Género: Narrativa
Traducción: Carlos Gumpert
Traducción: Carlos Gumpert
SINOPSIS:
El rey de los rebecos es ahora un animal cansado. Solitario y orgulloso, desde hace años impone su supremacía. Estamos en noviembre, época de duelos. Desde el valle sube el olor del hombre, del asesino de su madre. También el hombre, aquel hombre, está entrado en años y ha pasado gran parte de su vida cazando furtivamente animales en la montaña. Y también ese hombre lleva –impropiamente– el nombre de «rey de los rebecos» por todos los que había matado. Nunca dejaba al animal herido, lo abatía de un solo disparo.
Erri De Luca espía la inminencia del encuentro, de un duelo que parece incluir todos los duelos. Lo hace entrando en dos soledades distintas: la del gran rebeco parado bajo la inmensa y protectora bóveda celeste y la del cazador, el ladrón de animales, que nunca ha tenido una verdadera historia que contar para atraer la atención de las mujeres, para vencer su batalla contra los demás hombres.
«En toda especie son los solitarios los que se atreven a experiencias nuevas», dice De Luca. Y aquí se habla, precisamente, de estos dos animales que se enfrentan en una distancia cada vez menos perceptible, hasta la piedad de un abrazo mortal.
OPINIÓN:
El autor se sumerge en la naturaleza de dos reyes. Por un lado el rey de los rebecos, macho dominante de la manada y del territorio hace años, pero que ya se nota cansado y se sabe al final de sus días. El otro es el cazador furtivo, ya de cierta edad, con muchas piezas cazadas a lo largo de su vida, al que los hombres curiosamente apodan “rey de los rebecos”, pero que nunca ha logrado dar con él. Ambos son seres solitarios e independientes, dos naturalezas distintas pero similares, que finalmente se encontrarán. Se trata de un relato corto, escrito con una prosa sencilla, poética y a la vez impactante. Al final del libro se incluye otro bello relato de tan sólo unas pocas páginas, “Visita a un árbol”, en el que al igual que en otros de sus textos, el autor muestra su afición al apinismo. Un escritor y libro muy recomendables.
Erri De Luca espía la inminencia del encuentro, de un duelo que parece incluir todos los duelos. Lo hace entrando en dos soledades distintas: la del gran rebeco parado bajo la inmensa y protectora bóveda celeste y la del cazador, el ladrón de animales, que nunca ha tenido una verdadera historia que contar para atraer la atención de las mujeres, para vencer su batalla contra los demás hombres.
«En toda especie son los solitarios los que se atreven a experiencias nuevas», dice De Luca. Y aquí se habla, precisamente, de estos dos animales que se enfrentan en una distancia cada vez menos perceptible, hasta la piedad de un abrazo mortal.
OPINIÓN:
El autor se sumerge en la naturaleza de dos reyes. Por un lado el rey de los rebecos, macho dominante de la manada y del territorio hace años, pero que ya se nota cansado y se sabe al final de sus días. El otro es el cazador furtivo, ya de cierta edad, con muchas piezas cazadas a lo largo de su vida, al que los hombres curiosamente apodan “rey de los rebecos”, pero que nunca ha logrado dar con él. Ambos son seres solitarios e independientes, dos naturalezas distintas pero similares, que finalmente se encontrarán. Se trata de un relato corto, escrito con una prosa sencilla, poética y a la vez impactante. Al final del libro se incluye otro bello relato de tan sólo unas pocas páginas, “Visita a un árbol”, en el que al igual que en otros de sus textos, el autor muestra su afición al apinismo. Un escritor y libro muy recomendables.
Esther Rodríguez
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