"Comer animales", de Jonathan Safran Foer

FICHA TÉCNICA:

Género: Ensayo

Traducción: Toni Hill Gumbau
Editorial: Seix Barral

SINOPSIS:

Cuando Jonathan Safran Foer iba a convertirse en padre empezó a preocuparse por la forma más responsable de alimentar a su hijo. ¿Cuáles son las consecuencias de comer animales para la salud? ¿Cuáles los efectos económicos, sociales y ambientales de hacerlo? Mezclando con maestría filosofía, literatura, ciencia y la narración de sus propias aventuras detectivescas, "Comer animales" explora el origen de nuestros hábitos alimenticios: desde las costumbres nacionales a las tradiciones familiares, pasando por una atroz falta de información. Con una profunda perspicacia, un equilibrado sentido ético y una creatividad desbordante, Safran Foer revela la espeluznante verdad sobre el precio pagado por el medio ambiente, el Tercer Mundo y los animales para que podamos tener carne en nuestras mesas.

OPINIÓN: 
Después de leerlo tuve que dejar un tiempo para “digerirlo”, de hecho creo que aún estoy en ello. Antes de precipitarme en elogios hacia el libro, que los tengo, voy a contar primero un poco de qué va. Empieza con la historia familiar del autor, la peculiar relación que su abuela tiene con la comida, sus escarceos de adolescente con el vegetarianismo y su preocupación, ante su inminente paternidad, de cómo tenía que alimentar a su hijo. El resto del libro explica y analiza el funcionamiento de la industria alimentaria en relación a los animales que comemos: peces, cerdos, vacas, pollos… Y todo ello bajo distintos aspectos: las condiciones en las que viven y mueren los animales en las granjas industriales (la inmensa mayoría), los diferentes tipos de pesca y lo que ésta provoca en los mares, los efectos del excesivo consumo de carne en el medio ambiente, las dificultades con las que se encuentran las granjas tradicionales, y muchos más temas, globales y específicos. Aunque se centra básicamente en EE.UU. es extrapolable a la mayoría de los países desarrollados. Todo ello acompañado de datos contrastados y referenciados en una sección de extensas notas al final del libro. Pero para nada se hace técnica o tediosa la lectura, pues también está plagada de anécdotas. Además se da voz a diversos participantes del sector, por lo que ofrece variedad de opiniones.
El valor del libro radica no sólo en el resultado si no también en el proceso anterior de varios años de investigación que ha conllevado su escritura. Destacaría el papel informativo que tiene, pues por mucho que creamos saber sobre el tema estoy segura de que la gran mayoría desconoce mucho de lo que se cuenta, ya que el autor saca a la luz aspectos totalmente desconocidos que producen verdaderos escalofríos y que, bajo la premisa de intereses económicos, algunos quisieran bien ocultos. Y sobre todo es una lectura que abre los ojos y remueve la conciencia del lector, planteando muchas dudas sobre la compleja ética de la alimentación, como: ¿hasta dónde llega nuestra responsabilidad?, ¿hasta qué punto es ética la crueldad masiva sobre los animales?
Decir que este libro debería ser de lectura obligatoria podría parecer exagerado, pero es lo que pienso. Por muchos documentales que hayamos visto sobre el tema creo que no se pueden comparar a la sesión de lectura de este formidable ensayo. No creo que sea un libro alarmista ni sensacionalista, sino desgraciadamente terriblemente realista. Tampoco está escrito con la intención de convertir a nadie en vegetariano, ni es la única opción que aparece, pero desde luego remueve algo en nuestro interior y nos hace reflexionar, y mucho.

Esther Rodríguez