Género: Narrativa
Traducción: Víctor Pozanco Villalba
Editorial: RBA
Traducción: Víctor Pozanco Villalba
Editorial: RBA
SINOPSIS:
Evelyn Couch vive una existencia gris. Es una mujer de mediana edad, acomplejada y totalmente frustrada con todo lo que la rodea. Sin embargo, la manera de ver el mundo que tiene una persona puede cambiar cuando menos se lo espera. En una visita al asilo donde reside la madre de su marido, Evelyn conoce a la anciana Ninny Threadgoode, que le empieza a explicar cosas de un pequeño pueblo llamado Whistle Stop, cuya vida giró un tiempo en torno a un café. De pronto, a Evelyn se le abre una luminosa ventana al pasado por la que entra un aire de una frescura desconocida para ella. Remontándose a finales de la década de 1920, Ninny explica historias cuyas protagonistas son Idgie y Ruth, dos espíritus sensibles, alegres y llenos de una admirable energía vital, que saben sobreponerse a las dificultades y saborear el gusto por la vida. "Tomates verdes fritos" aborda temas tan difíciles como la discriminación de la mujer, el racismo, el lesbianismo, la miseria o el alcoholismo y, a pesar de eso, es una de esas novelas optimistas en las que, como por arte de magia, todo encaja a la perfección y acaban cautivando al lector.
Si ya tenía buen recuerdo de la película, aunque vista hace años, la
novela no se ha quedado atrás, al contrario, como suele suceder, la
versión escrita es más completa que la versión cinematográfica y me ha
encantado.
Narrada en capítulos cortos, se alternan lugares y épocas distintas. Por un lado Evelyn Couch, de cuarenta y ocho años, conoce a Ninny Threadgoode en una visita a la residencia en la que vive su suegra. Ninny es una encantadora anciana con una memoria prodigiosa para el pasado, y que le habla a Evelyn sobre la vida en Whistle Stop medio siglo antes. Además de leer sobre los recuerdos de Ninny y sus encuentros con Evelyn en el “presente” (1986), la autora nos traslada también al pasado (alrededor de los años 30-40 del siglo XX en adelante), a ese pequeño pueblo de Whistle Stop –que sitúa en Alabama, al sur de Estados Unidos- y narra aquellos acontecimientos y secretos que Evelyn no cuenta.
Es una delicia leer las múltiples historias sobre el pueblo, el acogedor Café, el ferrocarril, con personajes entrañables -en especial la memorable Idgie- y que además de la trama ficticia creada por la autora, hace un buen retrato de la época, la Gran Depresión, el omnipresente racismo… Es una novela con temática variada y muy amena. Los capítulos cortos y alternos, aunque al principio requieren atención para saber en qué época estamos, a la larga facilitan la lectura y dan emoción a la trama.
Y también destacar el personaje de Evelyn, al inicio del libro es una mujer que anda perdida e insatisfecha con la vida que lleva, y es bonito ver como la amistad con Ninny y las historias que le cuenta, la transforman y, en cierto modo, inspirada en todos esos personajes y anécdotas que escucha en la residencia de ancianos, le hacen tomar las riendas de su propia vida.
Una lectura de las que te deja con una sonrisa, entrañable, positiva y muy agradable de leer. Sin duda la recomiendo.
Narrada en capítulos cortos, se alternan lugares y épocas distintas. Por un lado Evelyn Couch, de cuarenta y ocho años, conoce a Ninny Threadgoode en una visita a la residencia en la que vive su suegra. Ninny es una encantadora anciana con una memoria prodigiosa para el pasado, y que le habla a Evelyn sobre la vida en Whistle Stop medio siglo antes. Además de leer sobre los recuerdos de Ninny y sus encuentros con Evelyn en el “presente” (1986), la autora nos traslada también al pasado (alrededor de los años 30-40 del siglo XX en adelante), a ese pequeño pueblo de Whistle Stop –que sitúa en Alabama, al sur de Estados Unidos- y narra aquellos acontecimientos y secretos que Evelyn no cuenta.
