1 de junio de 2016

"Entre los vivos", de Ginés Sánchez

Entre los vivos Ginés Sánchez
FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Tusquets

SINOPSIS: 
César Cálvez, «Gusanito», es un joven que se encuentra al margen. Siente que la vida le queda lejos, que lo dejó de lado. Y más ahora que lo han echado del trabajo. Los días, en el calor asfixiante de la ciudad en verano, se le van sin saber cómo. Se refugia en el balcón, en los videojuegos, en los chats. «Somos», le dice Janislyn, su brillante compañera de conversación virtual, «la escoria. Lo que quedó cuando apartaron el material bueno.» Los días pasan sin fin y se pregunta cuándo tocará fondo. Mientras hace cuentas, mientras desciende a su particular infierno, descubre facetas jamás soñadas y lentamente empieza a cruzar líneas prohibidas. En el fondo de su mente va latiendo una idea, la de reestablecer una suerte de equilibrio. Pero, contra lo que espera, acaba descubriendo que hasta los espectros pueden encontrar una tabla a la que agarrarse. Agarrado a ella, Gusanito querrá transformarse, y soñar una nueva mutación.
Una historia descarnada, sobre la soledad de quienes luchan por salir adelante cuando lo han perdido todo, un espejo de las angustias de nuestros días, del signo de los tiempos.

OPINIONES:
Es la tercera novela que leo del autor (creo que sólo tiene esas tres), y me ha reconciliado con él tras una soporífera ‘Lobisón’ que no pude ni terminar. Pero también es autor de la magnífica ‘Los gatos pardos’, por lo que me decidí a probar por tercera vez, encontrándome una buena lectura muy en la línea de aquélla.
Como ya dije cuando hablé de ‘Los gatos pardos’, el autor recurre a una prosa bastante arriesgada y muy fiel a la usada en la calle, que en este caso pone también en boca del narrador omnisciente.
Se trata de una novela sobre la crisis, la global y las personales, donde un joven en paro con estudios universitarios se ve obligado a ejercer trabajos para los que se supone que está sobrecualificado, cuando no a dedicarse a menesteres que sobrepasan los límites de la legalidad. En esta novela, real como la vida misma, nos encontramos con trabajos de doce horas con contratos de cuatro, pagos en negro, falsos despidos y luchas ya no por mantener el empleo, sino por poder cobrar el paro. Una dosis de realidad que, como ya he dicho en alguna ocasión, agradezco mucho (la literatura puede ser un arma de cambio y conquista social y, al menos una parte de ella, debe mostrar la realidad como realmente es para que mantengamos los pies en la tierra). Además de la fiel radiografía de la crisis, todo lo demás es igual de mundano. En esta novela no hay superhéroes, galanes ni detectives privados, sino conversaciones en un chat con personas de las que sólo conocemos un apodo y una foto (que suele ser de un lobo o un unicornio), mendigos, policía local y una dieta a base de arroz hervido y salchichas.
Muy recomendable, en mi opinión
.
Luis Sánchez Martín

César, “Gusanito”, es un joven que ha perdido su empleo y malvive como puede. A través de sus vivencias se nos muestra un excelente retrato de lo que la crisis económica representa, no sólo a nivel del protagonista, si no en todos los aspectos de la sociedad. En ese sentido creo que es un libro muy realista.
Gusanito es un personaje marginado, por la sociedad y por él mismo, que a lo largo de las páginas aprendemos a entender, y cuyas duras experiencias le harán caer en un abismo sin fondo, del que, al final, casi siempre es posible salir. Me han parecido muy interesantes los temas colaterales, no menos importantes, que aparecen en la novela, como las amistades por chat, los mendigos, los trapicheos al margen de la legalidad…
Es, en definitiva, una historia de supervivencia, física y psicológica. Con frases cortas y directas, lenguaje de la calle, abundantes diálogos -consigo mismo y con otros- y, en conjunto, un estilo original, me ha gustado mucho y la recomiendo
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Esther Rodríguez

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