Género: Narrativa
Editorial: Espasa-Calpe
SINOPSIS:
Los grandes temas de Antonio Díaz-Cañabate han sido su ciudad natal, las tertulias literarias y las andanzas callejeras y gastronómicos. Es un juglar y un cronista ejemplares de lo matritense, nudo de caminos españoles y del mundo. Una cierta melancolía crea su buen humor de hombre en mitad de la calle, muy sabedor de luces, gentes, anécdotas y categorías. "Historia de una Tertulia" es un fresco vivaz de la posguerra en un café desaparecido: el Kutz.
OPINIÓN:
Empezando por la conclusión, el libro merece la pena. Voy a elogiarlo y a ponerle una tacha.
Escrito con modestia y corrección, se basa en notas que Cañabate tomaba al llegar a casa de madrugada, tras la tertulia. Se publica en el 53, lo contado sucedió en 1941 y 42. Imprescindible para los taurinos, con impagables anécdotas de José María Cossío, Guerrita, los Gallos, Belmonte, etc. Para todos, impresiones y opiniones de Emilio García Gómez, Eugenio d'Ors, Baroja, José Pla, Gerardo Diego, Zuloaga, Gutiérrez Solana, y muchos más, habituales o frecuentes en la tertulia de la calle de Alcalá.
Un ejemplo de anécdota entre mil: "Un andaluz, cocinero en Londres muchos años, escribió un voluminoso tomo, en el que trata temas culinarios y gastronómicos estupendos. Por ejemplo decía "de cómo debe ser una comida celebrada en una jaula con leones." Y especificaba que los comensales no debían nunca mirar ni a los leones ni a los barrotes."
La tacha. Es una tertulia de vencedores de la guerra civil. No se hace sangre en el libro con los rojos, se los cita poco, con desprecio y humor vencedor. Sobre todo, se habla de Madrid y España como si los perdedores no existiesen; un problema grave les parece a estos hombres la escasez de puros, en una España con hambre y cartillas de racionamiento.
El tema da para mucho, pero esto es sólo un comentario libresco, de un libro que, repito, merece la pena. Leo la edición de Espasa Calpe de 1978, con buen prólogo de F. Umbral. 10 euros en mercadillo de viejo, 284 páginas. El índice anuncia el final en la página 291, lo que es un error, claro.
Empezando por la conclusión, el libro merece la pena. Voy a elogiarlo y a ponerle una tacha.
Escrito con modestia y corrección, se basa en notas que Cañabate tomaba al llegar a casa de madrugada, tras la tertulia. Se publica en el 53, lo contado sucedió en 1941 y 42. Imprescindible para los taurinos, con impagables anécdotas de José María Cossío, Guerrita, los Gallos, Belmonte, etc. Para todos, impresiones y opiniones de Emilio García Gómez, Eugenio d'Ors, Baroja, José Pla, Gerardo Diego, Zuloaga, Gutiérrez Solana, y muchos más, habituales o frecuentes en la tertulia de la calle de Alcalá.
Un ejemplo de anécdota entre mil: "Un andaluz, cocinero en Londres muchos años, escribió un voluminoso tomo, en el que trata temas culinarios y gastronómicos estupendos. Por ejemplo decía "de cómo debe ser una comida celebrada en una jaula con leones." Y especificaba que los comensales no debían nunca mirar ni a los leones ni a los barrotes."
La tacha. Es una tertulia de vencedores de la guerra civil. No se hace sangre en el libro con los rojos, se los cita poco, con desprecio y humor vencedor. Sobre todo, se habla de Madrid y España como si los perdedores no existiesen; un problema grave les parece a estos hombres la escasez de puros, en una España con hambre y cartillas de racionamiento.
El tema da para mucho, pero esto es sólo un comentario libresco, de un libro que, repito, merece la pena. Leo la edición de Espasa Calpe de 1978, con buen prólogo de F. Umbral. 10 euros en mercadillo de viejo, 284 páginas. El índice anuncia el final en la página 291, lo que es un error, claro.
Luis Miguel Sotillo Castro
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