Es una delicia leer las múltiples historias sobre el pueblo, el acogedor Café, el ferrocarril, con personajes entrañables -en especial la memorable Idgie- y que además de la trama ficticia creada por la autora, hace un buen retrato de la época, la Gran Depresión, el omnipresente racismo… Es una novela con temática variada y muy amena. Los capítulos cortos y alternos, aunque al principio requieren atención para saber en qué época estamos, a la larga facilitan la lectura y dan emoción a la trama.
Y también destacar el personaje de Evelyn, al inicio del libro es una mujer que anda perdida e insatisfecha con la vida que lleva, y es bonito ver como la amistad con Ninny y las historias que le cuenta, la transforman y, en cierto modo, inspirada en todos esos personajes y anécdotas que escucha en la residencia de ancianos, le hacen tomar las riendas de su propia vida.
Una lectura de las que te deja con una sonrisa, entrañable, positiva y muy agradable de leer. Sin duda la recomiendo.
Esther Rodríguez
Una lectura maravillosa. Te enamoras irremediablemente de todos sus personajes.
Las diferentes voces que narran esta historia, los saltos en el tiempo, el ir del pasado al presente y de nuevo al pasado, lejos de hacer de esta novela algo confuso enriquecen muchísimo. Son como piezas de un rompecabezas que el lector va uniendo, con un resultado perfecto en el que acabas sabiendo más que cualquiera de sus protagonistas, ya que lo sabes todo de todos.
Es una historia bellísima y muy triste. Hay amor, amistad, fidelidad, sororidad... pero también hay racismo, machismo, violencia y pobreza, mucha pobreza, sobre todo en las partes que se desarrollan en torno a la depresión del 29. Pero está narrada de una manera tan fantástica que es imposible no leer (y acabar de leer) con una sonrisa.
No es fácil abordar todo lo que se aborda en esta novela de una manera tan positiva huyendo del dramatismo "barato".
La historia de amor entre Ruth e Idgie me parece maravillosa y no puedo poner ningún pero a la narración: redonda, precisa y elegante.
Las "enseñanzas morales" de esta lectura también me parecen exquisitas. El "haz el bien y no mires a quien" surge durante toda la historia, pero sobre todo se ve muy reflejado en la relación existente entre blancos y negros, ambas comunidades viven en armonía (no debemos olvidar que data de los años 20-40 del S. XX), dan -o quitan- la vida por lo que creen que es justo, incluso los supuestamente representantes de la ley se la saltan para no fomentar las injusticias.
Ninny es sin duda el hilo conductor de todo esto, imprescindible para la novela, con un carácter adorable y con unas aportaciones imprescindibles y geniales.
También es de admirar como Evelyn pasa de ser una oyente, igual que nosotros, a convertirse en parte activa de la historia, una protagonista más que toma las riendas de su vida y aporta al libro una de las partes más importantes y reivindicativas.
Me ha gustado especialmente seguir las trayectorias vitales de los personajes a lo largo de las décadas. Me hubiera quedado con las ganas de saber qué fue de ellos y ellas en el caso de que no nos lo hubieran contado.
La sorpresa final sobre el asesinato del marido de Ruth, para mí fue eso, una sorpresa absoluta. Sorpresa que me encantó la primera vez que leí el libro. Sorpresa que también habla de amor, compromiso, fidelidad y justicia.
Una vez terminada la lectura, mirando las vidas y desenlaces de cada uno de los personajes, me doy cuenta de que en su mayoría son cosas tristes, pero no puedo evitar estar con una sonrisa en la boca y con un sabor que dista mucho de ser amargo. Un libro que no me ha importado releer y al que volveré, ya que me parece fantástico sin ser una gran obra de arte.
Libro: una historia preciosa en la que conocemos a muchas personas en dos épocas distintas.
