Género: Narrativa
Traducción: Mercedes Cebrián
Editorial: Impedimenta
Traducción: Mercedes Cebrián
Editorial: Impedimenta
SINOPSIS:
Colin Smith es un joven de clase obrera que vive en un barrio de Nottingham con su madre viuda, el amante de esta y sus tres hermanos pequeños. Su vida no es ejemplar, pero lo será aún menos cuando robe una panadería y acabe en un reformatorio. Una vez allí, se aficiona a correr y, gracias a sus cualidades como atleta, obtiene unos privilegios que no desea para sí. Hasta que finalmente tendrá que elegir entre el éxito como héroe deportivo y la soledad del corredor de fondo. En este volumen, con nueva traducción de Mercedes Cebrián, se reúne una descarnada colección de relatos centrados en el sombrío aislamiento de la clase obrera, en los pequeños delitos que se cometen para salir adelante y en la profunda ira que domina a los habitantes de las ciudades industriales, abocadas a la desesperación. Una realidad que sigue hoy tan vigente como lo fuera hace más de medio siglo.
OPINIÓN:
Publicada en 1959 por Alan Sillitoe (decía que escribía con la cabeza y las tripas), es un largo monólogo protagonizado por un joven recluso de un correccional, Colin Smith, cuya intensa carga emocional reposa en la diferente noción de la honradez que existe dependiendo de donde se haya nacido.Dividido en tres momentos, asistimos, en primer lugar, al relato de su presente en el que no sólo nos relata su condena a entrenarse durante dos horas como corredor de fondo, fuera del centro, en duras condiciones, sino que a su vez nos describe, de un modo punzante y sin remilgos, la profunda quiebra que hay entre ricos y pobres y cuyas expectativas de mejora no existen. La sola idea de colaborar con el propósito del director ganando la carrera bajo el señuelo de un buen trato y quizá una carrera profesional lo percibe como una traición a los suyos y a su destino.
Una segunda parte alude al delito por el que fue condenado y nos sumerge en el ámbito familiar de la clase obrera que tan magistralmente nos narró en sus películas Ken Loach y, finalmente, la tercera parte en la que el joven corredor no defrauda a los suyos: cumple su destino y asume las consecuencias. Brillante relato que se lee de un tirón y cuyo estilo austero y brillante atrapa sin compasión.
Ana Ballester
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