Género: Narrativa
Editorial: Destino
SINOPSIS:
Jon, cuidador de elefantes en el zoo, y Edith, viuda que vive con sus once gatos, son los únicos habitantes de una aldea abandonada. Vecinos solitarios primero y ahora buenos amigos, no imaginan que la noche en que la veleta del viejo campanario gira sobre sí misma, el ojo del tiempo se posa sobre la aldea y la vida de ambos está a punto de girar con ella.
La llegada de la primavera trae consigo una inesperada decisión por parte de la dirección del zoo, a la que se suma un perturbador anuncio: el Ayuntamiento al que pertenece la aldea restaurará la casona en ruinas del lago para convertirla en hotel rural. La doble noticia cambiará de golpe las vidas de Jon y Edith, empujándolos a dar un paso hasta entonces tímidamente contemplado.
La amistad entre Jon y una callada elefanta llamada Susi, la relación entre Edith y su hija Violeta, desencontradas durante décadas, y una hora de la noche —«la hora trémula»— en la que pasa todo y todo queda conforman Un país con tu nombre: una historia sobre el amor en mayúsculas, la honestidad con los propios sueños y sobre la libertad llevada a su expresión más pura.
Una emocionante y emotiva historia sobre la importancia de perseguir nuestros sueños.
OPINIÓN:
La novela está relatada a través de dos voces narrativas en primera persona, Edith y Jon, cuyos capítulos se van alternando. Edith tiene 76 años, es viuda desde hace 5 y vive en una aldea prácticamente abandonada con sus once gatos. Jon es su vecino más cercano, tiene 59 años y trabaja como cuidador de elefantes en un zoo. A pesar de que cada uno de ellos arrastra su propio pasado y sus vivencias particulares, entre ellos surge una entrañable amistad que les ayudará a afrontar las sorpresas que les depara el futuro.
Es una historia delicada que abarca temas muy diversos, como la superación de las pérdidas, las cosas que callamos o la búsqueda de nuestros sueños personales. Me ha gustado especialmente leer sobre la relación entre Jon y la elefanta Susi, y también sobre el tira y afloja constante que mantienen Edith y Violeta, su “hija-reproche”, y cómo evolucionan ambas subtramas.
Pero, aunque reconozco que es una historia entretenida y original, que se lee bien y contiene reflexiones interesantes, el conjunto no me ha acabado de llegar. No sabría bien explicar el porqué; en algunos momentos me ha parecido un pelín rebuscada, que le da demasiadas vueltas a todo, o a veces no queda claro en qué momento temporal sucede algo, o quizá que cuesta distinguir entre las dos voces narradoras. Pero como, por lo que he leído, a la mayoría de los lectores de la novela les ha gustado (que conste que a mí no me ha disgustado), que cada uno elija libremente…
Esther Rodríguez
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