Evelyn conoce a Ninny en una residencia para ancianos y empieza a contarle la historia de su vida, bueno, más bien la historia de Idgie y Ruth, que eran parte de su familia.
Así conocemos a la familia Threadgoode y la historia de amor entre Idgie y Ruth se presenta de una manera muy linda, para ser una novela de los 80’s aborda sin miedo la relación de dos mujeres, pero no nos presenta una historia erótica, para nada, es una novela donde se ve amor, amistad, fidelidad y mucha alegría.
Porque no solo abarca este tema. También vemos la situación en el sur de Estados Unidos en plena época de la Gran Depresión, vemos el racismo, vemos el machismo, pero también vemos que son más los que no están de acuerdo con esto.
Por otro lado está Evelyn, en la época actual de la historia. Ella es una mujer que está pasando por la menopausia y que ya se siente al final de su vida, al conocer a Ninny y al escuchar sus consejos y sus historias, Evelyn se libera de complejos y descubre que aún tiene mucho por hacer.
Esta novela en verdad nos muestra mucho feminismo, pero no en una lucha si no, como cada persona respeta la vida y la manera de vivir de los demás, como las mujeres son independientes, como tienen el respeto de los demás.
Película: muy linda pero sí varía mucho con respecto a la historia original, mucho mejor el libro que la película.
Una lectura maravillosa. Te enamoras irremediablemente de todos sus personajes.
Las diferentes voces que narran esta historia, los saltos en el tiempo, el ir del pasado al presente y de nuevo al pasado, lejos de hacer de esta novela algo confuso enriquecen muchísimo. Son como piezas de un rompecabezas que el lector va uniendo, con un resultado perfecto en el que acabas sabiendo más que cualquiera de sus protagonistas, ya que lo sabes todo de todos.
Es una historia bellísima y muy triste. Hay amor, amistad, fidelidad, sororidad... pero también hay racismo, machismo, violencia y pobreza, mucha pobreza, sobre todo en las partes que se desarrollan en torno a la depresión del 29. Pero está narrada de una manera tan fantástica que es imposible no leer (y acabar de leer) con una sonrisa.
No es fácil abordar todo lo que se aborda en esta novela de una manera tan positiva huyendo del dramatismo "barato".
La historia de amor entre Ruth e Idgie me parece maravillosa y no puedo poner ningún pero a la narración: redonda, precisa y elegante.
Las "enseñanzas morales" de esta lectura también me parecen exquisitas. El "haz el bien y no mires a quien" surge durante toda la historia, pero sobre todo se ve muy reflejado en la relación existente entre blancos y negros, ambas comunidades viven en armonía (no debemos olvidar que data de los años 20-40 del S. XX), dan -o quitan- la vida por lo que creen que es justo, incluso los supuestamente representantes de la ley se la saltan para no fomentar las injusticias.
Ninny es sin duda el hilo conductor de todo esto, imprescindible para la novela, con un carácter adorable y con unas aportaciones imprescindibles y geniales.
También es de admirar como Evelyn pasa de ser una oyente, igual que nosotros, a convertirse en parte activa de la historia, una protagonista más que toma las riendas de su vida y aporta al libro una de las partes más importantes y reivindicativas.
Me ha gustado especialmente seguir las trayectorias vitales de los personajes a lo largo de las décadas. Me hubiera quedado con las ganas de saber qué fue de ellos y ellas en el caso de que no nos lo hubieran contado.
La sorpresa final sobre el asesinato del marido de Ruth, para mí fue eso, una sorpresa absoluta. Sorpresa que me encantó la primera vez que leí el libro. Sorpresa que también habla de amor, compromiso, fidelidad y justicia.
Una vez terminada la lectura, mirando las vidas y desenlaces de cada uno de los personajes, me doy cuenta de que en su mayoría son cosas tristes, pero no puedo evitar estar con una sonrisa en la boca y con un sabor que dista mucho de ser amargo. Un libro que no me ha importado releer y al que volveré, ya que me parece fantástico sin ser una gran obra de arte.
