. Ni que, durante los estragos de la guerra, rodeada de refugiados que huyen de la hambruna por tierra quemada, recibirá un regalo de valor inconmensurable. Roy Jacobsen retoma a los personajes de Los invisibles y nos sumerge con mayor profundidad en sus vidas al tiempo que hace un poderoso retrato de un año decisivo en la historia de Noruega.

OPINIÓN:
Segunda novela que leo de Roy Jacobsen, autor que se define en una entrevista como “un laboratorio para el nacimiento del estado de bienestar en Noruega”, pues a partir de los años 60 se descubrió petróleo en el mar del Norte y se pasó de la pobreza a vivir una rápida prosperidad. Esto supuso la eliminación de formas de vida -que se basaban sobre todo en la pesca- ignoradas por los autores noruegos contemporáneos por no haberlas vivido, según afirmación del autor. Sin embargo, él sí llegó a conocerlas pues su familia procedía de una isla y sus veraneos están llenos de recuerdos de su estancia de lo que él llamaba “un campo de trabajo”.
Pues bien esta obra “El mar blanco” es la segunda de una tetralogía en la que reflexionará sobre este tema: la primera, 'Los invisibles' -que he leído de nuevo pues no me acordaba bien de la saga familiar- nos narra la historia de tres generaciones en los primeros cuarenta años del siglo pasado, y su lucha, día a día, por sobrevivir desde bien pequeños en medio de un clima espantoso.
La segunda, 'El mar blanco', revive de una forma conmovedora las consecuencias de la ocupación alemana en Noruega (1940-45) que provocó una dispersión de seres humanos huyendo sobre todo del hambre (y que tanto nos recuerda al desarrollo de la guerra de Ucrania) provocada por la política de tierra arrasada de los nazis. También abandonan Barrøy los últimos habitantes -Ingrid y su tía Barbro-, un lugar que fue una “sociedad, con seres humanos y animales y un faro, con tempestades y perseverancia, con trabajo, verano e invierno y prosperidad”.
Será Ingrid, ya adulta y figura central en 'Los invisibles', la que vuelva a tomar el timón de los acontecimientos. Su solitaria vuelta a la isla después de abandonar su trabajo en la Factoría de pescado coincide con el bombardeo de un buque de guerra alemán que lleva también prisioneros rusos, uno de los cuales, todavía vivo, recala junto con otros cadáveres en las playas de la isla. Vivirán una gran historia de amor y sufrirá por ello un doloroso segundo exilio de Barrøy. Su vuelta esta vez será distinta pues irán sumándose no sólo la familia que le quedaba, sino también otros que lo perdieron todo. La guerra ha terminado.
Es una bella historia escrita con las palabras justas en las que se plantea los misteriosos vínculos entre geografía e identidad, en donde lo no dicho y la soledad conviven en armonía y en donde sólo se necesita un reloj “porque incluso un isleño necesita una silenciosa división entre los dos días que transcurren entre cada vez que es preciso darle cuerda al reloj”.
En muchos momentos alcanza tal tensión poética que me ha emocionado: “Vivir en una isla es buscar […]; la mirada de un isleño siempre busca, independientemente de las labores que desempeñen su mente y sus manos, miradas desasosegadas sobre las islas y el mar que captan cualquier mínimo cambio, registran la señal más insignificante, avistan la primavera antes de que llegue y la nieve antes de que aplique sus pinceladas blancas sobre las cunetas y las depresiones del terreno, hallan a los animales antes de que mueran y a los niños antes de que se caigan y a los peces invisibles del mar bajo las bandadas de alas blancas; la mirada es el corazón latiente del isleño.”
Excelente.
Ana Ballester

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