Género: Narrativa
Editorial: Debolsillo
Editorial: Debolsillo
SINOPSIS:
Martín Santomé, viudo con tres hijos, en las vísperas de su jubilación comienza a registrar en un diario su vida gris y sin relieve. La vida cotidiana de la rutina en la oficina y la de un hogar desunido y crispado se verán alteradas cuando irrumpe en su rutina la joven Laura Avellaneda, su nueva empleada. Y este hombre, casi sin proponérselo, decide abrir en su vida un paréntesis luminoso. La soledad y la incomunicación, el amor y la sexualidad, la felicidad, la muerte y los problemas políticos son algunos de los temas que aparecen en La tregua, una novela que se ha traducido a decenas de idiomas y ha sido adaptada al cine, la televisión, el teatro y la radio, pero que sobre todo ha gozado de la excepcional acogida de los lectores de todo el mundo.
Benedetti nos deja, con "La tregua" un sabor amargo, como amarga es la existencia de Santomé.
La historia sucede en Montevideo durante el año 1958. Está narrada en primera persona en formato de diario. El autor nos sumerge en la vida de un viudo de 49 años, con tres hijos mayores, que tiene una existencia solitaria y rutinaria, un trabajo mediocre (del que espera jubilarse en los siguientes meses) una forma de vincularse con sus hijos deficiente y con otras mujeres casi en un plano fisiológico unicamente. Dentro de la visión cínica que él tiene del mundo cae, por momentos, en observaciones de una sensibilidad encantadora: "¿Por qué las palmas de mis manos tienen una memoria más fiel que mi memoria?" (reflexión sobre Isabel); "Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas".
La historia sucede en Montevideo durante el año 1958. Está narrada en primera persona en formato de diario. El autor nos sumerge en la vida de un viudo de 49 años, con tres hijos mayores, que tiene una existencia solitaria y rutinaria, un trabajo mediocre (del que espera jubilarse en los siguientes meses) una forma de vincularse con sus hijos deficiente y con otras mujeres casi en un plano fisiológico unicamente. Dentro de la visión cínica que él tiene del mundo cae, por momentos, en observaciones de una sensibilidad encantadora: "¿Por qué las palmas de mis manos tienen una memoria más fiel que mi memoria?" (reflexión sobre Isabel); "Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas".
En ese escenario, que tan bien construye Mario para sus lectores "El
insomnio es la peste de los fines de semana" no hay espacio para nadie
más hasta que irrumpe en su vida Laura Avellaneda. Cuando Santomé
empieza a sentir cosas por ella se da cuenta que está vivo: "No estoy
seco" como expresa él mismo, y nota que puede experimentar el amor. "Que
salto, Dios mío. Creí que el corazón se me había instalado en mis
sienes". Con Avellaneda desarrollan una relación de amor, simple y
cálido. El protege y se siente protegido, y lo llena al protagonista de
dudas y proyectos, de anhelos, celos: de vida. Hasta que la trama lo
sitúa nuevamente en el principio. Un desenlace inesperado lo sumerge en
una nueva viudez, incluso peor que la anterior ya que él no puede vivir
abiertamente su dolor (dado lo clandestino de la relación) y le roba lo
más preciado: la última oportunidad de amar y proyectarse acompañado sus
últimos años. Es aquí donde el título toma sentido: "La tregua" fueron
los meses de amor, serenidad y compañia que, una vez finalizados, lo
sumen otra vez en una vida gris.
En varias partes de la diégesis el autor busca, a través de la visión del narrador, incomodar al lector abordando temáticas complejas como: Dios, la situación sociopolitica uruguaya por ese entonces, la homosexualidad, la infidelidad. Juega permanentemente con los contrastes: la juventud y la vejez, el trabajo y el ocio, la espontaneidad y el atropello (inherentes a los recuerdos de Isabel) y la calma y serenidad de Laura. El pasado y el presente. Las descripciones y secuencias argumentativas son exquisitas. La honestidad con que Santomé vuelca sus impresiones en un diario que por nadie más será leído. Es una trama redonda, la soledad del principio se repite al final.
En varias partes de la diégesis el autor busca, a través de la visión del narrador, incomodar al lector abordando temáticas complejas como: Dios, la situación sociopolitica uruguaya por ese entonces, la homosexualidad, la infidelidad. Juega permanentemente con los contrastes: la juventud y la vejez, el trabajo y el ocio, la espontaneidad y el atropello (inherentes a los recuerdos de Isabel) y la calma y serenidad de Laura. El pasado y el presente. Las descripciones y secuencias argumentativas son exquisitas. La honestidad con que Santomé vuelca sus impresiones en un diario que por nadie más será leído. Es una trama redonda, la soledad del principio se repite al final.
Mónica Josid
Sin duda de las mejores obras de Benedetti. Me encanta como aborda el tema de la existencia de Dios y su opinión que tiene hacia él. "creen en Dios sólo porque ignoran que hace mucho tiempo que Dios ha dejado de creer en ellos."
ResponderEliminarGRACIAS¡
ResponderEliminarHay algo, que martin santome no sabe el amor y la separacion de sus hijos.Es un poco inmaduro,ineguo y jodido.El no tiene claro con las mujeres cuando busca un joven busca primero los corazones y quiere algo mas los progresos de esta conversacion poco suficiente y cree hacer el amor no el amor en el corazon ,hay hombres nacen y no saben.
ResponderEliminarHermosa historia, llevo diez años de relación con una joven abogada de 30. A mis 63, jubilado, divorciado, mi felicidad la encontré después de muchos fracasos amorosos. Este libro retrata momentos de mi vida. LA TREGUA, así es, una tregua en la vida para ser feliz, que más quisiera que esa tregua nunca terminara.
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