Género: Narrativa
Traducción: Encarna Castejón
Editorial: Compactos Anagrama
El narrador de "Ampliación del campo de batalla" es un ingeniero informático de 30 años, hastiado por su trabajo, que debe vender a sus posibles clientes las delicias de las nuevas tecnologías. Es un antihéroe que ha dejado de luchar, que espía apenas a sus congéneres, que se desliza hacia la depresión; lleva dos años de castidad, se refiere a «las mujeres que me abrían sus órganos» con tanta repugnancia como cuando habla de las egoístas psicoanalizadas. Con la precisión de una autopsia, describe el campo de batalla de la sociedad actual, la sociedad neoliberal, con sus perdedores en el ámbito económico y sexual: la ampliación del campo de batalla a todas las edades de la vida, a todas las clases sociales…
OPINIÓN:
Es curioso como he ido descubriendo a este autor en orden inverso, de final a principio: comencé con “El mapa y el territorio” que es su más reciente novela, continué con “Las partículas elementales”, que fue la segunda que escribió (y lo mejor que he leído en años) y ahora aterrizo en este campo de batalla que fue su debut como novelista. Su magistral debut, en mi opinión.
La primera sorpresa ha sido el tono en el que está escrita. Tras las otras dos novelas no pensé que tras las palabras se escondiera un Houellebecq que pudiera hacerme reír y, sin embargo, lo ha conseguido. No digo que sea una comedia, desde luego no es ni será nunca, creo, el estilo del autor. Pero en la presente obra se enfrenta a una serie de temas, recurrentes en su obra posterior, con una familiaridad y falta de delicadeza que roza lo histriónico y, al menos a mí, arranca carcajadas.
Temas como el envejecimiento, el desprecio por las clases altas o la eutanasia que retomará en “El mapa y el territorio”. Temas como el desapego al sexo en pareja y la rendición a la masturbación, la atención psicológica en casas de reposo, el racismo y el desprecio a las clases más bajas que retomará en “Las partículas elementales”. E imagino que el resto de temas, que no voy a mencionar aquí para no reventar la trama al futuro lector, se retomarán en sus otras novelas. Y sí, en el primer bloque he dicho desprecio a las clases altas y en el segundo desprecio a las clases bajas. Y es que el autor ya dejaba claro en esta su primera obra que no se siente parte del engranaje social en ningún momento, lugar o situación.
Quisiera destacar la narración de sus días de convivencia con una mujer que estaba siendo psicoanalizada, en la primera parte de la novela, como paradigma de la maestría con que en esta obra combina drama y comedia, lo desgarrador y lo irrisorio. Y, en general, la tercera y última parte de la novela. Si algunas obras empiezan muy bien para ir poco a poco desinflándose, éste va creciendo de manera exponencial siendo sus últimas páginas la guinda del pastel.
Recomiendo la novela, recomiendo al autor y, por descontado, seguiré leyendo sus obras.
La primera sorpresa ha sido el tono en el que está escrita. Tras las otras dos novelas no pensé que tras las palabras se escondiera un Houellebecq que pudiera hacerme reír y, sin embargo, lo ha conseguido. No digo que sea una comedia, desde luego no es ni será nunca, creo, el estilo del autor. Pero en la presente obra se enfrenta a una serie de temas, recurrentes en su obra posterior, con una familiaridad y falta de delicadeza que roza lo histriónico y, al menos a mí, arranca carcajadas.
Temas como el envejecimiento, el desprecio por las clases altas o la eutanasia que retomará en “El mapa y el territorio”. Temas como el desapego al sexo en pareja y la rendición a la masturbación, la atención psicológica en casas de reposo, el racismo y el desprecio a las clases más bajas que retomará en “Las partículas elementales”. E imagino que el resto de temas, que no voy a mencionar aquí para no reventar la trama al futuro lector, se retomarán en sus otras novelas. Y sí, en el primer bloque he dicho desprecio a las clases altas y en el segundo desprecio a las clases bajas. Y es que el autor ya dejaba claro en esta su primera obra que no se siente parte del engranaje social en ningún momento, lugar o situación.
Quisiera destacar la narración de sus días de convivencia con una mujer que estaba siendo psicoanalizada, en la primera parte de la novela, como paradigma de la maestría con que en esta obra combina drama y comedia, lo desgarrador y lo irrisorio. Y, en general, la tercera y última parte de la novela. Si algunas obras empiezan muy bien para ir poco a poco desinflándose, éste va creciendo de manera exponencial siendo sus últimas páginas la guinda del pastel.
Recomiendo la novela, recomiendo al autor y, por descontado, seguiré leyendo sus obras.
Aún no he leído nada de Houellebecq. Parece que a ti te ha gustado bastante (no digo sólo el libro, sino el autor). He leído de todo sobre Houellebecq, críticas muy positivas y muy negativas. El contraste ha hecho hace tiempo que me dijera: pues tendré que leerlo, porque comentarios tan diferentes dan para pensar. El libro que tengo de él es el de "El mapa y el territorio", porque supongo que fue el que se dio más a conocer en su momento, así que supongo que voy a hacer el mismo recorrido que tu: buscaré tus pasos en el camino ;)
ResponderEliminarBesos
"El mapa y el territorio" ha ganado un prestigioso premio literario en Francia, y eso le ha supuesto mucha publicidad. Pero hace ya muchos años que saltó del más profundo anonimato a la primera página con esta "Ampliación del campo de batalla". No obstante, yo soy de los que lo ha descubierto con "El mapa..."
EliminarNo hay opiniones intermedias: o se le adora o se le detesta. Yo lo adoro :)