Un NARRADOR omnipresente en tercera persona; una NARRADORA: Virginia (Ninny) Threadgoode, en la Residencia para Ancianos Rose Terrace (quien también es uno de los personajes), narra en primera persona, y el SEMANARIO de Dot Weems (muy humorístico) y otros MEDIOS NOTICIOSOS, en estilo periodístico, son las tres voces que cuentan las historias de varias generaciones de blancos y negros del pueblo-estación ferrocarrilera Whistle Stop... muchas de ellas escenificadas en su típico Café del mismo nombre, que junto con el pueblito y el ferrocarril, es coprotagonista de la novela ... con flashes de la ciudad de Birmingham, Alabama y de Valdosta, Georgia, en el profundo sur de los Estados Unidos, y escenas de Chicago, Illinois, en el frío norte, en los años de la Gran Depresión y en los 80 del siglo XX, alternadamente.
La novela está muy bien escrita, y es muy entretenida ... llega un punto en que es imposible dejarla, porque se vuelve muy emocionante. Me enterneció mucho la escena cuando Idgie y Smokey visitan la tumba de Ruth. Se me salieron las lágrimas...
Fue nominada para el Premio Pulitzer como la mejor novela. También fue base para una bella película, nominada para varios premios de la Academia, cuyo libreto fue escrito por la misma autora.
Sus diferentes estilos narrativos, usan un lenguaje muy sencillo, a veces coloquial, costumbrista y folclórico ... matizado de gracioso e ingenuo humor pueblerino. Es imposible no reírse con las divertidas e ingenuas travesuras, bromas e inocentadas, o los percances de los simpáticos personajes.
Los caracteres, que son muchos y bastante variopintos, representan estereotipos muy marcados. Resulta inevitable enamorarse de los carismáticos protagonistas, descritos con gracia.
Me encantó el colorido y alegría de vivir que despliega la autora al describir las características de las personalidades de ambas razas. Es conmovedor y esperanzador el énfasis dedicado a la bondad y generosidad de las personas, no importando el color de su raza, su secta religiosa, su orientación sexual o sus pasados sufrimientos.
Cuenta historias de tragedias e historias de dramas humanos de múltiples y diversas clases:
Enarbola un primerizo feminismo.
Hace un llamado de atención a la importancia del climaterio y sus crisis.
Hay amores lésbicos (aceptados en la familia y en la aldea con asombrosa naturalidad).
Suceden crímenes.
Hay aventuras robinhoodescas.
No falta el machismo.
Ni injusticias hacia los negros y odio racial, con aparición breve del KKK ...
Hay canibalismo …
Florecen tiernos amores eternos, posibles e imposibles ...
Está presente la eutanasia …
Me encantó la parte de la experiencia mística de Evelyn ... y su transformación personal.
Se realzan, con mucho sabor culinario, las típicas recetas sureñas desarrolladas por las cocineras negras, famosas por su deliciosa cuchara, que incluyen vegetales africanos como el ñame y la ocra (quimbombó, quingombó, gombo, molondrón, bolondrón, okra o bamia, candia, ñajú, abelmosco: Abelmoschus esculentus) y nativos americanos como frijol lima y el tomatillo (miltomate, tomate de fresadilla, green tomato: Physalis) que no debe confundirse con el tomate común en sus distintas variedades...
En fin, me encantó esta novela: refrescante, graciosa y alegre pero no exenta de drama y argumento.
Me extraña que no haya recibido más premios.
Deja un sentimiento de fe, esperanza y amor para la raza humana.
La novela está muy bien escrita, y es muy entretenida ... llega un punto en que es imposible dejarla, porque se vuelve muy emocionante. Me enterneció mucho la escena cuando Idgie y Smokey visitan la tumba de Ruth. Se me salieron las lágrimas...
