"La plaza del diamante", de Mercè Rodoreda

FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa
Traducción: Enrique Sordo

Editorial: Edhasa

SINOPSIS:

La plaza del diamante de Mercè Rodoreda, una de las mejores novelas catalanas de todos los tiempos, se publicó en 1962 en Barcelona y se convirtió en un gran éxito. Desde entonces, ha sido profusamente traducida y reeditada. Fue llevada al cine y en numerosas ocasiones al teatro.
La novela narra la historia de Natalia, la "Colometa", una mujer que representa a muchas otras a las que les tocó vivir un periodo de la historia de España especialmente duro y cruel: la Guerra Civil y la posguerra. Al igual que otras mujeres, Colometa verá partir y morir a sus seres queridos, pasará hambre y miseria y se verá muchas veces incapaz de sacar adelante a sus hijos.  
Hundida en un matrimonio que no le proporciona felicidad y unida a un hombre egoísta, Natalia renuncia a su propia identidad cediendo todo el protagonismo a su esposo, aceptando los convencionalismos de una época. Pero la vida y las circunstancias de la época obligan a Colometa y al resto de los personajes a crecer, a transformarse. La novela es también una crónica fiel de la Barcelona de posguerra y de cómo marcó este periodo histórico a sus habitantes.

OPINIÓN:

Es una novela narrada desde el punto de vista de una única protagonista, Natália “Colometa”, quién relata sus vivencias en los tiempos de la II República, el estallido de la guerra civil española y la postguerra. El contexto histórico queda en segundo plano en todo momento, si bien hay vagas referencias mediante algunos hechos que afectan a los personajes. La esencia de la novela reside en la mente de “Colometa”, cuando ésta da rienda suelta a sus inquietudes y pensamientos más íntimos sobre lo que la rodea, hasta el detalle más simple se recubre de significado. La visión de Colometa, en ocasiones, es infantil, pero no por ello es menos impactante. Los hechos que vive Colometa son las miserias y el desarraigo que aconteció en aquellas fechas para muchas familias en la realidad. La propia Rodoreda tuvo que vivir en el exilio.
Quizá una de las mayores gracias se encuentre en el estilo poético de la obra, a lo que se suma un trasfondo nostálgico. Los pensamientos de Colometa fluyen inconexos pero sin pausa, mientras recorre las calles del barrio de Gracia, de Barcelona. Una obra recomendable.

Dolors Martínez