27 de noviembre de 2013

"El coronel no tiene quien le escriba", de Gabriel García Márquez

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Editorial: Debolsillo

SINOPSIS:
El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por Gabriel García Márquez durante su estancia en París, adonde había llegado como corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine, a mediados de los años cincuenta. El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió en la pobreza, mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional novela, que fue rechazada por varios editores antes de su publicación. Tras el barroquismo faulkneriano de La hojarasca, esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva, y el estilo del escritor se hace más puro y transparente. Se trata también de una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria permanece muda.

OPINIONES:
Fue la lectura de abril de 2020 en el Club de Lectura.

Se trata de una novela breve, de las primeras que escribió el autor. Es una historia que fluye ante el lector, muy sencilla, la vida rutinaria de un viejo coronel que hace años que espera la ratificación de su pensión. Como fondo, una muerte cercana, la pobreza, la censura y un gallo del que se espera mucho... El personaje del coronel es entrañable y es imposible no sentir aprecio por él, y más cuando vas pasando las páginas y la sensación de amargura se va haciendo más presente. Me ha gustado.
Esther Rodríguez

"Mientras esperaba a que hirviera la infusión, sentado junto a la hornilla de barro cocido en una actitud de confiada e inocente expectativa, el coronel experimentó la sensación de que nacían hongos y lirios venenosos en sus tripas. Era octubre".
El coronel no tiene quien le escriba, novela corta y obra maestra del Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, fue la lectura del mes de abril del 2020 del Club de Lectura de Literatura+1, en plena cuarentena por el coronavirus COVID19.
Al principio no estaba tan entusiasmada con el libro del mes, porque ya lo había leído muchas veces, y en la actualidad prefiero leer obras que no he leído o conocer autores que no conozco.
A pesar del mi reticencia, la belleza y el arte del relato me cautivaron nuevamente. Es sabido que el autor la consideraba la mejor de sus obras y que junto con otras novelas cortas y cuentos como La hojarasca, La mala hora, y Los funerales de la Mamá Grande, fueron dando forma a la que sería su obra más popular y conocida, Cien años de soledad; todas ellas ambientadas en Macondo, y con personajes legendarios que se intercalan, como el coronel Aureliano Buendía inspirado en Uribe Uribe, un héroe colombiano.
El protagonista de la novela que nos ocupa, es el coronel, personaje se supone inspirado en el abuelo del autor, Nicolás Ricardo Márquez, nacido en 1864, quien intervino en la Guerra de los Mil Días al mando del Coronel Uribe Uribe.
La novela es corta, de apenas 64 páginas, con el estilo característico de Gabo y su realismo mágico, algo para mí realmente maravilloso ... porque me encantan esas frases compuestas con tanta inocencia y con tanta poesía ... que con mucha economía expresan tanto y de una manera tan entrañable.
Los personajes están muy bien redondeados, hasta con sus enfermedades particulares, y las de los dos protagonistas sin nombre, se agudizan con las lluvias de octubre ... ellos son el "coronel" y "su mujer" o "su esposa".
No falta la ironía y el humor soterrados en la narración, que transmite fielmente las cotidianas frustraciones, ansiedades, dolencias que a veces parecen psicosomáticas, calamidades y tragedias personales, políticas, familiares y domésticas de la pareja ... algunas de ellas consecuencia más que de la injusticia de las circunstancias, de la dejadez anímica del carácter del coronel, que es un típico Peter Pan, ya que el único que trabajaba en el hogar era su hijo, el sastre, asesinado un año antes en la gallera, portando literatura subversiva.
Un personaje secundario, pero muy importante, es el gallo de pelea, herencia del hijo muerto, y el más valioso capital del Coronel, en el que funda todas sus esperanzas. El gallo, como símbolo, significa fe y luz. El canto matutino del gallo representa el triunfo sobre la oscuridad y el mal. Es una alegoría de la fe en el futuro del coronel.
Las lluvias de octubre, las molestias intestinales del coronel y el asma de su esposa, la necesidad de alimentar al gallo, más la de comer ellos, y los recuerdos de la Guerra de los Mil Días, además de la eterna frustración de ir a esperar los viernes una carta con la pensión que nunca llega, son los elementos que unificados con la maestría y el arte de Gabo, nos han deleitado y distraído este mes en El coronel no tiene quien le escriba, y nos han hecho olvidar por un rato nuestra gran tragedia real: la pandemia del COVID19.
"Una mañana difícil de sortear, aun para un hombre como él que había sobrevivido a tantas mañanas como ésa. Durante cincuenta y seis años —desde cuando terminó la última guerra civil— el coronel no había hecho nada distinto de esperar. Octubre era una de las pocas cosas que llegaban. Su esposa levantó el mosquitero cuando lo vio entrar al dormitorio con el café. Esa noche había sufrido una crisis de asma y ahora atravesaba por un estado de sopor. Pero se incorporó para recibir la taza. —Y tú —dijo. —Ya tomé —mintió el coronel—. Todavía quedaba una cucharada grande".
Lucila Argüello

