Género: Narrativa
Traducción: Gloria Méndez Seijido
Traducción: Gloria Méndez Seijido
Editorial: Penguin Clásicos
SINOPSIS:
«Si fuese un chico, me escaparía contigo y lo pasaríamos en grande, pero soy una pobre chica y he de comportarme con propiedad y volver a casa.»
Simone de Beauvoir dijo...
«Hay un libro en el que creí ver reflejado mi futuro: Mujercitas, de Louisa May Alcott... Yo quería a toda costa ser Jo, la intelectual. Compartía con ella el rechazo a las tareas domésticas y el amor por los libros, Jo escribía, y para imitarla empecé mis primeros cuentos cortos.»
“Mujercitas” era uno de los clásicos que tenía pendiente desde hace algún tiempo, y ha resultado ser una lectura realmente trascendente. La historia de las cuatro hermanas March – Meg, Jo, Beth y Amy – me ha cautivado por completo.
Ambientado en Estados Unidos, con la Guerra de Secesión como telón de fondo, la obra se centra en el humilde hogar de los March y, especialmente, en el paso a la edad adulta de las hermanas. Son muy diferentes y, sin embargo, resulta imposible no emocionarse con el vínculo tan especial que existe entre ellas.
La obra más emblemática de Alcott se nutre, en buena medida, de los pensamientos y aspiraciones de futuro de las cuatro hermanas. Aspiraciones tan dispares como triunfar en el mundo de la literatura, convertirse en una gran dama o casarse con un hombre adinerado. Los años y la experiencia determinarán si sus vidas toman un rumbo u otro. El rol de la mujer en la época condiciona, igualmente, el futuro de cada una de ellas.
A lo largo de la lectura de “Mujercitas” he sonreído y también he llorado. Es una novela sumamente cálida y conmovedora. Un clásico que es como un abrazo al lector y que se aloja en lo más profundo del corazón. Absolutamente inolvidable.
Ambientado en Estados Unidos, con la Guerra de Secesión como telón de fondo, la obra se centra en el humilde hogar de los March y, especialmente, en el paso a la edad adulta de las hermanas. Son muy diferentes y, sin embargo, resulta imposible no emocionarse con el vínculo tan especial que existe entre ellas.
La obra más emblemática de Alcott se nutre, en buena medida, de los pensamientos y aspiraciones de futuro de las cuatro hermanas. Aspiraciones tan dispares como triunfar en el mundo de la literatura, convertirse en una gran dama o casarse con un hombre adinerado. Los años y la experiencia determinarán si sus vidas toman un rumbo u otro. El rol de la mujer en la época condiciona, igualmente, el futuro de cada una de ellas.
A lo largo de la lectura de “Mujercitas” he sonreído y también he llorado. Es una novela sumamente cálida y conmovedora. Un clásico que es como un abrazo al lector y que se aloja en lo más profundo del corazón. Absolutamente inolvidable.
Ana Rayas
Este libro sin lugar a dudas me lleva a mis recuerdos de adolescencia, recuerdos de lecturas en mis rincones y disfrutando a las hermanas March, era una lectura obligada para muchas niñas y adolescentes.
Por lo que tengo sabido, la autora, Louisa May Alcott, se inspiró en sus propias vivencias al lado de su familia para plasmar el concepto de mujercitas que ella soñaba, tal es el caso del personaje de Josefina o Jo, como todos la conocemos y quien era amante de escribir historias y soñaba con ser escritora. También Beth, quien sufre una enfermedad parecida a la que aquejó a la autora.
Alcott tuvo que trabajar desde muy jovencita para poder ayudar a su familia, y pudo hacerles la vida más llevadera a partir de dar a conocer este libro.
La ambientación se centra en la época de la guerra civil de los Estados Unidos: Una historia presentada bajo el cobijo de una Navidad austera y con la nostalgia de un padre ausente que partió con el ejército.
La ausencia de un varón en casa nos quiere demostrar que las mujeres desde la más anciana como la tía March que vivía sola, hasta la más pequeña de la familia, podían resolver las vicisitudes que se les presentaran; La señora March es la encargada de trasmitir a las niñas la fuerza y las enseñanzas de vida a través de pequeñas historias acopladas a cada incidente vivido, sin dejar de mencionar lo que pensaría el padre.
La narrativa es muy liviana pero al mismo tiempo fina y elegante.
Los personajes: La señora March: Una mujer fuerte que también ha tenido que aprender a controlar su carácter explosivo, mismo que pareciera haber heredado la pequeña Jo.
Meg, es la mayor de las hermanas y quien se caracteriza por su belleza y la pulcritud de sus manos, que al final de la historia serán unas manos que aprendieron el valor del trabajo.
Jo, la segunda hermana y la más inquieta y rebelde, esa rebeldía que marca a quienes no tienen miedo de volar y quien no dudó en ayudar a su familia con lo que ella consideraba era su mayor tesoro.
Beth, la más tierna y hermosa niña, con una gran pasión por la música, y quien nos enseñó la bondad de los seres humanos.
Amy, la más pequeña y la más difícil de las mujercitas que tuvo que aprender a que el mundo no siempre gira alrededor nuestro. (Para mi fue muy difícil entender a esta niña, no logro superar lo que le hizo a su hermana Jo).
Laurie, el pequeño amigo con quien nos demuestra la autora la fidelidad de una amistad.
Los vestuarios que nos describen se antojan muy bellos pues son de época y a pesar de las carencias que vivía la familia nuestras mujercitas se veían radiantes.
Lo interesante de la lectura es aprender que la infancia la debemos proteger como un gran tesoro. Es verdad, que cada etapa es bella, pero la infantil es la que nos marca.
Blanca Toral
Enternecedora obra de Louisa May Alcott, con una muy agradable forma de llevar su relato. El carácter de la autora está claramente involucrado en los personajes y es obvio que gran parte de la historia es relacionada con su vida y sus hermanas.
Las protagonistas destacan por sus talentos, lo cual da realce al naciente movimiento feminista que se iba sembrando en aquellas épocas, algo en que la autora nos hace adentrarnos con gran y emocionante habilidad. Se podría pensar que Jo, es el engranaje principal del relato y del feminismo presente en la historia (seguramente aquí iré contracorriente), pero a mí entender es la madre de las chicas, al ser la base y el motor de ellas durante la obra, la que conduce a sus hijas en su crecimiento y las valoriza a cada una, es más esta idea mía la fortalezco en la confesión de la señora March a su hija, reconociéndose casi como ella misma en su Jo.
Un drama lleno de momentos para la reflexión, dejando no solo a nuestra imaginación volar en “castillos de nubes” sino también acercándonos a sentimientos reales, tan reales que nos pueden dejar afligidos al pie de una cama, impotentes ante el destino.
Con un gran gusto he terminado la lectura de “Mujercitas”, especialmente por su escritura tan sencilla y clara, una lectura para atraer a la juventud hacia la literatura y despertarles el gusto por saber qué sigue en el siguiente capítulo o la secuela y quién la escribió.
Una verdadera obra que perdurará y seguramente veremos en el futuro, como hasta el momento hay, más versiones en distintos formatos y estilos, algunos buenos otros no tanto, pero que sin duda son y serán el indiscutible homenaje a la valía de tan enternecedora obra.
Milton Mantilla
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