Fue nominada para el Premio Pulitzer como la mejor novela. También fue base para una bella película, nominada para varios premios de la Academia, cuyo libreto fue escrito por la misma autora.
Sus diferentes estilos narrativos, usan un lenguaje muy sencillo, a veces coloquial, costumbrista y folclórico ... matizado de gracioso e ingenuo humor pueblerino. Es imposible no reírse con las divertidas e ingenuas travesuras, bromas e inocentadas, o los percances de los simpáticos personajes.
Los caracteres, que son muchos y bastante variopintos, representan estereotipos muy marcados. Resulta inevitable enamorarse de los carismáticos protagonistas, descritos con gracia.
Me encantó el colorido y alegría de vivir que despliega la autora al describir las características de las personalidades de ambas razas. Es conmovedor y esperanzador el énfasis dedicado a la bondad y generosidad de las personas, no importando el color de su raza, su secta religiosa, su orientación sexual o sus pasados sufrimientos.
Cuenta historias de tragedias e historias de dramas humanos de múltiples y diversas clases:
Enarbola un primerizo feminismo.
Hace un llamado de atención a la importancia del climaterio y sus crisis.
Hay amores lésbicos (aceptados en la familia y en la aldea con asombrosa naturalidad).
Suceden crímenes.
Hay aventuras robinhoodescas.
No falta el machismo.
Ni injusticias hacia los negros y odio racial, con aparición breve del KKK ...
Hay canibalismo …
Florecen tiernos amores eternos, posibles e imposibles ...
Está presente la eutanasia …
Me encantó la parte de la experiencia mística de Evelyn ... y su transformación personal.
Se realzan, con mucho sabor culinario, las típicas recetas sureñas desarrolladas por las cocineras negras, famosas por su deliciosa cuchara, que incluyen vegetales africanos como el ñame y la ocra (quimbombó, quingombó, gombo, molondrón, bolondrón, okra o bamia, candia, ñajú, abelmosco: Abelmoschus esculentus) y nativos americanos como frijol lima y el tomatillo (miltomate, tomate de fresadilla, green tomato: Physalis) que no debe confundirse con el tomate común en sus distintas variedades...
En fin, me encantó esta novela: refrescante, graciosa y alegre pero no exenta de drama y argumento.
Me extraña que no haya recibido más premios.
Deja un sentimiento de fe, esperanza y amor para la raza humana.
Lucila Argüello
Libro: una historia preciosa en la que conocemos a muchas personas en dos épocas distintas.
Evelyn conoce a Ninny en una residencia para ancianos y empieza a contarle la historia de su vida, bueno, más bien la historia de Idgie y Ruth, que eran parte de su familia.
Así conocemos a la familia Threadgoode y la historia de amor entre Idgie y Ruth se presenta de una manera muy linda, para ser una novela de los 80’s aborda sin miedo la relación de dos mujeres, pero no nos presenta una historia erótica, para nada, es una novela donde se ve amor, amistad, fidelidad y mucha alegría.
Porque no solo abarca este tema. También vemos la situación en el sur de Estados Unidos en plena época de la Gran Depresión, vemos el racismo, vemos el machismo, pero también vemos que son más los que no están de acuerdo con esto.
Por otro lado está Evelyn, en la época actual de la historia. Ella es una mujer que está pasando por la menopausia y que ya se siente al final de su vida, al conocer a Ninny y al escuchar sus consejos y sus historias, Evelyn se libera de complejos y descubre que aún tiene mucho por hacer.
Esta novela en verdad nos muestra mucho feminismo, pero no en una lucha si no, como cada persona respeta la vida y la manera de vivir de los demás, como las mujeres son independientes, como tienen el respeto de los demás.
Película: muy linda pero sí varía mucho con respecto a la historia original, mucho mejor el libro que la película.
Gladys Fernanda Natera Sánchez
Tengo un grato recuerdo de la película, aunque no me acordaba del argumento, no me importaría volver a verla o leer la novela.
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