"No hay lugar seguro", de Tana French

FICHA TÉCNICA:

Género: Narrativa
Traducción: Gemma Deza Guil

Editorial: RBA

SINOPSIS:

En una fantasmagórica finca a las afueras de Dublín aparecen los cadáveres de un padre y sus dos hijos. La esposa y madre está malherida y es trasladada a urgencias. La zona está repleta de casas a medio construir porque, como Pat Spain, el hombre hallado muerto junto a sus hijos, ha sucumbido a la crisis económica. El inspector Mick Kennedy, un perro viejo del departamento, se hará cargo del caso con la ayuda del novato Richie Curran. En un primer momento, Kennedy cree que no será complicado de resolver. Sin embargo, no tarda en cambiar de opinión: detalles que no cuadran, pistas que parecen conducir a dos lugares al mismo tiempo, presencias inexplicables...
Y la propia vida personal de Mick Kennedy se entremezcla con su investigación. En cuanto la noticia salta a la prensa, reaparece su hermana Dina, y con ella los secretos y las sombras del pasado, que quizá tengan algo que ver con el caso del que ahora se está ocupando...
Tana French, en plena forma, ha escrito un perturbador thriller psicológico repleto de inquietantes misterios.

OPINIÓN:

“No hay lugar seguro” es la segunda novela que leo de la autora de origen estadounidense Tana French, y seguiré leyéndola en esos momentos que desee un buen rato de lectura. 
No soy muy lectora de novela negra o thriller, pero de vez en cuando me gusta caer en el género y Tana French creo que es buena apuesta, por entretener y por tejer unas tramas que ponen a prueba todos los sentidos de los detectives de la brigada de homicidios de Dublin, encargados de la resolución del caso de turno.
En esta ocasión el inspector Mick Kennedy y el detective novato Richie Curran son los elegidos para investigar el asesinato de Jack, Emma y Pat Spain, que han sido hallados muertos en su vivienda, mientras la esposa y madre ha resultado malherida. Para más inri la vivienda está situada en un antiguo emplazamiento destinado al veraneo, donde Mick Kennedy pasó los veranos cuando era adolescente, y que la burbuja inmobiliaria ha querido convertir en un pretencioso núcleo urbanístico, pero el plan falló y ahora en el área destacan los espacios llenos de escombros y las casas a medio hacer.
El transcurso de la investigación lo conoceremos a través de la perspectiva del veterano Kennedy, al mismo tiempo la trama irá desvelando detalles de su familia y el pasado, asuntos que él guarda en su memoria y conciencia, sólo para él. Y es que más vale resguardarse de ciertos elementos presentes en la brigada, nunca se sabe por dónde vendrán los tiros.
Como he dicho al principio, no es lo primero que leo de la autora, lo cual me permite comparar y valorar mejor las expectativas de la lectura. Me estrené leyendo a Tana French con “Intrusión”, que dejó el listón bastante alto, de hecho me lo pasé muy bien, especialmente en la parte en que los detectives interrogaban a diversos testimonios. En comparación debo decir que lo que menos me ha gustado es la repetición de esquemas en el perfil de los protagonistas (detective veterano o con cierta experiencia que debe acoger a novato con lo que ello conlleva, detective con un pasado o vida que nadie más conoce), en cambio, lo que si me gusta es la forma en que los detectives se enfrentan a los casos. Para algunos lectores debe resultar aburrido y dirán que sobran páginas al libro, pero a mí me atrapa el hecho de que los detectives visualicen el caso desde todos los ángulos posibles, y que incluso deban rectificar en sus pasos y creencias, si es necesario.
Tanto en “Intrusión” como en “No hay lugar seguro” destaco la psicología empleada en los momentos de interrogar, las preguntas no se hacen al azar es evidente.
En cuanto al desenlace, el de “No hay lugar seguro” me ha parecido más flojo que el de “Intrusión”. De todos modos, la recomiendo porque el libro cumple con su principal función, entretener.

Dolors Martínez