Género: Narrativa
Editorial: Lumen
SINOPSIS:
Este es el mundo de Samanta Schweblin, un territorio peculiar, hecho de esperas y preguntas, donde el lector tiene su parte en la resolución de los enigmas que plantea el cuento; un mundo que a veces nos recuerda a Kafka y otras nos lleva hasta Flannery O'Connor, manteniendo siempre su propia identidad, y donde la escritura, sobria y eficaz, está al servicio de las historias que cuenta, sin un adjetivo de más o un verbo de menos. Si, como decía Italo Calvino, la buena literatura es aquella que acecha la vida usando las palabras adecuadas, aquí tenemos a una joven autora que conoce muy bien su oficio y con Pájaros en la boca abre una nueva puerta a la literatura de nuestro tiempo.
OPINIÓN:
“NOS REÍMOS MUCHO, Y FELICITAMOS A KITO PORQUE SU CÁNCER YA ESTÁ CASI CURADO, A GALDÓS POR LA RENTABILIDAD DE LA GRANJA, Y A MI MADRE PORQUE, SÍMPLEMENTE, LA ADORAMOS”.Este es el libro del mes de julio 2019 del Círculo de Lectura de Kendall.
Es una colección de 18 cuentos cortos por la joven, talentosa y premiada autora argentina Samanta Schweblin.
Toma su nombre Pájaros en la Boca del tercer cuento del mismo nombre ... un cuento de estilo surrealista bastante extraño y muy kafkiano. Este cuento felino, causa shock, asco y repulsión a personas muy sensibles, lo que provocó en el Círculo que algunas lectoras desertaran la lectura.
Pero como yo soy lectora valiente y experimentada, continué avanzando y puedo decir que estoy muy satisfecha con esta obra Samanta Schweblin.
Sus cuentos son literatura pura y dura ... en un estilo si se quiere extraño, surrealista ... alguien dijo que es dadaísta … kafkiano, metafórico, pero excelentemente bien escritos, con mucha imaginación.
Algunos son crueles, como el del perrito ... otros de final inesperado como el de La Medida de las Cosas ... otros son cínicos como el de Papá Noel ... otros sangrientos y nauseabundos como el de la valija de Benavides. Hay algunos bien locos como el de las novias. Otros esquizofrénicos ... Hasta hay uno muy cómico: Mi hermano Walter, cuya depresión produce buena suerte y felicidad a su familia.
Para leer este tipo de literatura hay calzarse las antiparras del surrealismo, la magia, la fantasía; con mente abierta, vanguardista y moderna; con imaginación y con ganas de hacer las interpretaciones de los muchos simbolismos que pueden estar escondidos entre las extrañas situaciones de las historias, que pueden ser metáforas que podemos descifrar.
¡Bravo por la joven Samantha Schweblin y espero siga escribiendo!
Lucila Argüello
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