Género: Relatos
Editorial: Debolsillo
SINOPSIS:
Este libro excepcional reúne la novela corta que le otorga su título y otros seis relatos más, de los que todos menos uno pertenecen a la etapa de plena madurez del escritor. Fueron los años en los que Macondo le abrió las puertas del realismo mágico: la frase se hace más larga y caudalosa, la realidad se expresa mediante fórmulas mágicas y legendarias, los milagros se insertan en la vida cotidiana. La cándida Eréndira y su abuela desalmada personifican la inocencia y la maldad, el amor y su perversión, y el relato recuerda al mismo tiempo las gestas medievales y los cantos provenzales o trovadorescos, aunque, como siempre, inmersos en ese mundo denso y frutal del Caribe americano. Estas siete narraciones no son ejercicios de estilo, sino siete exploraciones en el mundo definitivo que el escritor había conquistado de una vez por todas.
OPINIÓN:
Me rencuentro, tras su triste adiós, con la segunda obra que leí de esta magnífico autor, movido por la imperiosa necesidad de volver a cierto lugar casi veinte años después. Una novela corta y seis relatos excepcionales donde, como bien dice la sinopsis, los milagros pasan a formar parte de la vida cotidiana.
‘Un señor muy viejo con unas alas enormes’, donde un ángel caído aparece tras una terrible inundación cubierto de barro en el patio de Pelayo y Elisenda. Este visitante copará la atención del pueblo, que se muestra en toda su pasión y en toda su crudeza, hasta la llegada del circo a la ciudad.
‘El ahogado más hermoso del mundo’ se presenta con un planteamiento muy similar al primero, pero esta vez las atenciones del pueblo recaen en un cadáver, grande y hermoso, traído por el mar.
En ‘El último viaje del buque fantasma’, su protagonista espera pacientemente durante años el momento de demostrar al pueblo que su visión de un enorme barco precipitándose contra los escollos fue real. Este cuento presenta la peculiaridad de estar compuesto por una única frase: ocho páginas de (preciosas) palabras separadas por comas y espacios, sin un solo punto hasta el final.
‘Blacamán el bueno, vendedor de milagros’, es la historia de un prohombre venido a menos, que sobrevive como charlatán de ferias y apadrina un joven aprendiz, a quien acabará culpando de su desdicha. Este relato culmina con un final de los que retumban durante lustros en el recuerdo.
En cuanto a la historia de Eréndira y su abuela, y por no repetirme, me remito a la sinopsis que muy acertadamente nos anticipa la historia. Además tenemos otro relato titulado ‘Muerte constante más allá del amor’ del que admito no haber extraído mucho y, por lo tanto, poco puedo decir.
Y ese lugar al que llevaba tanto tiempo añorando volver –y ha sido maravilloso hacerlo- es un pueblo cuyo nombre no se nos dice y que el autor sitúa a orillas del que llama ‘El mar del tiempo perdido’. Cierta noche de marzo el mar exhala aroma de rosas y la esposa del viejo Jacob no duda que se trata del aviso de su inminente muerte. Al poco llega al pueblo Herbert, un excéntrico adinerado dispuesto a solucionar los problemas a las gentes del lugar, pero siempre a cambio de algo. El viejo Jacob reta a Herbert a una partida de damas tras la cual éste último cae presa de un largo sueño tras el que despierta encontrando el pueblo sin alimentos. Entonces conocerá a Tobias, con quien emprende un mágico viaje a nado.
En mi opinión, ‘El mar del tiempo perdido’ es el mejor relato corto que jamás se ha escrito.
Gracias, Gabo.
‘Un señor muy viejo con unas alas enormes’, donde un ángel caído aparece tras una terrible inundación cubierto de barro en el patio de Pelayo y Elisenda. Este visitante copará la atención del pueblo, que se muestra en toda su pasión y en toda su crudeza, hasta la llegada del circo a la ciudad.
‘El ahogado más hermoso del mundo’ se presenta con un planteamiento muy similar al primero, pero esta vez las atenciones del pueblo recaen en un cadáver, grande y hermoso, traído por el mar.
En ‘El último viaje del buque fantasma’, su protagonista espera pacientemente durante años el momento de demostrar al pueblo que su visión de un enorme barco precipitándose contra los escollos fue real. Este cuento presenta la peculiaridad de estar compuesto por una única frase: ocho páginas de (preciosas) palabras separadas por comas y espacios, sin un solo punto hasta el final.
‘Blacamán el bueno, vendedor de milagros’, es la historia de un prohombre venido a menos, que sobrevive como charlatán de ferias y apadrina un joven aprendiz, a quien acabará culpando de su desdicha. Este relato culmina con un final de los que retumban durante lustros en el recuerdo.
En cuanto a la historia de Eréndira y su abuela, y por no repetirme, me remito a la sinopsis que muy acertadamente nos anticipa la historia. Además tenemos otro relato titulado ‘Muerte constante más allá del amor’ del que admito no haber extraído mucho y, por lo tanto, poco puedo decir.
Y ese lugar al que llevaba tanto tiempo añorando volver –y ha sido maravilloso hacerlo- es un pueblo cuyo nombre no se nos dice y que el autor sitúa a orillas del que llama ‘El mar del tiempo perdido’. Cierta noche de marzo el mar exhala aroma de rosas y la esposa del viejo Jacob no duda que se trata del aviso de su inminente muerte. Al poco llega al pueblo Herbert, un excéntrico adinerado dispuesto a solucionar los problemas a las gentes del lugar, pero siempre a cambio de algo. El viejo Jacob reta a Herbert a una partida de damas tras la cual éste último cae presa de un largo sueño tras el que despierta encontrando el pueblo sin alimentos. Entonces conocerá a Tobias, con quien emprende un mágico viaje a nado.
En mi opinión, ‘El mar del tiempo perdido’ es el mejor relato corto que jamás se ha escrito.
Gracias, Gabo.
Oye, que me lo apunto!! Tiene muy buena pinta y además, es el momento de volver a este gran escritor.
ResponderEliminarSaludos!