Género: Relato
Traducción: Jordi Juste y Shizuko Ono
Editorial: Ático de los libros
SINOPSIS:
”Vamos hacia el infierno”: esta lúcida frase es el punto de arranque de una pesadilla real. Kanikosen es la crónica de la brutalidad del capital contra los trabajadores, o de la angustiosa travesía de un buque factoría en las gélidas aguas de Kamchatka.
Los obreros y pescadores viven y trabajan como autómatas y en peores condiciones que si fueran animales. Sin descanso, faenan en las peligrosas aguas de Kamchatka, enlatando los cangrejos para empresarios que viven cómodamente a millas de ahí. La tripulación no tiene identidad: los hombres no son más que cuerpos sin nombre ni dignidad, obligados a rendir hasta la extenuación, vejados y presionados para conseguir la producción deseada, y el enriquecimiento de unos pocos. Sin apenas dormir, maltratados sistemáticamente y torturados con crueldad despiadada, aún enfermos, los pescadores malviven como fantasmas. Paulatinamente y casi sin darse cuenta, la injusticia de su situación, el descontento y la puesta en común de sus terribles experiencias (que son las mismas en toda la clase proletaria de Japón) les conducirán a una sorda revolución.
El poder tiránico del patrón del buque, escoltado por un destructor de la armada japonesa, comienza a ser cuestionado. En ese momento, un grupo de pescadores que ha naufragado entra en contacto con unos marineros rusos. Con ellos descubren que otro mundo debe ser posible, gracias a la reivindicación de sus derechos como trabajadores. De vuelta al barco, los pescadores han hecho suyo el espíritu de protesta que hasta ahora la autoridad había sofocado.
Pronto, la unión de los hombres hará que las cosas empiecen a cambiar.
OPINIÓN:
El “Hakko Maru” es un barco conservero de cangrejos japonés que zarpa desde Hakodate rumbo al norte, donde pasará meses faenando en el mar de Kamchatka. Bajo el mando de un patrón cruel y despiadado, pescadores, obreros, y tripulación en general, sufren unas condiciones laborales y de vida deplorables, que lindan con la esclavitud. Lentamente esos trabajadores engañados, bajo la semilla del comunismo que llega desde la costa rusa, empezarán a rebelarse contra ese maltrato. Novela corta que mediante descripciones descarnadas y sobrias constituye un alegato contra la injusticia social. Es triste leer que por escritos como éste en defensa del proletariado el autor falleció, en 1933, torturado por la policía japonesa.
Los obreros y pescadores viven y trabajan como autómatas y en peores condiciones que si fueran animales. Sin descanso, faenan en las peligrosas aguas de Kamchatka, enlatando los cangrejos para empresarios que viven cómodamente a millas de ahí. La tripulación no tiene identidad: los hombres no son más que cuerpos sin nombre ni dignidad, obligados a rendir hasta la extenuación, vejados y presionados para conseguir la producción deseada, y el enriquecimiento de unos pocos. Sin apenas dormir, maltratados sistemáticamente y torturados con crueldad despiadada, aún enfermos, los pescadores malviven como fantasmas. Paulatinamente y casi sin darse cuenta, la injusticia de su situación, el descontento y la puesta en común de sus terribles experiencias (que son las mismas en toda la clase proletaria de Japón) les conducirán a una sorda revolución.
El poder tiránico del patrón del buque, escoltado por un destructor de la armada japonesa, comienza a ser cuestionado. En ese momento, un grupo de pescadores que ha naufragado entra en contacto con unos marineros rusos. Con ellos descubren que otro mundo debe ser posible, gracias a la reivindicación de sus derechos como trabajadores. De vuelta al barco, los pescadores han hecho suyo el espíritu de protesta que hasta ahora la autoridad había sofocado.
Pronto, la unión de los hombres hará que las cosas empiecen a cambiar.
OPINIÓN:
El “Hakko Maru” es un barco conservero de cangrejos japonés que zarpa desde Hakodate rumbo al norte, donde pasará meses faenando en el mar de Kamchatka. Bajo el mando de un patrón cruel y despiadado, pescadores, obreros, y tripulación en general, sufren unas condiciones laborales y de vida deplorables, que lindan con la esclavitud. Lentamente esos trabajadores engañados, bajo la semilla del comunismo que llega desde la costa rusa, empezarán a rebelarse contra ese maltrato. Novela corta que mediante descripciones descarnadas y sobrias constituye un alegato contra la injusticia social. Es triste leer que por escritos como éste en defensa del proletariado el autor falleció, en 1933, torturado por la policía japonesa.
Esther Rodríguez
Tomo nota, me interesa. Tremendo lo que cuentas del autor, y aunque sucedió en 1933, no es ciencia ficción pensar que en algunos paises aún suceden cosas así.
ResponderEliminarSaludos!