Inicio reconociendo la bella portada del libro, me hizo regresar al pasado y mirarme correr en la gallera de mi padre, escuchar a ojos cerrados el canto de los gallos y mirar a mi padre tan gallardo manipulando a sus animales y pidiendo que no hiciéramos escándalo porque perturbábamos la tranquilidad de tan finos ejemplares.
Novela corta en la que parte de la descripción de un personaje taciturno que puntualmente llega cada viernes al puerto del pueblo a esperar el correo con la noticia de que su patria reconoce sus servicios prestados en la guerra de los mil días en Colombia y que destinará una pensión para él.
El cartero recibe siempre la pregunta: ¿Para el Coronel no hay nada? y su respuesta es: "El Coronel no tiene quién le escriba".
NADA... No hay pensión y no hay comida, el Coronel y su mujer van vendiendo sus pocas pertenencias para poder comer, hasta la máquina en la que la mujer cocía para poder llevar algo de comida a la mesa, venden casi todo menos un gallo al que le tienen puesta toda su esperanza para salir de la situación en la que viven. El maestro Márquez nos va narrando las vicisitudes del Coronel y su mujer con la característica tan propia de quien está viviendo a sus personajes, las metáforas no podían faltar y Márquez hace alarde de ellas en casi todos los diálogos.
Es una novela que se disfruta por lo lineal de la narración, por su inspiración pero que al mismo tiempo se sufre porque nos hace vivir en una dimensión extraña, hasta la lluvia pareciera más bien lágrimas, las plantas son espectadores mudos ante la tristeza de esos seres que comparten un espacio lleno de huellas de un pasado feliz. Y con todo eso pareciera que el Coronel no despierta de ese sueño.
Por lo que tengo entendido fue una obra muy valorada por el mismo autor, puesto que encierra una parte de su vida cuando vivía en París y se quedó sin trabajo y con los gastos corrientes encima, por lo que yo creo que este libro es un reflejo de lo que estaba viviendo el autor.
Pocas hojas, pocos personajes, mucha carga emocional.
Un gallo se robó el escenario en el libro y mantuvo vivos a una pareja y a un escritor. (En lo personal creo y estoy convencida de que "el gallo" fue el libro que le daba esperanza a Márquez para salir a triunfar y ganar su pelea).
CITA: "Es la misma historia de siempre, comenzó ella un momento después. «Nosotros ponemos el hambre para que coman los otros. Es la misma historia desde hace cuarenta años.» El coronel guardó silencio hasta cuando su esposa hizo una pausa para preguntarle si estaba despierto. Él respondió que sí. La mujer continuó en un tono liso, fluyente, implacable. —Todo el mundo ganará con el gallo, menos nosotros. Somos los únicos que no tenemos ni un centavo para apostar. — El dueño del gallo tiene derecho a un veinte por ciento. — También tenías derecho a que te dieran un puesto cuando te ponían a romperte el cuero en las elecciones — replicó la mujer —. También tenías derecho a tu pensión de veterano después de exponer el pellejo en la guerra civil, ahora todo el mundo tiene su vida asegurada y tú estás muerto de hambre, completamente solo".
Blanca Toral

2 comentarios:

  1. Para mí no es la mejor del autora pero tiene su sello.

    ResponderEliminar
  2. Creo que aunque sea una de las obras más breves del autor, es entrañable ir leyendo página a página e ir descubriendo la intimidad de sus personajes. No solo el coronel lleva a sobrecogerme, también su esposa me hace aflorar sentimientos, creo que el autor así también lo quiso.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...